18 de junio 2025
Dólar
Compra 39,80 Venta 42,20
18 de junio 2025 - 5:00hs

“Todo tenía que pasar por Sara. Por más que yo pidiera un informe si Sara no daba el ok, no me lo daban”, declaró la contadora Patricia Torrado, interventora en CVM por el Banco Central en relación al primer mes en el que las autoridades de la empresa Custodia de Valores Moviliarios (CVM) no habían sido desplazadas en 2022 cuando explotó el caso Goldring.

Torrado declaró como testigo días atrás en una audiencia de un juicio civil a cuyo audio accedió El Observador. Ese juicio entablado por tres inversores que había depositado unos US$ 500 mil y que son representados por Bragard Abogados se encuentra en la etapa de prueba. Hasta el momento han declarado funcionarios del BCU, los liquidadores de Lideco y trabajadores de CVM. Aparte transcurre el proceso penal por el que Goldring fue imputada por apropiación indebida y la fiscalía está a la espera de información proveniente de Estados Unidos para acusarla.

Ante la pregunta de si Goldring y sus empleados colaboraron con el BCU y les daban la información que pedían, Torrado dijo que hubo “una colaboración media”. “Si uno pide información y no se la entregan, eso es una colaboración a medias”, dijo y relató que en determinado momento pidió traer fondos a las cuentas de custodia (en el extranjero) hacia Uruguay “porque la sociedad necesitaba afrontar obligaciones y acá en Uruguay no tenía fondos suficientes” pero le daban largas, le decían que ya se iba a mandar la nota y no se mandaba.

Más noticias

“Sara en ese momento estaba muy confusa, era bastante difícil acceder a ella en cuanto a una conversación de este tipo, ¿no? (...) con Sara no se podía hablar por el estado de confusión que estaba, que tenía la situación, porque ella también muchas veces también tenía que estar con sus abogados. Después, en determinado momento de la intervención, ella se certifica, porque estaba pasando un quebranto de salud y pedirle información no era de recibo, o sea, se le dio... Tuve una conversación personal con Marcos Cukier en donde le solicité la información más allá de los mails y no fue obtenida”, afirmó la interventora.

En esa audiencia luego de Torrado declaró María Garat, gerenta de supervisión de Mercado de Valores del Banco Central y coincidió en que “Sara era la que decidía”. “O llamaban a Sara y le preguntaban qué valor querían dar para cobrar esa plata, para cumplir con el contrato”.

Garat dijo que el problema principal de CVM fue que “no había efectivo para devolver a los clientes y eso fue una de las causales para la liquidación”. Además “no se había informado correctamente a los clientes sus saldos durante, desde abril más o menos” de 2022.

Aclaró que si bien los clientes firmaban un poder de libre administración que implicaba que la empresa podía “comprar y vender valores” en su nombre, ello no implicaba no contarle después al cliente lo que había pasado con sus cuentas. “Justamente dentro de las obligaciones que tienen los intermediarios es que sí tienen que informarle a sus clientes lo actuado”, afirmó.

Pero lo más relevante del testimonio de la jerarca del central fue que ante la consulta de la abogada Andrea Ramírez que le preguntó si las irregularidades detectadas en materia de mercado de valores implicaban una violación a esa normativa, Garat dijo que "sí".

cds-4729-1-jpg..webp
Mauricio Cukier, esposo de Sara Goldring, ingresando a la Bolsa de Valores de Montevideo
Mauricio Cukier, esposo de Sara Goldring, ingresando a la Bolsa de Valores de Montevideo

Las irregularidades detectadas en la cuenta ómnibus y las operaciones PUT

Al detallar las irregularidades por las que el BCU entiende que Goldring violó la normativa de mercado de valores, Torrado dijo que cuando asumieron la intervención constataron fue que los saldos de los clientes de las cuentas “no se condecían con los saldos que estaban en los custodios. De hecho, había ciertas transacciones que no se habían registrado correctamente en las cuentas de los clientes”. Constataron que esa situación “afectó a casi todos los clientes”. Agregó que serían unas 300 cuentas aproximadamente.

Hubo transacciones que no fueron registradas y al regularizarlas “muchos clientes quedaron con saldo negativo, otros con saldo positivo… Entonces el cliente que tenía saldo positivo y podía reclamar a la sociedad, no estaban los fondos para que la sociedad se los entregara”.

Ejemplificó que si el cliente tenía 100 bonos y esos 100 bonos estaban pensaba que no había perdido nada pero como no había fondos había perdido “todo”.

Garat amplió al explicar sobre la cuenta partidas pendientes de imputación, que implicaron que "a partir del mes de abril de 2022 empezaron a tener muchas pérdidas y dejaron de registrar a los estados de cuenta de los clientes las pérdidas originadas por las opciones PUT" que eran operaciones sumamente riesgosas.

Pero como al 30 de junio, los corredores de bolsa tienen que tener lo que se llama el informe de revisión limitada de auditoría, hecho por auditores externos, "registraron todo en las cuentas de los clientes y como quedaban con saldo negativo después los pasaron todos esos saldos negativos a la cuenta partidas pendientes de imputación", que se creó con ese objetivo.

También se le preguntó si se descubrieron transferencias de opciones PUT desde cuentas globales de clientes hacia cuentas vinculadas personales de la directora o propias de la entidad o algún otro cliente en particular y respondió afirmativamente

Torrado se había referido antes a las cuentas ómnibus que manejaban fondos de terceras personas y reúne los fondos de varios clientes. “Si yo quiero hacer transacciones en el exterior y quiero comprar bonos para 5 clientes, no abro 5 cuentas, abro una a nombre de la sociedad, la declaro que es cuenta de terceros y que es una cuenta ómnibus”, explicó.

“Los saldos de las cuentas ómnibus tienen que sumar el saldo de todos los clientes y todos los clientes debieran de ser con saldo positivo porque si no quiere decir que un cliente está debiendo plata a otro cliente”, señaló.

Garat dijo que Goldring ensayó como explicación que habían habido bajas en el mercado accionario y que eso había hecho bajar la cartera y que se habían producido grandes pérdidas, que ella la cartera la manejaba como que fuera un fondo de inversión y que entonces como que había que repartir las pérdidas entre todos.

Sin embargo, aseguró que “no era un fondo de inversión”. “Para ser un fondo de inversión hay que tener estatutos, hay que tener un contrato, hay que tener toda una cantidad de requisitos que eso no se daban en la cartera global o cartera ómnibus. Además el intermediario tiene que tener bien determinado la plata y los valores de cada cliente entonces eso no es un fondo de inversión”.

Otro abogado le preguntó a Torrado que se descubrió en la investigación que realizó el BCU luego de que trascendió que Mauricio y Marcos Cukier, esposo e hijo de Goldring ingresaron en las dependencias de CVM durante la noche y se retiraron con unas bolsas negras. Torrado respondió que si bien se investigó ella no intervino personalmente en esa tarea.

Temas:

Caso Goldring

Seguí leyendo

Te Puede Interesar

Más noticias de Argentina

Más noticias de España

Más noticias de Estados Unidos