En la actualidad los niños también sufren de estrés, ansiedad y diferentes frustraciones, a causa de las exigencias y la sobreestimulación a la que están expuestos a diario. Una forma de romper con esta realidad es a través de clases de yoga, un modo lúdico de desarrollar su potencial creativo y su capacidad de resolver problemas y superar desafíos.
Nastassja Roca -instructora de yoga para niños en el espacio Panyaro- considera que practicar esta actividad a una edad temprana "favorece el conocimiento de sí mismos y de su entorno". De igual forma, potencia el aprendizaje formal, y les da herramientas para concentrarse mejor y aprender a controlar la ansiedad.
A su vez, en estas clases "trabajan la conciencia del cuerpo, el movimiento y la respiración, con técnicas que se adecuan a la edad del niño y a su desarrollo psicomotriz", según agrega la experta.
Esta práctica colabora con la flexibilidad, el trabajo muscular y con el manejo de la coordinación. El yoga permite trabajar con la conciencia postural, la columna y las articulaciones en general. "Se enseñan de forma dinámica respetando el desarrollo osteoarticular del niño".
También en esta actividad se profundiza en el conocimiento y manejo de la respiración y la relajación.
El espacio Panyaro brinda talleres para toda la familia, con el objetivo de que los niños puedan desarrollar todo su potencial. Roca, la instructora de yoga para niños, es creadora de Yoga Balú, practicante de yoga desde el 2006 e instructora de Hatha Yoga.
Estas clases se basan en elementos de Hatha yoga, por las posturas físicas, las técnicas de respiración, relajación y la meditación. El taller se adapta al universo de los niños, combinándolo con dinámicas de las artes escénicas (danza y expresión corporal, acrobacia y clown).
A diferencia del yoga para adultos -que también se da en Panyaro- los niños se colocan en una ronda y se trabaja tanto en colectivo como individual.
Según Roca "cada taller se piensa de forma de trabajar el nivel grupal, el corporal, la respiración, la relajación y la concentración. Se plantea de esta manera, como un camino posible para ir de afuera hacia adentro, como las etapas a seguir para entrar en estado de meditación".En cada encuentro se trabaja la escucha y se comienza con un juego para nivelar la energía de todos los participantes. A su vez, a través de cuentos, imágenes o juegos, se activa la imaginación y la creatividad.
Hacia el final de la clase, cada uno elige un lugar en el espacio para acostarse en el suelo y hacer una reflexión final, acompañado de música y de respiración consciente. Para cerrar el encuentro, se comparte una propuesta de expresión plástica grupal y/o individual que esté vinculada con lo trabajado.
El taller está propuesto para niños de tres a diez años y no deben concurrir con los padres. De todas formas, el yoga familiar es un buen momento para compartir en la casa con todos los integrantes. Meses atrás se realizó un ciclo de yoga en familia que fue una excelente experiencia.
Las clases se llevan a cabo los martes a las 18:30 en Panyaro (Luis Piera 19 19) y los interesados pueden inscribir a los pequeños enviando un mail a [email protected] o comunicándose al 24129757. Por más información ingrese aquí.
El yoga para niños y niñas de Panyaro tiene como que objetivo "que cada pequeño pueda ir integrando lo compartido en clase, para seguir explorando en su casa, con su familia, amigos, hacer cuerpo lo aprendido y seguir encontrando nuevas formas de conectar consigo mismos y con los demás".
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