Frustrada la posibilidad de negociar bilateralmente con China para firmar un acuerdo de libre comercio, la administración de Luis Lacalle Pou apuesta al Mercosur como plataforma para avanzar en los meses que le quedan de gobierno.
Seis años después de la última reunión, el bloque sudamericano y el gigante asiático retomaron esta semana el diálogo, un mecanismo de intercambio que tiene como objetivo avanzar en cuestiones concretas de la relación.
La reunión se realizó en Montevideo por iniciativa de Uruguay, que ostenta la presidencia temporal del Mercosur, y dejó resultados que fueron evaluados de forma satisfactoria en el Palacio Santos.
Así lo transmitieron el canciller Omar Paganini y el vicecanciller Nicolás Albertoni este miércoles en la comisión de asuntos internacionales del Senado a la que asistieron para hablar de los planes de Uruguay para este semestre al mando del bloque.
Según supo El Observador por fuentes de la Cancillería, contemplando la visión de Uruguay de querer avanzar lo más pronto posible en resultados comerciales, China transmitió que no descarta avanzar en una lógica de “sensibilidades decrecientes”.
Esto significa que antes de llegar a la discusión de los asuntos comerciales –que son los que habitualmente trancan los acuerdos– se avanzará en cooperación, habilitaciones sanitarias y otros temas que no necesariamente son de la órbita arancelaria.
Que el gigante asiático haya aceptado ir por capítulos en lugar del “todo o nada” que negocia habitualmente fue leído con optimismo en la Cancillería. “Se está hablando de mecanismos que no son el libre comercio sino avances parciales en algunos bloques de productos”, sintetizó Paganini, según consta en la versión taquigráfica a la que accedió El Observador.
“Quedó planteado que eso se iba a empezar a conversar. No se llegó a nada concreto ni a resultados concretos; no era realista que eso pudiera pasar, pero quedó planteado que va a haber una propuesta de trabajo, una hoja de ruta por parte de China que vamos a tener que contestar, que fue un poco una novedad. Nosotros habíamos pedido eso, pero no estaba la respuesta, que se la vamos a dar”, agregó el ministro.
A pedido de Uruguay se incluyó –también– en el acta final del diálogo un párrafo que inicialmente el país asiático había preferido quitar y se basa en definir una propuesta concreta de fortalecimiento del mecanismo.
También se estableció que la siguiente reunión será en 2025 para que no vuelva a suceder que pasen seis años sin juntarse. En este período, China elaborará el plan y habrá conversaciones de grupos temáticos.
“Se habló de que, en lo posible, se pueda seguir sesionando en forma periódica, una vez en Beijing y otra en el Mercosur. Eso fue aceptado y vamos a seguir avanzando. Lo más importante es que no se notó una gran resistencia a que funcionara esto”, dijo Paganini aludiendo –sin mencionar– a la participación de Paraguay en la mesa. El país guaraní no tiene relación con China ya que reconoce a Taiwán.
Más apertura
Por las señales de funcionarios de Itamaraty, el canciller dijo que le parecía que Brasil iba a empezar a aceptar “algún mecanismo más pragmático que nos deje un poco más de apertura sin llegar a un desmembramiento de las estrategias comerciales de todos los países” aunque luego matizó señalando que después cuando llegaba el “momento de la verdad” las cosas no eran “tan claras” sobre “cómo se puede avanzar”.
Más allá del tiempo que le queda a la administración Lacalle Pou, Paganini aseguró que debían seguir “cultivando” la relación con China y profundizándola todo lo que se pueda.
“Hay que poner en valor algunos de los memorándums de entendimiento que hay”, subrayó.
Destacó la desregulación sanitaria y la cooperación en distintos ámbitos como el científico y el tecnológico. “Creemos que podemos avanzar más en la parte científica y tecnológica, para lo cual hay que ir bajando acuerdos de trabajo, lo que requiere de contrapartidas de ambos lados, en este caso, de instituciones uruguayas y de instituciones chinas”.
A su vez, comentó que había “empresas de biotecnología chinas instaladas” en Uruguay y consideró que la relación bilateral irá más por “iniciativas para hacer juntos” que por China aceptando avanzar en el corto plazo en una alianza de libre comercio. “No es algo que esté fuera del menú, pero no está avanzando en forma específica. Es posible que en un contexto internacional un poco distinto se puedan dar pasos”, sentenció.