Yamandú Orsi y Álvaro Delgado ya pusieron los motores en marcha y saldrán, desde este lunes, a recorrer el interior del país buscando retener los votos de octubre y obtener nuevos para hacerse de las llaves del piso 11 de la Torre Ejecutiva.
Desde la noche de las elecciones, en cada una de las participaciones que han tenido, los candidatos han intentado posicionarse como los más capacitados para gobernar sin mayorías en el Parlamento aunque tienen lecturas opuestas respecto a cómo arrancan la carrera hacia noviembre.
Orsi ha dicho que parte con ventaja porque el Frente Amplio fue el partido más votado (43,9%) y en los cinco balotajes que ha habido siempre ha aumentado su votación respecto a octubre.
Delgado, en tanto, dice que es favorito porque la coalición sumada tuvo más votos que la izquierda (47,4%) y confía en que no tendrá fugas o que serán mínimas porque el bloque está consolidado por lo que no incidirán en el resultado final.
Pero los resultados del domingo también dejaron un bolsón nada despreciable de más de 200 mil votos (8,5% del total de emitidos) que no fueron a ningún bloque y cuyo comportamiento será decisivo para definir la elección.
Los "no alineados"
Son, en total, 207.619 sufragios de acuerdo con los datos cerrados del escrutinio primario de la Corte Electoral procesado por El Observador. A nivel nacional, el 31% de esos votos fueron a Identidad Soberana; 25% anulados; 16% que solo pusieron la papeleta del Sí a alguno de los plebiscitos, y 15% en blanco. El 12% restante se divide entre votos a los partidos menores (PERI, UP, PCN y PAR).
En una entrevista con Búsqueda, el sociólogo Ignacio Zuasnabar dijo este jueves que la zona de “batalla” está compuesta por territorios “pequeños y heterogéneos entre sí”.
Al tomar todos los votos que no fueron ni al Frente Amplio ni a los partidos que integran la coalición y hacer zoom se observan diferencias entre los departamentos que dan pistas de lugares a donde los bloques pueden ir a buscar esos sufragios que necesitan para ganar la elección.
El departamento con mayor porcentaje de votos por fuera de los bloques fue Rocha con un 10,3% de los sufragios. El 30% de ellos fueron a IS, 23% anulados, 18,5% solo a papeletas y 16,9% en blanco. En Punta del Diablo, por ejemplo, los partidarios de Gustavo Salle fueron la tercera fuerza política por delante del Partido Colorado.
Detrás de Rocha se ubicó Maldonado, que tuvo un 10% de votos por fuera de los bloques. En este departamento, los apoyos a Salle y los anulados representaron casi 6 de cada 10 de esos sufragios.
Canelones compone la tercera pecera más grande de votos “no alineados” con 9,7% pero a diferencia de los anteriores, en este departamento la mayoría de ese porcentaje (31%) correspondió a personas que anularon el voto. Una cifra casi igual da la suma de los que solo pusieron papeleta de apoyo a plebiscitos con los que votaron en blanco y por detrás quedan los votantes de Identidad Soberana.
El cuarto departamento que supera al promedio nacional (8,5%) en votos por fuera de los bloques es Lavalleja (9,3%).
A su vez, hay otros cinco departamentos con porcentajes de votos por debajo de ese promedio. Artigas 6%, Salto 6,4%, Cerro Largo 6,6%, Flores 6,6% y Rivera 6,8%.
Aunque Soriano tuvo una votación cercana al promedio (8,9%), al poner la lupa sobre el departamento se observa un fenómeno particular: el PERI votó mejor que el Partido Independiente cuando a nivel nacional los liderados por Pablo Mieres cuadruplican a César Vega.
En una publicación en Twitter este viernes, el politólogo Diego Luján señaló que en todas las segundas vueltas desde 1999, los votos blancos y anulados crecieron en comparación con la primera vuelta.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/dielujan77/status/1852355815673319761&partner=&hide_thread=false
Los votos que valen dos
Más allá de la búsqueda de los votos “no alineados”, tanto Orsi como Delgado intentarán captar a personas que en primera vuelta se inclinaron por el “otro bloque”. Estos apoyos “valen doble” porque son votos que se suman a un bloque y se restan al otro.
¿Cuántos pueden migrar? En el programa Campaña del miedo, el sociólogo Rafael Porzecanski dijo esta semana que las encuestas previas a la elección realizadas por Opción mostraban que un 15% de los votantes de la coalición preferían votar a Orsi antes que a Delgado.
Tras las elecciones de 2019 –año en que se produjo la mayor fuga de la coalición al Frente Amplio desde que existe el balotaje–, Porzecanski junto al politólogo Nicolás Schmidt estudiaron el comportamiento de los votantes de Cabildo Abierto entre octubre y noviembre, y llegaron a la conclusión de que casi un cuarto de ellos habían pasado de apoyar a Guido Manini Ríos a Daniel Martínez.
Este jueves, Zuasnabar señaló que la situación era diferente respecto a cinco años atrás. Dijo que lo que había para “repartir” era “mucho más chico” (por la caída cabildante) aunque observaba un “territorio muy interesante de entender” en el Partido Colorado.
A su vez, Eduardo Bottinelli (Factum) agregó en El País que la coalición era “mucho más compacta” desde el punto de vista de funcionamiento político pero también de su electorado. “Es un electorado que ya es proclive a la coalición en su gran mayoría, porque ya gobernó", expresó y aseguró que las pérdidas que puedan haber serán "muchísimo menores" que las de 2019.
Por último, el sociólogo validó que el FA no tenía la tarea de retener porque era “casi automática”, mientras que Delgado debía trabajarla un poco más y por eso eso "la foto el 27 de octubre todos juntos" y las conferencias por todo el interior.