Causas y consecuencias: la columna de Luis Calabria
Tony Blair en 1993 acuñó una frase: ser duros con el delito y ser más duros con las causas del delito. Años después la utilizó en campaña Tabaré Vázquez. Esa bienintencionada frase supone una compartible visión integral del abordaje de la seguridad.
El asunto que por más que lo haya proclamado el Frente Amplio no logró cumplir esas premisas. No atendió las causas. Como hemos repasado en estas páginas, no tuvo en sus quince años una buena política social, que estuviera enfocada en el fomento de la autonomía y no en la dependencia; no tuvo buena política educativa y no hizo la tan necesaria reforma porque se dejó impedir por los gremios. Eligieron la paz con su socio sindical antes que el interés nacional que involucraba a los niños y jóvenes.
Tampoco mejoraron la situación de las cárceles ni su rol de rehabilitación.
Y además tuvieron problemas con la represión y con el ejercicio de la autoridad. Así que ni fueron duros con el delito ni con las causas.
Cuando asumió la actual Administración, encontró una policía desmotivada y desjerarquizada, Comisarías desmanteladas, barrios cooptados por organizaciones criminales, un país que pasó de ser de tránsito a acopio de droga, con los peligros que ello conlleva.
Y nos dejaron record de delitos. De 200 homicidios por año, con Frente treparon a 421 en 2018. Las rapiñas aumentaron más de 300%.
Este gobierno se puso en marcha y de la mano de Jorge Larrañaga respaldó a la Policía con LUC, que recogía planteos históricos de los policías y de los sindicatos policiales. Se reabrieron 170 unidades policiales y se dotaron de policías y equipamiento a las Comisarías; se incorporaron más vehículos para el patrullaje, renovando la flota y saliendo de las catraminas que habían.
Se hizo una inversión histórica en tecnología, se ampliaron las cámaras de videovigilancia y se la llevó a barrios donde no había tal recurso.
Se amplió la cantidad de bases de la Guardia Republicana y se dio un combate frontal contra el narcotráfico.
Reabrimos brigadas de Drogas de Montevideo y Canelones que habían sido cerradas en 2013 y de esa manera se reforzó la lucha contra el narcomenudeo permitiendo a la Dirección Nacional dedicarse a las organizaciones medianas y grandes. Esa nueva estrategia permitió que el país tenga récord de Incautaciones de drogas, récord de dinero incautado, récord de allanamientos e interceptaciones, récord de formalizados y condenados por drogas.
Además, se capacitó a policías en Lavado de Activos y hoy hay departamentos de investigación patrimonial, tanto en la Dirección de Drogas como en la de Crimen Organizado. Se creó Fiscalía Especializada en Lavado de Activos y por ley se creó la figura del Decomiso Ampliado para atacar el patrimonio de los delincuentes.
Este Gobierno es el primero desde la vuelta a la democracia que logró reducir los delitos.
La Coalición de Gobierno puede comprometerse a mejorar la seguridad, porque ya ha mostrado pruebas de mejora. Y para esa mejora se proponen algunos nuevos diseños, como un Comando multifuerzas como hizo Italia contra la Mafia y la unificación de Senaclaft y Uiaf para asfixia financiera de los narcos y el crimen organizado.
También se propone continuar la ampliación de la Guardia Republicana; y crear un nuevo delito para atacar a los grupos criminales que operan en algunos barrios (los famosos clanes). El delito consiste en autonomizar lo que es la “asociación para delinquir” creando una nueva figura que aplicaría a todos los integrantes de los “grupos criminales” con una pena severa y asilamiento penitenciario para evitar el contacto con “el barrio”. Para ello es que será útil una nueva cárcel de máxima seguridad. Hay que tener presente que la mayoría de los homicidios responde a enfrentamientos criminales. Y en Montevideo, la mitad de los homicidios se concentra en la jurisdicción de 4 seccionales de las 25 que existen.
Pero lo del principio, para mejorar en el mediano y largo plazo hay que trabajar no solo en la reducción de violencia y en represión sino también en prevención. Eso supone una batería de acciones estatales donde tienen que jugar las políticas sociales, educativas, laborales y culturales.
Tengamos presente que casi cuatro mil de los dieciséis mil presos tiene menos de veinticuatro años, y casi la mitad de los formalizados y condenados en 2024 por Homicidio, tienen menos de veinticinco años. Ellos padecieron la falta de contención de eficientes políticas sociales, educativas y laborales durante su formación en los quince años de gobierno frenteamplista.
El Frente Amplio gobernó el equivalente a una generación entera. Ese es el tamaño del fracaso de su política con las “causas” que tanto dijeron le importaba.
La coalición tiene por delante el desafío de seguir mejorando las respuestas en materia de seguridad en un sentido integral, atacando las causas y las consecuencias. Por eso es clave la defensa de la continuidad, para no perder lo avanzado en políticas sociales, educativas y propiamente, las de seguridad.
