Por primera vez en la historia se registró la presencia de un ejemplar de dorado en la cuenca uruguaya de la laguna Merín.
El pez, de cuatro kilos de peso, apareció el 25 de julio en la red del pescador artesanal Gaspar García, en la desembocadura del río Tacuarí.
El hallazgo fue reportado por los zoólogos Carlos Prigioni y Gonzalo Rodríguez en un artículo fechado el 9 de agosto en la publicación digital Acta Zoológica Platense.
Con la aparición de este ejemplar de dorado, ya son seis las especies ictícolas propias de la cuenca del río Uruguay que en los últimos tiempos se han registrado en forma sorpresiva en la cuenca de la laguna Merín.
Las otras son: corvina de río, torito o bagre tigre, dientudo pantaneiro, piraña y sábalo.
Precisamente, la captura en marzo de un ejemplar de piraña en el río Yaguarón, en Río Branco, había encendido las luces de alarma sobre este tema. Por su voracidad, dicha especie, si llegara a afianzarse en la zona, podría acarrear problemas a la pesca y el turismo.
Según explicó Prigioni a El Observador, investigadores brasileños han planteado la hipótesis de que la creciente presencia de especies del río Uruguay en la cuenca de la laguna Merín podría deberse al trasvase de aguas del río Ibicuy y sus afluentes a las arroceras de la zona. El Ibicuy es un afluente del río Uruguay. Según explicó el zoólogo, las aguas del Ibicuy se usan en arrozales situados en la cuenca de la laguna Merín. “Han bombeado agua de una cuenca para la otra y ahí se cuelan huevos, alevines o juveniles”, dijo el zoólogo.
De todos modos, las razones de la presencia del dorado en aguas del Tacuarí no está cien por ciento aclarada aún. La especie también ha sido registrada en el río Piratini, afluente de la laguna de los Patos, en Río Grande del Sur.
“Otra opción que se ha manejado es la suelta intencional de estas especies, pero lo veo menos probable”, agregó el zoólogo.
El sistema de las lagunas Merín y de los Patos ya ha sufrido grandes cambios ambientales. Hasta 1977 el canal San Gonzalo vinculó a ambas lagunas con el océano y permitía la entrada de agua salada. Eso hacía que ingresaran a la laguna especies de peces e invertebrados capaces de vivir en aguas estuarinas.
Pero esas especies comenzaron a desaparecer de las lagunas cuando ese año se inauguró un dique en el canal tendiente a impedir la entrada de agua salada, para asegurar una reserva de agua dulce para cultivos y uso humano.