La plaza está llena de gente. Es una noche de principios de 2017 y la Plaza de armas de Caballito, Buenos Aires, explota. Es noche de El Quinto Escalón, una de las competencias de Freestyle más convocantes y populares de Argentina. Arriba del escenario hay dos adolescentes enfrentándose. A Mauro Lombardo todavía le falta la tinta rubia, los tatuajes en la cara y la ropa de marca, pero ya tiene su estilo combativo y la mirada de niño malo. Lo que ya tiene es su nombre escénico, Duki.
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