"Los jóvenes no son una generación inherentemente misógina: se están radicalizando por algoritmos diseñados para ofrecerles contenido cada vez más extremo"
Según la escritora británica Laura Bates, "si eres un varón adolescente y te creas una cuenta de TikTok colocando tu edad, en promedio, en menos de media hora te va a aparecer el primer contenido misógino".
14 de julio 2025 - 16:16hs
Laura Bates es escritora y fundadora del proyecto Everyday Sexism. Getty Images
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La serie británica "Adolescencia" aborda el impacto de las redes sociales y los influencers misóginos en algunos adolescentes. Netflix
Para Bates, las nuevas tecnologías están poniendo en peligro a niñas y mujeres al potenciar contenidos misóginos extremos. Getty Images
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Amol Rajan entrevistando a Laura Bates para el primer episodio del podcast Radical de la BBC.
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En tan solo una semana, Laura Bates vivió tres episodios de acoso y agresión sexual.
Para ese entonces tenía más de 20 años y había interiorizado tanto la violencia en las calles, boliches y trabajos que solo pudo comprender la gravedad del asunto porque los tres hechos sucedieron en un lapso muy corto de tiempo.
Lo que pronto aprendería es que su experiencia no era aislada.
En 2012 Bates lanzó Everyday Sexism, un proyecto que recopila historias cotidianas de acoso y abuso hacia mujeres, y desde entonces ha ido ganando notoriedad hasta convertirse en una de las principales voces del feminismo en Reino Unido y en todo el mundo.
Ha publicado una serie de libros entre los que se encuentran Everyday Sexism ("Sexismo cotidiano"), Men Who Hate Women ("Los hombres que odian a las mujeres") y recientemente The New Age of Sexism ("La nueva era del sexismo").
En el primer episodio de Radical, un nuevo podcast de la BBC conducido por el periodista Amol Rajan, la escritora británica explica cómo los algoritmos de las redes sociales están radicalizando a varones jóvenes, tal como retrata la aclamada serie "Adolescencia".
Bates afirma que las empresas tecnológicas son en parte responsables de este extremismo que pone en peligro a muchas niñas y mujeres, y propone formas de atacar el problema.
Antes de hablar de "La nueva era del sexismo", quiero abordar un poco la vieja era. ¿Cómo llegaste al feminismo?
Creo que no supe realmente lo que significaba la palabra hasta mis veintitantos años, cuando tuve una especie de momento de iluminación.
Lo que pasó fue que un día, mientras estaba en camino a casa, en el norte de Londres, un hombre comenzó a seguirme. Me hacía proposiciones sexuales de manera explícita y no aceptaba un no por respuesta.
Unas noches después, un hombre que estaba sentado a mi lado en el autobús me metió la mano entre las piernas. Yo estaba al teléfono con mi madre y sin pensarlo dije fuerte: "Este tipo me acaba de manosear". Todos allí me escucharon y apartaron la mirada. Nadie dijo nada.
Dos días después, estaba caminando por la calle, a plena luz del día, y pasé junto a unos tipos que comenzaron a decir cosas sobre partes de mi cuerpo y todas las cosas que me harían.
Si esas cosas me hubiesen pasado en semanas diferentes, probablemente no lo hubiese notado, porque era tan normal.
La serie británica "Adolescencia" aborda el impacto de las redes sociales y los influencers misóginos en algunos adolescentes.
Aprendes a caminar a casa con las llaves entre los dedos, a no usar auriculares por si alguien se te acerca por detrás, a usar zapatos planos porque tal vez tengas que correr.
Aprendes qué ropa usar porque hay que anticipar el acoso del que puedes ser víctima. Cuando sales, debes cuidar tu bebida y avisar que llegaste sana y salva a casa. Debes tomar un taxi a casa, pero el taxi adecuado.
Estas son algunas del millón de formas en las que aprendes desde muy pequeña que no estás a salvo.
Dices que hemos logrado victorias contra el sexismo, pero ¿qué cosas están empeorando?
Vivimos en una época realmente preocupante en cuanto a una reacción muy retrógrada entre los varones más jóvenes de nuestra sociedad y la razón es que los algoritmos han facilitado la radicalización masiva de niños y jóvenes.
Esto es algo que nunca habíamos visto.
Si observamos datos de encuestas que analizan la opinión pública a lo largo de las décadas, vemos que una proporción de la sociedad piensa, por ejemplo, que las mujeres deberían estar en la cocina, que las mujeres tienen la culpa de ser violadas si coquetean y cosas así.
Esas opiniones siempre han sido más comunes entre los encuestados de mayor edad. Por eso, existe la idea de que las ideas cambian gradualmente con el tiempo y que los jóvenes son más progresivos y liberales.
Pero ahora cada vez más estudios sugieren que las actitudes más misóginas, obsoletas y regresivas hacia las niñas y mujeres son más comunes entre los jóvenes por primera vez en la historia.
¿Cuál es la naturaleza de esta radicalización hacia opiniones extremas y desagradables? ¿Qué está pasando?
Es muy importante decir que los jóvenes no son una generación inherentemente misógina.
Se están radicalizando por algoritmos de redes sociales increíblemente poderosos diseñados no para ofrecerles el contenido más relevante o de mayor calidad, sino contenido cada vez más extremo para captar su atención.
Para Bates, las nuevas tecnologías están poniendo en peligro a niñas y mujeres al potenciar contenidos misóginos extremos.
Vivimos en una economía en la que la atención es muy importante. Cuando los datos y la información son abundantes, nuestra atención se convierte en un recurso escaso y hay empresas que han desarrollado una asimetría de riqueza, conocimiento y poder captándola, y una forma de hacerlo es alimentándonos con material controversial y extremadamente atractivo.
Esto no es un problema si buscas una receta y de repente, después de unos cuantos videos recomendados, te topas con un concurso que premia a quien coma más perros calientes. Pero sí cobra importancia cuando de repente te recomiendan videos misóginos cada vez más extremos.
De acuerdo a un estudio, si eres un varón adolescente y te creas una cuenta de TikTok colocando tu edad, en promedio, en menos de media hora te va a aparecer el primer contenido misógino. Y no es que tienes que buscarlo, sino que te llega.
Siempre ha existido una reacción negativa hacia el progreso de la justicia social, pero esta es la primera vez en la historia que se le ha dado un impulso con algoritmos.
Y no se trata solo de TikTok. Otro estudio reciente reveló que los usuarios del metaverso están expuestos a comportamiento abusivo cada siete minutos en promedio. Cuando se le cuestiona sobre el asunto a Meta (la empresa madre de Facebook, Instagram y WhatsApp), esta apunta a sus políticas y su procedimiento de denuncias.
TikTok dijo a la BBC que la metodología utilizada en el estudio citado por Bates no refleja la experiencia real de los usuarios en la plataforma y que el tamaño de la muestra fue extremadamente limitado, tanto en el número de cuentas utilizadas como en la cantidad de videos vistos. Por defecto, se informó, las cuentas de adolescentes comienzan con la configuración de seguridad y privacidad más estricta disponible.
Meta, por su parte, declaró: "Este tipo de comportamiento no tiene cabida en nuestra plataforma y seguimos implementando mejoras para abordar el contenido potencialmente dañino en todos nuestros servicios. Meta cuenta con alrededor de 40.000 personas trabajando en cuestiones de seguridad a nivel mundial y ha invertido más de US$ 30.000 millones en esta área durante la última década".
Últimamente se habla bastante de una crisis de masculinidad. ¿Crees que es algo a lo que se enfrentan los niños y varones jóvenes?
Por supuesto. Sabemos que existe una crisis de salud mental entre la gente joven, especialmente entre los varones, y el suicidio es la principal causa de muerte en los hombres menores de 50 años.
Lo que no creo es que si apoyas a las mujeres, estás socavando e ignorando los problemas que enfrentan los niños y hombres. Todo forma parte del mismo problema.
Los varones se ven afectados por un mundo que les enseña que tienen que mostrar un tipo de masculinidad muy específica que es represiva para ellos mismos, que les impide sentirse capaces de pedir ayuda o ser vulnerables o hablar de sus sentimientos o desarrollar relaciones afectuosas comprometidas.
Son los mismos estereotipos que, por otro lado, afectan a las niñas, a quienes se les dice que son demasiado emocionales y que no deberían estudiar ciencia.
Amol Rajan entrevistando a Laura Bates para el primer episodio del podcast Radical de la BBC.
¿Qué tienen en común los hombres que odian a las mujeres, aparte de odiarlas? ¿Provienen de ciertos contextos familiares o tienen ciertos tipos de personalidad?
Comparten una sensación de que, como hombres, tienen un derecho inherente a los cuerpos de las mujeres y al sexo. Es una visión donde las mujeres son como una mercancía deshumanizada.
Y desde ese punto de partida, toman trayectorias muy diferentes.
Los llamados "incels" (célibes involuntarios) son hombres que creen que las mujeres deberían ser castigadas con violencia física y sexual por no tener relaciones sexuales con ellos.
Pero también tenemos a los coaches del ligue, una industria de millones de dólares.
Mientras que los "incels" piensan que el sistema está amañado contra ellos y nunca va a cambiar, los coaches creen que puedes aprender trucos para que las mujeres tengan sexo contigo una y otra vez, ya sea que quieran o no.
Pero todas estas cosas tienen como raíz la deshumanización de la mujer.
Muchos padres deben de estar preocupados y sintiendo ansiedad con lo que estás contando. ¿Qué pueden hacer hoy para proteger a sus hijos?
Comunicarse con ellos desde una edad muy temprana. Los peligros de un mundo donde la pornografía online muestra a mujeres siendo violadas y agredidas son exponencialmente más grandes cuando los niños crecen en un entorno donde nadie les habla sobre cómo es tener relaciones sanas.
Otra cosa para los padres es tener conocimiento del panorama digital. Siempre les recomiendo abrir una cuenta en una red social como si fueran un varón de 14 años y ver qué tipo de videos surgen cuando buscan "mujer" o "feminismo".
Pero sobre todo quiero destacar que a los padres hoy se les fuerza a una decisión imposible. Se les dice: o vas por la vía de prohibir el celular para proteger a tus hijos de los peligros, lo cual también los mantienes alejados de las herramientas y habilidades digitales vitales para el futuro de esa generación, o bien les das acceso a todo y los dejas expuestos a grandes daños.
Y es una locura que nadie esté hablando de que en verdad hay una tercera opción que es que regulemos y obliguemos a las empresas tecnológicas a mantener a los jóvenes a salvo.
*Esta nota está basada en la conversación entre Amol Rajan y Laura Bates, y ha sido editada para mayor claridad.
Si quieres escuchar la entrevista completa en inglés, puedes hacerlo en BBC Sounds o, si estás en Reino Unido, en BBC iPlayer.
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