Luego de la renuncia del presidente del directorio y de varias semanas de tensiones internas, el Partido Libertario oficializó su rotura con la Libertad Avanza Uruguay (LLAuy) en medio de acusaciones de falta de transparencia, manejos opacos de dinero, amenazas y violación a la privacidad.
La versión uruguaya del partido del presidente argentino Javier Milei fue aceptada por la Corte Electoral en setiembre y surgió de una alianza entre el Partido Libertario y la agrupación de Nicolás Quintana, un exintegrante de Cabildo Abierto que antes había estado en otros partidos políticos, y que no obtuvo los votos para salir diputado en 2024.
Sin embargo, antes de que viera la luz como partido que se postulara en una elección nacional la agrupación se fracturó.
Como ya había informado El Observador, el titular del directorio Juan Pablo Baeza presentó su renuncia a mediados de noviembre por considerar que la directiva del partido estaba “fraccionada y con constantes denuncias”. Los principales cuestionados venían siendo Quintana y su agrupación así como Juan José Crai, presidente del Partido Libertario. En el acta de la renuncia de Baeza, Quintana, integrante del directorio, dejó constancia de que él no había presentado ninguna denuncia.
Por medio de un comunicado que divulgó en sus redes sociales, el Partido Libertario afirmó que tomaron la decisión “actuando por mayoría de sus miembros y en respeto a la carta orgánica” ante “múltiples reclamos” de afiliados que denunciaron que “la institucionalidad de la LLAuy fue vulnerada mediante la toma de decisiones basada en actas de dudosa regularidad y la operación del denominado “comando político nacional”".
“Esta estructura no prevista en la carta orgánica ha funcionado como un órgano de control verticalista para perseguir disidencias y bloquear la transparencia interna”, denunciaron.
También “repudiaron” audios y mensajes enviados por algunos directivos que “infringieron los códigos más elementales para la cooperación mutua entre militantes”. Sobre este punto dijeron que "la solución jamás puede ser ejercer violencia a los demás ni tampoco hurgar en la vida privada de los individuos, como se ha evidenciado en las comunicaciones donde se amenazó con investigar familias y acceder a la vida entera de integrantes de la organización”.
El partido rechazó también “la opacidad” en el manejo de los recursos económicos. En ese sentido, relató que el 7 de diciembre el directorio solicitó formalmente un informe financiero detallado pero esa solicitud fue desestimada por la actual conducción de la La Libertad Avanza Uruguay, el 15 de diciembre “ocultando el destino de los fondos aportados por los afiliados y militantes”.
Señalaron que el Partido Libertario es el autor intelectual y material de LLAuy. "El PLU gestionó íntegramente ante la Corte Electoral y aportó la inmensa mayoría de la firmas que hoy otorgan legalidad a la coalición", afirmarorn en relación a la inscripción del partido.
“Nuestros directivos fundaron este espacio con el objetivo de unir fuerzas por la libertad bajo un proyecto horizontal, serio y transparente para el 2029. Sin embargo, ante los hechos expuestos se toma esta decisión”, fundamentaron y agregaron que el rechazo a "la política de siempre, basada en el ocultamiento y la confabulación".
Terminaron invitando a “todos los libertarios de buena voluntad que se oponen a estas prácticas mafiosas, a la censura y a la falta de ética, a formar parte del Partido Libertario. Somos la alternativa real e independiente que defiende su carta orgánica y sus principios con la verdad en la mano”.
“Es momento de unirnos para combatir a los mercenarios que buscan usar las ideas de la libertad para su beneficio personal. Limpiaremos nuestra casa por dentro para que la Libertad en Uruguay sea real”, concluyeron.