Una lista negra con casi 500 nombres de personas vetadas para asistir a las canchas, un sistema de venta de entradas que obliga a que los compradores se identifiquen y cámaras capaces de registrar y reconocer el rostro de los violentos. Esa receta que le permitió al fútbol uruguayo tener casi dos años sin incidentes, es la que ahora la Secretaría de Deporte y el Ministerio del Interior pretenden que siga la Federación Uruguaya de Basketball (FUB) en un contexto en el que Peñarol vuelve a incursionar en este deporte, y Nacional compite en la liga principal.
Según supo El Observador, la próxima semana la Secretaría se reunirá con los dirigentes del básquetbol uruguayo para transmitirles la necesidad de adoptar medidas de seguridad para impedir que vuelvan a ocurrir hechos de violencia como los del pasado lunes, cuando hinchas del recién ascendido Verdirrojo se enfrentaron a golpes de puño con los de Welcome, luego de que el partido entre ambos se suspendiera a poco de empezar por las condiciones de humedad de la cancha.
Asimismo, este jueves volvieron a producirse incidentes con hinchas de Verdirrojo, esta vez tras el partido contra Trouville. Pero además, el regreso de Peñarol al básquetbol, que juega en tercera división, el desempeño actual de Nacional, sumado a otros equipos que tradicionalmente han tenido problemas de violencia en sus hinchadas como Aguada, Atenas o Goes, llevaron a que la preocupación por la seguridad en el básquetbol cobrara mayor importancia.
“Los organizadores del espectáculo deportivo tienen que tomar medidas de seguridad, esto no es solo jugar y cobrar entradas. Hay que proteger a los espectadores”, dijo el asesor letrado de la Comisión de Seguridad en el Deporte por el Ministerio del Interior, Celestino Conde, a El Observador. El especialista dijo que se está tratando de que la FUB adopte la misma experiencia “exitosa” que aplicó el fútbol, y que “es única en América Latina”.
La primera experiencia del uso de cámaras de reconocimiento facial en el básquetbol fue en febrero de este año, cuando Nacional volvió después de décadas de ausencia a disputar los playoff de la Liga Uruguaya, que desde 2002 se juegan en el Palacio Peñarol. Conde recordó que en aquella oportunidad hubo amenazas de parte de hinchas aurinegros de que no querían dejar entrar a los parciales de Nacional, al tiempo que los hinchas albos prometían hacer destrozos en el estadio mirasol.
Finalmente, ninguna de esas amenazas se concretó gracias, según Conde, al uso de cámaras móviles de reconocimiento facial que fueron prestadas por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Asimismo, como el básquetbol no tenía –y no tiene– una registro de hinchas violentos, se debió utilizar la lista negra que se utiliza en el fútbol, lo que permitió impedir el ingreso de cinco personas.
Sin embargo, aquella experiencia no se extendió más allá en el tiempo y, según Conde, hechos como los ocurridos el pasado lunes y el jueves con hinchas de Verdirrojo demuestran que es necesario comenzar a trabajar para incorporar cámaras, ya que quienes participaron de aquellos incidentes no pudieron ser identificados y nada impedirá que vuelvan a asistir a ver a sus equipos en el futuro.
El asesor del Ministerio del Interior opinó que los clubes de básquetbol deberían ir armando su propia lista de hinchas violentos, al tiempo que podrían utilizar la que ya existen a nivel del fútbol. “Entendemos que una persona que ha participado de violencia en el fútbol no da garantías”, argumentó.
El sistema de seguridad se completaría con un método de venta similar al que se aplica en el fútbol, y que obliga a presentar la cédula de identidad a la hora de comprar una entrada –no vendiéndole a quienes están en la lista negra–, y cámaras de reconocimiento facial, que por las características de los lugares donde se juegan los encuentros, podrían ser móviles, señaló Conde.
Hasta el momento, para el especialista, solo en el ANTEL Arena se justificaría la colocación de cámaras fijas como las que hay en el Estadio Centenario, el Parque Central o el Campeón del Siglo.
El Observador intentó comunicarse con el presidente de la FUB, Ricardo Vairo, pero manifestó que no querían hacer declaraciones porque no quiere hablar del tema seguridad.
A juicio de Conde, que el clásico del fútbol se traslade al básquetbol es cuestión de tiempo. Para que el enfrentamiento pueda darse –si Nacional se mantiene en primera– Peñarol debería ascender al campeonato Metropolitano (liga B) para la temporada 2019-2020, y luego subir hasta llegar a la primera liga en 2020-2022.
“Hoy es una realidad que Nacional juega en primera y Peñarol a corto o mediano plazo estará jugando en primeros niveles” por lo que Conde consideró que no se debería esperar a que el campeonato termine para empezar a discutir la incorporación de tecnología que ofrezca seguridad a los hinchas.
Al fútbol le llevó cuatro años decidirse por la colocación de las cámaras de reconocimiento facial, justamente luego de que el 26 de noviembre de 2016 el clásico entre Nacional y Peñarol luego de que se produjeran incidentes dentro y fuera del Estadio Centenario.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá