El colegio Sagrado Corazón de Jesús, en Rosario (Colonia), llegaba a la fiesta de su 135° aniversario en la cuerda floja. Unas semanas atrás, la fundación católica Sophia, quien administraba la institución, había anunciado el cierre. Pero en el acto del aniversario, un padre tomó la palabra y confirmó la buena noticia: ¡el colegio no cierra, los papás se harán cargo!
Alejandro Dellature es uno de esos padres que, enterado del inminente cierre del colegio, se puso manos a la obra para fundar una asociación civil sin fines de lucro que se hiciera cargo de la institución.
El colegio no cambiará de nombre, de plantilla docente y tampoco de local. La diócesis de Mercedes les dejó el edificio en comodato, ajustaron las cuotas, mantienen las bonificaciones y la confirmación del alumnado. Hasta lograron un acuerdo con la mutualista privada de la zona que dará partidas para la enseñanza en los primeros años de los hijos de sus funcionarios.
La normativa que regula a los colegios privados les exige el trámite de una nueva habilitación, dado que formalmente el colegio cierra y reabre con una nueva razón social. Pero Primaria les aseguró a los padres de esa comunidad de Rosario que todo está dado para que, mientras corre el plazo legal, todo siga funcionando como si nada hubiera pasado.
La Fundación Sophia de la Iglesia Católica había notificado el cierre de otros cuatro colegios: uno en Montevideo (Cristo Divino Obrero) y tres más en el interior (el colegio San José en Canelones, Virgen de las Flores en el mismo departamento, y María Auxiliadora de Rocha). Todos los del interior fueron rescatados por grupos de padres, donantes, y apoyo de las comunidades locales.
El colegio rochense María Auxiliadora (en la localidad Lascano) resolvió su futuro igual que la comunidad de Rosario. Recibió el edificio de comodato, el párroco de la zona será el responsable del área pastoral, formaron una asociación sin fines de lucro, consiguieron padrinazgos y hasta incorporaron robótica como novedad, cuenta la madre Gabriela Gularte.
Un padre contador hizo los cálculos de factibilidad y ahora siguen recibiendo donaciones e inscripciones.
En Migues los padres tomaron las redes sociales para avisarles a los suyos que el colegio no cierra, solo cambia de administración.
Y Mariana Silveira confirmó a El Observador aquello que había anunciado en Montevideo Portal: el colegio Virgen de las Flores seguirá funcionando solo que en otro local. “Las hermanas nos negaron el edificio, incluso con el pago de un alquiler. Lo mismo la congregación de padres que están enfrente. Pero se consiguió una casa a la que se le hacen adaptaciones”.
Silveira reconoce que “en medio de la incertidumbre hubo fuga de alumnos, pero por suerte están viniendo nuevos y el año es posible que se empiece con una cifra similar de estudiantes”.