El lunes 12 de agosto, FNC reabrió la fábrica minuana tras un parate de tres meses. Para hacerlo se sucedieron varias instancias de negociación entre representantes del gobierno, la compañía y la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) y el sindicato local. En las primeras dos semanas se realizaron tareas de mantenimiento y puesta a punto de la maquinaria.
Uno de los principales cambios fue en la jornada semanal de trabajo. Antes del cierre, la planta estaba en funcionamiento seis días a la semana. El acuerdo para la reapertura incluyó una modificación al respecto, según explicó a El Observador el dirigente sindical de FNC de Minas, Federico Suárez.
Actualmente, el régimen de trabajo es de cuatro días a la semana con dos turnos de 12 horas. La modificación se produjo con la intención de disminuir los costos energéticos. Es decir, mantener máquinas prendidas y en funcionamiento cuatro días en vez de seis.
La fábrica operaba con una plantilla de 152 trabajadores de los cuales 98 estaban afiliados al sindicato. Desde agosto la mano de obra está compuesta de 74 operarios entre los que se incluyen 59 afiliados. “Fue un camino doloroso, hubo varios retiros; pero todo formó parte del proceso para volver a abrir”, dijo Suárez.
Para lograr la reapertura también hubo un cambio productivo. La planta de Minas envasaba cerveza Patricia en botellas de vidrio de 1 litro y latas de todas las marcas de la compañía.
Suárez indicó que en la actualidad la línea de producción en vidrio se realiza únicamente en Montevideo. La planta de Minas quedó destinada solamente para el envasado en latas. El lunes 26 de agosto se logró retomar esa actividad.
El dirigente informó que la previsión es alcanzar los 5 millones de litros a fin de año. El acuerdo estableció un tope para el ingreso de cerveza importada.
Según estimaciones de la FOEB en 2023 la empresa importó 4 millones de litros de cerveza en lata. En la negociación se dispuso que la importación no puede superar el 30% de la producción. Entonces, si FNC quisiera repetir la cantidad del año pasado, el envasado local en Lavalleja debería superar los 12 millones de litros.
Las idas y vueltas en la planta de Minas
En mayo de este año la empresa comunicó al sindicato que cerraría la planta de manera definitiva en agosto luego de realizar una parada técnica. Sin embargo, el 10 de ese mes el mensaje cambió y alteró la normalidad en la fábrica minuana.
Desde el primer momento el gobierno dejó en claro su intención de evitar el cierre de una planta emblemática para la zona. Por eso rápidamente estableció dos ámbitos de negociación para que en ellos se elaboraran alternativas. Uno de ellos se dedicó a aspectos laborales; el otro a temas productivos y de competitividad. La representación del Poder Ejecutivo fue de los ministerios de Economía, Industria, Trabajo y Ambiente.
Para fundamentar el cierre, la dirección de FNC brindó sus argumentos. Explicó que enfrentaba problemas de competencia ante productos importados que llegaban al país a menor costo. Esa situación llevó a que la empresa tuviera una capacidad ociosa de más del 50% entre las plantas de Minas y Montevideo. Por eso la decisión de cortar la producción en Lavalleja y concentrarla en la fábrica de la calle Entre Ríos.
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Foto: Inés Guimaraens
Ya con el cierre anunciado, las dos comisiones comenzaron a dialogar. Pero los datos recabados en ese intercambio con FNC no dejaban demasiadas alternativas. Incluso, la ministra de Industria, Elisa Facio, comentó que los dos últimos balances no mostraban que la compañía atravesara momentos de zozobra. El último -de 2023- verificó ganancias por US$ 8 millones. “Lo que creo es que, de alguna manera, la empresa utilizó al gobierno como una consultoría”, dijo la ministra ante una comisión parlamentaria.
“Vino con un problema -porque no entiende que una empresa privada tendría que resolver sus problemas con su propio personal- y la realidad es que tenía a cuatro ministros mirándole los números para ver cómo los podía mejorar”, añadió.
La mejora de los costos llegó entonces por la vía laboral, con la reducción de la plantilla de operarios. Para conseguirlo la empresa implementó un plan de retiro incentivado para funcionarios con una edad cercana a la jubilación.