"Es muy difícil encontrar jóvenes directores de ópera"

A sus 45 años, André Heller López no sólo enfrenta el desafío de atraer público a la ópera en el país de la samba sino que agarró "la papa caliente" al asumir en marzo pasado la dirección del Teatro Municipal de Río de Janeiro en el medio de una debacle financiera.

La institución cultural sufre una crisis como coletazo del desfinanciamiento del estado de Río de Janeiro que genera importantes atrasos en el pago de sueldos a los artistas de los cuerpos estables que, junto a administrativos y técnicos, suman 600 personas.

"Vivimos las consecuencias de los Juegos Olímpicos, el Mundial, que no creo que fue buena idea hacerlo. Ahora estamos pagando esa deuda", contó el director brasileño a El Observador en su paso por Montevideo a comienzos de julio para formar nuevos directores de ópera, contratado por el Instituto Nacional de Artes Escénicas.

El 7 de mayo pasado los músicos dieron un espectáculo gratuito al aire libre en protesta e incluso amenazaron con pedirle al público latas de alimentos y productos para el hogar en los estrenos de la ópera.

Cuando estrenaro Carmina Murana un mes más tarde en el Teatro Municipal, quienes estaban sobre el escenario tenían tres meses de atraso en los sueldos.

Ante esta adversidad, Heller Lópes hace malavares para cancelar superproducciones que habían sido programadas en la pasada administración y lucha con un acotado presupuesto para que no se baje el telón.

Su teatro depende del gobierno de Río de Janeiro que a su vez necesita de los fondos del estado federal para sobrevivir.

Según dijo Heller Lópes, paradójicamente cuando el teatro consigue dinero de espónsors para las producciones la ley no le permite que esos fondos sean desviados para el pago de los músicos, cuya situación ahora es de un atraso de mes y medio en el pago de su salario.

De todas maneras, este director brasileño expresó con satisfacción que con la venta de entradas de su temporada de ópera 2017 logró cubrir el pago de un mes a los trabajadores.

"No es fácil vivir en ese clima y apostar a la cultura. Pero por otro lado es mejor que imaginar que todo está bien y lindo cuando no es así, como en la dictadura", manifestó.

El director brasileño estuvo en Montevideo para formar nuevos directores de ópera. Participaron 15 artistas con experiencia en carnaval, musicales y teatro.

"En la congregación de esas personas con distintas experiencias, quizás hay alguien que pueda continuar en la ópera", dijo Heller. "Es interesante cómo se quiebran las barreras y se dice: ¿por qué no? ", agregó.

Heller Lópes dirigió tres óperas en Uruguay, la última fue Don Pasquale en el Teatro Solís el año pasado.

"Fue muy difícil encontrar jóvenes directores de ópera y es fundamental que teniendo cantantes tan buenos y con la actividad teatral que existe acá, podamos generar más interés de los jóvenes en éste género", dijo el director que cuenta con un doctorado en historia de las óperas latinoamericanas.

Heller Lópes manifestó que siempre lucha contra el prejuicio de que la ópera es un género ajeno a la identidad cultural local.

"Necesitamos comprender que se hace ópera de verdad en Latinoamérica. Y que tenemos una manera latinoamericana de hacerla", dijo el director, quien promueve formas nuevas de presentar el género pensando "afuera de la caja".

"Si pensamos la ópera siempre de la misma manera no funciona. Es suicida", manifestó.

En ese sentido, Heller López elogió al Ballet Nacional del Sodre por su éxito en el desarrollo de audiencia desde que asumió su dirección el maestro Julio Bocca.

"El ballet del Sodre es un ejemplo fantástico que debería ser estudiado por todos los teatros en Latinoamérica y en Europa", comentó.