Gustavo Basso y Daniela Cabral decidieron que lo mejor era aceptar el vínculo entre su hija y Rava, sobre todo para que se dejaran de ver en la vía pública.
Pasaron alrededor de seis años y Alfredo Rava decidió que le iba a pedir casamiento, según pudo saber El Observador en base a testimonios de allegados de la pareja. Las fuentes contaron que Rava le pidió la mano a los padres de su futura esposa a la antigua, es decir, los reunió y les comunicó que le pediría compromiso. Se casaron en 2016.
Nunca habían convivido y, tras la luna de miel, estuvieron separados algo así como dos semanas y luego lograron recomponer la relación. Hoy en día tienen tres hijos chicos, que se criaron en Florida y en los últimos días se mudaron a Montevideo junto a sus padres, a razón de la causa que involucra a la familia.
Antes de trabajar con Basso, Rava dio sus primeros pasos en el escritorio Abelenda, a quien conoce de cerca por el vínculo que tenía con su madre.
En su currículum puso como referencia el nombre de su suegro. Walter Hugo Abelenda, antes de decirle que lo iban a contratar, lo bromeó: “Así que vas a aprender con nosotros y después te vas a ir a trabajar con Gustavo”, según dijeron algunos empleados del escritorio de Abelenda.
Varios consignatarios de ganado de Florida, que prefirieron no ser nombrados, contaron que Rava se “hizo de abajo” en lo que respecta a su trabajo. Con Basso comenzó como mandadero y luego fue encarando más tareas dentro del escritorio rural.
Si bien Rava tomaba decisiones en lo cotidiano, lo cierto es que quien manejaba las cuentas del escritorio era Basso, por lo que determinadas cuestiones eran determinadas por el empresario.
A modo de ejemplo, cuando los productores le pedían dinero adelantado a Rava en la compra de ganado, él acudía a Basso para saber qué hacer. Una de las partes del negocio que afrontó, por ejemplo, fue la gestión que el escritorio hacía para vender ganado a los frigoríficos. En palabras claras, Rava funcionaba como el nexo entre el productor y las empresas frigoríficas.
Ocupar el lugar
Basso chocó su Tesla el jueves 28 de noviembre, sobre la Ruta 5. Ese día, según allegados al yerno del empresario, Rava recibió la llamada de un empleado del escritorio para decirle que había habido un accidente y que el auto que chocó era un Tesla.
Tanto Rava como su esposa se enteraron de la muerte de Basso mientras dirigían en su auto al lugar de los hechos.
Quien había quedado como el hombre de la casa era Rava. Aquel joven oriundo de la localidad de 25 de Mayo que empezó siendo novio de Agustina Basso y pasado el tiempo se transformó en el mano derecha del conocido empresario, tenía un objetivo claro: que el escritorio siguiera operando con relativa normalidad.
Desde que Basso murió hasta que la causa de Conexión Ganadera explotó en la Justicia, quien ocupó y tomó decisiones fue Rava. En varios encuentros con otros empleados del escritorio les repetía, tal cual un mantra: hacer lo mínimo para que la empresa siguiera funcionando pero que no se tomaran decisiones arriesgadas hasta que él no pudiera tener un estado de situación claro.
En medio de todo eso, el 30 de diciembre, el escritorio celebró un remate en el que se ofrecían 3.550 cabezas de ganado. En aquella instancia, que fue presencial, Rava habló de Basso como su “mentor” y quebró en llanto al mencionar las cualidades humanas de su suegro recientemente fallecido.
Dicho remate estuvo cuestionado porque se dijo que los animales eran propiedad de los inversores de Conexión Ganadera y que se había hecho a las apuradas con el fin de obtener liquidez.
Pero, según fuentes de la causa, la instancia estaba pautada hace meses e incluso el afiche de oferta del remate se publicó en noviembre. De hecho, su nombre aparece en la Justicia tras este remate.
903101jpg.webp
Foto: Facebook Gustavo Basso Negocios Rurales
El vínculo con Maximiliano Rodríguez
El nombre de Rava en la causa de Conexión Ganadera apareció junto al de uno de los titulares de Pasfer, Maximiliano Rodríguez, quien declaró ante la Fiscalía que para él “Basso era el BROU”. Pasfer arrendaba un campo a la multinacional Union Agriculture Group (UAG) y en 2024 no había podido hacer frente al monto pactado en el contrato de arrendamiento.
Ante esto, aparece el nombre de Basso, con quien Rodríguez ya tenía un vínculo previo producto de negocios que habían hecho. El titular de Pasfer le pidió a Basso que saliera como “fiador”, es decir, era el que ponía la cara a cambio de que Rodríguez abandonara el campo y se llevara los animales. En caso de que no se cumpliera, el productor contraía deuda, algo que finalmente pasó.
Las vacas que salieron de ese campo fueron las que se remataron el 30 de diciembre, que conformaron la mayoría de la oferta de ese día.
Un paso al costado
Rava perdió a su padre de joven y quien de alguna manera ocupó ese lugar fue Basso. Rava admiraba a su suegro por su capacidad de hacer negocios, por su honradez y por siempre poner por delante a la familia. Esta imagen comenzó a cambiar junto con el proceso de quien baja del pedestal a alguien.
Según los allegados, para el yerno de Basso es difícil comprender que el empresario haya decidido suicidarse y muchos menos entiende por qué eligió hacer una publicidad junto a sus tres hijos para presentar un nuevo eslogan del escritorio: “Tiempo ganado”.
La contracara es que Basso, de alguna forma, cuidó a Rava. Algunos amigos del empresario fallecido aseguraron que lo quería “como un hijo, como el hijo varón que nunca tuvieron”.
En muchas ocasiones, Rava le llevó a Basso ofertas de campos para arrendar y el empresario siempre le ponía alguna excusa. Esas tierras le permitirían crecer a y, entre otras cosas, ser tomador de ganado de Conexión Ganadera. Pero su suegro siempre se opuso a este plan.
Esa mezcla de sensaciones, llevó a que Rava decidiera dar un paso al costado y dejar de salir públicamente –en la mayoría de las ocasiones a través de estados de WhatsApp– a responder algunas críticas.
Si se trazara una línea de tiempo desde que Rava conoció a Basso, se podría decir que hubo tres versiones: la que admiraba al productor, la que vivió sensaciones controvertidas al darse cuenta de que quizá no era quien pensaba y la que decidió calmarse para fortalecer a su familia.