¿Qué hay de nuevo?

Muchos perdieron fruta. Otros, como en el norte del país, eludieron casi sin consecuencias las adversidades climáticas. ¿Eso qué le importa al consumidor de vinos uruguayos? En principio no mucho, porque el stock está asegurado y el precio no tiene por qué subir por escasez de vino. Pero hilando fino se puede asegurar que algunas de las grandes etiquetas que elaboran bodegas locales no saldrán de esta cosecha 2014.

Los enólogos eligen lo mejor de cada año para elaborar sus mejores vinos. Pero si el año no es bueno en producción y calidad, esas líneas premium esperan otra cosecha mejore. Por eso los grandes vinos uruguayos suelen tener añadas discontinuas. Un ejemplo de gran cosecha fue 2011, y es por eso que de ese año se pueden saborear vinos exuberantes.

Sea como fuere, los consumidores tienen de todos modos etiquetas 2014 a su alcance, con su calidad para descubrir. La legislación local permite a las bodegas liberar al mercado sus vinos de la cosecha del año a partir del 1º de julio. Por eso en las góndolas de vinerías, tiendas y supermercados se pueden encontrar vinos “2014”.

Una oportunidad que los amantes del vino fino en Uruguay tienen para degustar a diestra y siniestra las etiquetas del año, por primera vez todos juntos, es en el salón que organiza el hotel Mantra de Punta del Este (Maldonado). Este año se realiza el viernes 8 y sábado 9 de agosto en las instalaciones del hotel. Estarán allí varias de las mejores bodegas locales, y además de los nuevos vinos uruguayos, se podrán paladear los viejos conocidos.