El primer impacto de una exportación de ganado en pie hace foco en el sector criador: "Hay de 30 mil a 40 mil productores que se benefician y entre todos tienen miles de empleados", afirmó.
"Con la exportación de ganado en pie incentivamos directamente al criador, que está al inicio de la cadena y debe tomar una decisión un año y medio antes de que ese ternero esté pronto para la venta, por lo tanto precisa señales claras y estables", expresó.
"Tambien la exportacion en pie ha generado negocios paralelos al mercado en el cual cientos de acopiadores compran estos terneros, novillos, etcétera, producen kilos de forma más intensiva y también aumentando su cantidad de empleados directos e indirectos. La exportacion en pie activa y sin ninguna traba hace que los productores inviertan en nuevas tecnologías, intensificando sus sistemas y todo esto termina traccionando todo el sector, granos, raciones, transportes, pasturas, etcétera. Todos esto pasa únicamente debido a que la exportación en pie le da al mercado una agilidad y una dinámica admirada por paises que no tienen esta herramienta", complementó.
Señaló, también, que "en nuestra cadena de costos, por los tiempos, por la complejidad del negocio, siempre pagamos más, un flete a frigorífico de un camión de 18 metros la industria lo paga $ 82 el kilómetro y nosotros pagamos $ 100, un camión doble piso ellos pagan $ 120 y nosotros $ 145".
En el caso del maíz, por citar otro ejemplo de cómo el exportador en pie inyecta más capital al mercado, "el silo vale US$ 40 o US$ 50 y nosotros lo pagamos US$ 60, US$ 70 y US$ 80 a veces, porque no sabemos cuándo se va a dar el negocio y tenemos que salir a comprar granos de apuro y pagar mejor", explicó, "entonces un maíz que vale US$ 210 a US$ 220 para un feedlot normal o de frigorífico nosotros lo pagamos US$ 230 a US$ 240", lo mismo pasa con las fábricas de raciones, que tienen sus picos de ventas locales durante el invierno, pero con la exportacion en pie logran mantenerse y ganar durante el resto del año, incusive durante la primavera que es el momento de mayor forraje. Esto permite mantener o incluso aumentar los empleados de estas fábricas durante momentos de poca o nula actividad en el sector local".
"El ternero lo pagamos 10% o 15% más"
González, en ese mismo sentido, concluyó que "el ternero lo pagamos 10 o 15% más que el mercado local, eso incentiva al criador y tracciona, hace invertir también al recriador, sin dudas incidimos en toda la cadena, ese productor que tenía un empleado en un campo de 500 hectáreas con 500 novilos si le compiten por comprar su ternero y reciba más tiene estímulos para hacer una pastura, entonces tracciona a la empresa que vende pasturas, pasa a tener 700 terneros intensivos, compra y da ración, tracciona ahí también, y pasa a tener cuatro empleados en vez de uno y eso puede hacerlo porque sabe que hay cuatro empresas que están pujando en el mercado por sus terneros, no tiene que resignarse a vender únicamente a los frigoríficos".
Admitió que los precios por los ganados que la industria paga están buenos, pero pidió que no se mire solo la foto actual, o los últimos seis meses, pidió considerar un período de varios años para tener una lectura adecuada.
Los terneros y la faena actual y la de hace 15 años
Señaló otro dato: el mercado de exportación de ganado en pie hacia Turquía se originó hace 15 años cuando en Uruguay nacían por año 2,5 millones de terneros y la industria faenaba 2,2 a 2,3 millones de vacunos, más o menos lo mismo que se faena ahora cuando nacen 3,1 millones de terneros, y por encima de eso el stock ha aumentado.
Por lo tanto, preguntó: "¿Quién y con qué elementos puede decir que la exportación en pie ha dañado a la industria, eso no es verdad y los datos están de nuestro lado?".
"Con nosotros, por ejemplo, trabajan más de 40 personas de forma directa, la exportación en pie genera mucho empleo con sus empresas, pero más allá de eso hay que enfocarse en lo que distribuye para atrás, en lo que hace invertir al productor y a otros actores, la exportación en pie crea mucho trabajo y un trabajo que se paga muy bien", afirmó.
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Rodrigo González, presidente de la Unión de Exportadores de Ganado en Pie (UEGP).
Novillos prontos para faena y porotos de soja
Otro tema sobre el que González realizó una consideración es el del cuestionamiento a que el novillo listo para ser faenado se exporte y no pase por la industria.
"Naturalmente no me gustan las regulaciones, porque eso limita la libertad. Al igual que considero que no se debe prohibir que la industria mate vacas preñadas, tampoco se debe prohibir la exportación de ningún animal en pie. El mercado debe regularlo solo. Si una vaca preñada va a frigorífico significa que esa vaca preñada como animal para cría vale poco, no podemos prohibirle al productor que la venda, ni al frigorífico que la mate, al mismo tiempo que no podemos prohibirle al productor tener dos opciones de venta para sus novillos, sin importar si están listos a faena o no. Aunque aclaro que los animales exportados con protocolo de faena no estan prontos, son animales que se compran con 360 a 400 kilos, no de 500 a 550 kilos como faena la industria", detalló.
Agregó que, "como dijo un referente del rubro unos días atrás, la incursión de Uruguay en la agricultura ha sido muy exitosa, ha crecido exponencialmente en 20 años y vendemos la materia prima, a nadie se le ocurre decir que tenemos que poner fábricas de harina de soja para que la soja no se vaya sin dejar valor agregado, porque los costos de Uruguay son caros, entonces se va el grano como materia prima, y esto no significa que no desparrame beneficios, ni que no genere puestos de trabajo".
"Acá lo que hay es un problema de costos"
Sobre eso, complementó, "acá lo que hay es un problema de costos, que es lo que hay que atacar, para resolverlo no es justo hacer cosas que hagan que el producto, el ternero o el novillo, valga menos, es una cosa totalmente intervencionista además y es querer cortar algo que funciona bien para arreglar algo que funciona mal, y a expensas del bolsillo del productor".
Certezas y tiempos de permisos
González señaló, finalmente, el valor de tener certezas de parte del gobierno para concretar los negocios, los cuales se concretan unos 120 días previos al embarque, considerando que los permisos que se gestionan tienen una vigencia limitada, por 60 días, por lo cual no es lógico solicitar al inicio de agosto un permiso para embarcar animales en diciembre.
También, dijo, "se debe saber que los permisos están asociados a una cuarentena (predio) específica, la cual puede estar hoy ocupada para otro embarque o destino, lo que imposibilita solicitar un permiso por arriba de otro con diferentes fechas, o puede bien aún no estar contratada ya que aún no se ha concretado el negocio, entonces nos parece que se perdieron con el procedimiento y la cronología normal del negocio el cual, primero se concreta con una cuarentena en vista, luego se hacen contratos o proformas, se contratan barcos, se reciben fondos y recien ahí con todo listo se solicita el permiso, unos 50 a 60 días previos a la carga, por esa razón lo sugerido o impuesto por las autoridades es inviable, o se debe cambiar el funcionamiento y la vigencia de los permisos como lo conocemos".
"La cosa es muy simple -agregó-: nosotros debemos saber hoy antes del permiso y antes de concretar aún el negocio si los novillos de Uruguay con protocolo para faena estan arriba de la mesa de negociación con los clientes o no, porque después que se concreta el negocio hay que entregar los animales".
Como consideracion final, señaló: "Normalmente a los exportadores los afecta poco esta situación, ya muchos nos movemos en el resto de los mercados de la región, como ser Brasil, entonces si Uruguay no puede vender novillos para faena los vendemos desde Brasil, esta medida perjudica más que nada al productor".