La deportista de 38 años que va para 39 contó su gran objetivo para el que se prepara y que tendrá su meta en Suiza, con el mundial que se realizará en setiembre.
“Corro no hace tanto, hace 9 años, empecé de grande a correr. Y vengo hace 6 o 7 años como campeona nacional de MTB acá en Uruguay, he ido a correr algunas carreras afuera, Panamericanos y demás, y ya estoy para retirarme. Realmente te cansa estar en un buen nivel, entonces, antes de retirarme, quería correr un mundial en la disciplina de maratón”, explicó sobre la modalidad en la que participará, que se destaca por ser más rodadora que la XCO, que es más técnica y explosiva.
Desde hace algunos años la deportista está en contacto con la Federación Ciclista Uruguaya (FCU) para conseguir un cupo para un mundial y esa notificación le llegó este año. “Justo me decidí por correr el Mundial y es el lugar más caro y más lejos del mundo: en Suiza”, dijo Fontes, entre risas.
Tras tener la confirmación, lo que celebró como si hubiera ganado un campeonato, la ciclista ha comenzado a buscar apoyos para tener la mejor preparación y participación, si bien ya tiene asegurados, gracias a sus ahorros, los pasajes junto a su pareja, Richard, quien será su asistente, como en todas sus carreras.
“Este es el país del fútbol, no se cuenta con ningún apoyo de nada, acá lo hacemos todo a pulmón. Y para la Federación es el país de la rueda fina, tampoco hay mucho apoyo para el mountain bike”, dijo la deportista, quien de todas formas agradeció la gestión de la FCU para obtener su cupo con el que representará a Uruguay el 6 de setiembre en Suiza.
La dura preparación para llegar al Mundial de Suiza
El Campeonato Mundial de Mountain Bike UCI 2025 se celebrará en el cantón de Valais, Suiza, del 30 de agosto al 14 de setiembre.
Ana Laura Fontes en sus entrenamientos de mountain mike 2
Ana Laura Fontes en sus entrenamientos de mountain bike
Para competir en el evento, Fontes comenzó su preparación a principios de año para llegar con una carga de kilómetros acorde a la exigencia. “Esta carrera está totalmente lejos de lo que corremos nosotros acá, es otra cosa. Y en Suiza la geografía es totalmente diferente. Estamos en eso ahora, compitiendo poco acá en Uruguay porque o guardás plata o corrés, hay dos opciones. Yo si bien tengo una marca que me patrocina, que es Scott, lo que nos patrocina es con la bicicleta e indumentaria, no hay dinero por medio. Así que entrenando mucho para eso y tratando de llegar con la mejor forma para poder terminar la carrera”, reconoció.
La prueba tendrá 130 kilómetros pero con una altimetría de 5.000 metros por los Alpes suizos, lo que eleva la dificultad para alguien que va del llano, lo que también es complicado de entrenar en Uruguay.
“La complejidad va a ser mucha”, señaló. “Una carrera tan larga así, tenés que ir generando una estrategia tú para tratar de no abandonar, porque van a ser 10 horas de carrera, más o menos. Está salado. Yo, por ejemplo, las carreras más largas que he corrido, en Brasil o en Chile, han sido de seis horas. Nunca he corrido 10 horas. Para nosotros es una locura. Pero bueno, el objetivo va a ser terminar”, admitió.
Para lograr su meta tuvo que cambiar sus entrenamientos ya que cuando compite en Uruguay suelen ser carreras de 60 o 50 kilómetros y con largadas muy rápidas. Por ese motivo, en su planificación no le sirve ir a competencias y aprovecha los fines de semana para hacer fondos de 6 o 7 horas. “He llegado a hacer entrenamientos de 158 kilómetros que yo nunca había hecho en montaña. Te cambian la cabeza, el cuerpo, todo te cambia”, comentó.
Ana Laura Fontes
Ana Laura Fontes en una salida con su bici de gravel
Entre el trabajo en el colegio, las tareas del hogar y la bici
Además de los fines de semana, debe sumar kilómetros los otros días, en los que por la mañana trabaja como maestra y tienen menos horas de sol por la tarde.
Tras ir y volver en bicicleta a dar clases, en un tramo de 5 kilómetros, regresa a su hogar, almuerza, hace tareas de la casa, cuida a sus perros y luego, sobre las 14:30, sale a entrenar, regresando ya de noche, con la linterna de su bici encendida.
“Los fines de semana salgo en bici de montaña, trato de hacer 7 o 8 horas, el máximo que he llegado en montaña, y entre semana entreno en la de gravel, que es un poquito más liviana”, comentó. “Y no puedo salir a subir cerros tampoco tanto tiempo, no hay donde simular altitud acá, estamos en un momento de, como yo lo llamo, las horas culo, horas de sumar asiento”, dijo Fontes, quien es dirigida por Marcos Martínez, reconocido ciclista y entrenador de El Equipo.
Ana Laura Fontes en sus entrenamientos en otoño
Ana Laura Fontes en sus entrenamientos en Maldonado
“La idea en la carrera es terminar ya que ninguna mujer uruguaya ha ido a correr un mundial de maratón MTB, es la primera vez que va a pasar también, que está bueno y ya lo hago por mí y lo hago por el honor personal que por cualquier otra cosa”, dijo.
Sus comienzos y la complicada enfermedad que la llevó al ciclismo
Fontes nació en Rocha pero hace más de 30 años que está radicada en Maldonado, donde comenzó su vínculo con el deporte desde muy chica haciendo atletismo y compitiendo a nivel nacional para el Campus.
Luego, un problema de salud la hizo cambiar de disciplina. “Tengo cinco operaciones en una pierna, tuve una enfermedad que se llama estafilococo dorado, que me hizo una osteomielitis en el hueso y eso me generó artrosis de la rodilla. Eso empezó de chiquita. Cuando quise volver a correr de grande, no pude, estaba estudiando Educación Física, yo soy maestra y profesora de Educación Física, hice las dos carreras, y no pude correr más ni jugar al fútbol, que jugaba en la facultad”.
Los médicos le recomendaran que hiciera natación o ciclismo y optó por la bici, ya que en Montevideo la utilizaba para movilizarse y también se había animado a hacer alguna travesía de Maldonado a Rocha en modo paseo en su adolescencia.
Ana Laura Fontes
Ana Laura Fontes en lo alto del podio de la Scott Marathon de Minas
“Ahí comencé a andar en bici con un grupo de la zona donde yo vivo. Uno de ese grupo de amigos me dijo que tenía que correr. ‘Yo voy a correr una carrera en Brasil, ¿vamos?’. ‘Dale vamos’. Y fuimos a Brasil a una carrera de 10 horas al pie de la selva. Arranqué con todo. Nunca me imaginé lo duro que era, porque largamos a las 9 de la mañana llegamos a las 7 de la tarde en esa carrera, un disparate y me fue bien, quedé tercera en la general, gané la categoría”.
Luego, al regresar a Uruguay, siguió compitiendo, siempre haciendo podios, hasta que se le hizo costumbre ganar, lo que la llevó a ser siete veces campeona nacional, todo un récord en una disciplina donde a nivel masculino no hay un nombre que se haya mantenido tanto tiempo en lo alto como ella.
En su carrera, señala, tuvo “la suerte” de trabajar con firmas que le han dados bicicletas y materiales, primero Specialized y actualmente Scott, que suelen ser sus principales apoyos en un deporte 100% amateur. Así pasó de su primera bicicleta rústica a contar con modelos de primer nivel.
En el mundial de Suiza, su actual patrocinador, cuya casa central está en dicho país, le dará una bicicleta de primer nivel para la competencia. “Me da bicicleta, me da un montón de cosas que son impagables. Poder correr una bicicleta de 15 mil dólares es una cosa que yo no podría pensarlo, ¿no?”.
Un ejemplo para sus alumnos
La maestra Ana Laura da clases en un colegio de en una zona periférica de Maldonado. “Es como el último barrio de Maldonado, Barrio de las Marías”, contó. “Es un colegio bastante humilde. Los chiquilines son todos de la zona, padres trabajadores, un precioso colegio y un ambiente muy lindo para trabajar”.
Ana Laura Fontes festejando con sus alumnos luego de una carrera
Ana Laura Fontes festejando con sus alumnos luego de una carrera
“Trabajo ya hace 13 años en el mismo colegio y lo bueno es que me arreglan los horarios o para irme de viaje cada vez que tengo competencia, eso no es problema ninguno. Y me queda cerquita de casa, así que trabajo bastante cómoda, solo un turno por ahora, porque si trabajas doble turno y querés entrenar, es casi prácticamente imposible”, repasó.
Sus alumnos están al tanto de su carrera deportiva y luego de cada competencia o viaje le preguntan cómo le fue. “Eso les genera curiosidad a ellos. A mí me da un poco como de vergüenza increíblemente, pero eso le genera curiosidad y les llevo las medallas y les gusta, y les cuento”, señaló.
“Y trato de inculcarles mucho el valor del deporte. ¿Viste que cada vez están más sedentarios los gurises? Impresionante. Y con falta de motivación. Acá, por ejemplo, lo que tiene de bueno Maldonado es que hay muchos lugares para practicar deporte gratis con la intendencia. Todos los barrios tienen piscinas... Y de mi clases hay chiquilines, deben de haber 7 u 8, que practican deporte, el resto no. Y es gratuito, es abierto y acá en el barrio. Está salado eso. Y ya no juegan como jugamos nosotros tampoco, ¿eh?”, dijo la maestra que da clases de sexto año. “Y yo les hablo de lo importante que es el deporte, la superación”.
El orgullo de preparar a un ciclista down
Además de las clases y sus salidas para llegar al Mundial, Ana Laura Fontes cuenta con un grupo de entrenamiento de ciclismo MTB. “Es abierto y gratuito, no se cobra”, destacó.
Guille, el alumno de Ana Laura Fontes
Ana Laura Fontes con Guille, su alumno down que acompaña en las carrera
Y entre sus integrantes destaca a Guillermo, “un chiquilín que tiene síndrome de Down”, a quien tuvo como maestra y que siguió sus pedaleadas. “El Guille va a ser un año que está entrenando con nosotros y ha corrido varias carreras. Él no corre solo, ha corrido conmigo, yo lo acompañó”, contó, con mucho orgullo.
“Para mí ha sido una de las satisfacciones más grandes. Imaginate que no común que anden en bicicleta y encima que corran. Él está re copado. Y Guillermo fue alumno mío de la escuela, yo fui maestra de él”.
Guille, el alumno de Ana Laura Fontes
Guille, el alumno de Ana Laura Fontes
Consultada por si creía que lo había inspirado, señaló: “Claro, porque él fue alumno en quinto y sexto y le decía a la madre que quería correr como la maestra. Hace un año me dijo la madre que quería empezar en bicicleta en grupo. ‘¿Puede?’. Y yo ‘sí, dale vení’. Y se copó Guille. Él había aprendido a andar con la madre, que me saco el sombrero porque le había enseñado a andar en bicicleta de chiquito, sin rueditas, sin nada. Para mí fue todo un tema enseñarle a tomar agua arriba de la bicicleta. Y el tema de las carreras, hemos ido y le encanta eso, la gente, saludar, el podio, todo eso”.
Ana Laura Fontes en sus entrenamientos en Maldonado
Ana Laura Fontes en sus entrenamientos en Maldonado
“De los últimos años que estoy corriendo, ha sido de las cosas que más satisfacción me da. Bueno, yo amo tener grupo. Me encanta porque el día que deje de correr, me voy a dedicar a esto, a sacar gente, que es divino ver cómo otra gente se prende en esto”, destacó.
La búsqueda de apoyos y las dificultades para conseguirlos por su edad
Si bien ya tiene asegurados los pasajes, gracias a sus ahorros, Fontes busca apoyos ya que ir a correr a Suiza requiere muchos gastos como traslados y hospedaje, entre otros.
Conseguirlos sabe que no es una tarea fácil. “Yo ya vengo hace años, empecé grande en el deporte, y las primeras cosas que normalmente te dicen es que no se apoya porque, obviamente, a mi edad nunca voy a ser olímpica”, señaló.
También admitió que la FCU le pone mayor foco al ciclismo de ruta, si bien le consiguieron el cupo, algo no menor, que era lo que le habían asegurado que podrían brindarle. Además, fue a la Intendencia de Maldonado, pero solo recibió dos tanques de combustible en ocasión de ir a correr a Paraguay.
Ana Laura Fontes en sus entrenamientos de Mountain Bike
Ana Laura Fontes en sus entrenamientos de mountain bike
“Los primeros años intenté golpear un poco puertas aquí, un poco allá, te da un poco de frustración y decidí no, ya está. Este año dije no. Si bien he hecho cosas desde mi lugar para juntar dinero, yo hago salidas en bicicleta a las sierras y le cobro 200 pesos a quienes van. Y se suma porque en la última salida éramos 70 personas”, señaló Fontes, quien tuvo un contacto con un edil para gestionar por lo menos los costos de traslados de las bicicletas.
“Pero estamos como medio resignados que el apoyo no se consigue”, reconoció.
Mientras tanto, sigue con sus entrenamientos en uno de los mejores lugares de Uruguay para su disciplina. “Casi siempre salgo para el norte de Maldonado, que tenemos la Sierra de las Ánimas, tenemos la Sierra de los Caracoles, como para la parte de atrás del pueblo de Edén”, contó. “A 5 kilómetros ya tenemos pedregullo y campo y a 20 comienza la sierra. O si quiero hacer más kilómetros voy para La Barra o José Ignacio que no hay tantos repechos”.
“En ese sentido, somos privilegiados acá y no tenemos la locura que tiene Montevideo, por ejemplo. Yo entreno siempre sola, a mí la gente me pregunta, ¿cómo te animás? Y yo digo, ando siempre sola, y hago 120, 150 kilómetros sola, no me da miedo”, dijo.
Ana Laura Fontes
Ana Laura y Richard, su pareja y compañero que la asiste en todas las carreras
Con su pareja, Richard, ya están planificando el viaje, los traslados, hospedaje y cómo la asistirá en carrera, algo fundamental para tener buenos resultados. “Las veces que yo voy a correr afuera, que hemos ido a Paraguay, Chile, Brasil, él siempre es el que me acompaña y ya está acostumbrado a todo eso. Me ayuda a armar y desarmar la bicicleta, que realmente lo hago yo porque a mí no me gusta que me toque la bici mucho, los puntos de abastecimiento, llevado, traslado, esas cosas”, dijo.
“Es un apoyo fundamental. A este tipo de carreras, sola no puedo decir. Porque es muy larga, lleva muchas horas y precisas llegar a puntos que te cambien la mochila, que te den comida, y todo eso”, reconoció. “Richard ha sacrificado sus vacaciones, ir a la playa aunque sea, porque sacrificás un montón de dinero, de tiempo, de espacio en el ciclismo y lo haces porque te gusta, porque realmente acá no hay profesionales del mountain bike en Uruguay, lo haces por tu orgullo personal, no lo haces por más nada”.
“Si no hay una pareja que te acompañe, tampoco lo haces a todo esto”, reconoció Fontes, quien ya le prometió a su compañero que el próximo viaje luego del Mundial será sin la bicicleta.