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Abandono uruguayo en la asamblea de la OEA molestó a varios países

Algunos se sorprendieron al ver que Bergamino se levantó; la delegación uruguaya había avisado al anfitrión
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28 de junio de 2019 a las 05:00

El rumor se hizo fuerte en la mañana de este jueves en Medellín, aunque varios países ya estaban enterados desde la tarde anterior: si la asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) hacía algún esfuerzo por convalidar las credenciales de los enviados de Juan Guaidó como representantes del gobierno venezolano, Uruguay protestaría y abandonaría la reunión.

Así lo hizo saber la delegación uruguaya –encabezada por el subsecretario Ariel Bergamino– al anfitrión, Colombia, a quien le explicaron “claramente” que Uruguay no “complicaría” el funcionamiento de la asamblea, dijo una fuente diplomática a El Observador. También lo sabían Bolivia, México y algunos estados caribeños, que en la tarde del miércoles habían mantenido reuniones bilaterales y multilaterales con la representación uruguaya para coordinar acciones y analizar qué es lo que podía ocurrir.

Allí Bergamino les explicó lo mismo que dijo horas después en el pleno de la OEA: el intento de incorporar a los emisarios de Guaidó –a quien Uruguay ni siquiera reconoce como presidente interino a diferencia de otros países de la región– a ese cuerpo era violatoria de la normativa de la organización y socavaba la institucionalidad de la OEA.

La hipótesis que anticiparon los diplomáticos uruguayos se cumplió tal cual lo previsto y Bergamino ejecutó la decisión que el Poder Ejecutivo había adoptado días atrás. Aunque Bolivia, México y otros estados también mostraron sus críticas, Uruguay fue el único que se retiró. “Era una definición tomada si se confirmaba” la aparición de representantes de Guaidó porque, a criterio de Uruguay, daña la institucionalidad de la OEA, dijo una de las fuentes consultadas.

Sin embargo, y a pesar del rumor, algunos representantes desconfiaban que Uruguay hiciera efectiva la medida de desacuerdo y se fuera de la sala. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, se lo “veía venir” aunque algunos integrantes de su secretaría –también uruguayos– recibieron el asunto de mala manera.Ese fue el caso del embajador de EEUU ante la OEA, Carlos Trujillo, que en conversaciones con colegas dijo que el asunto era “inadmisible”. Molestia demostraron también los representantes de Panamá, Paraguay y Argentina porque entienden que Uruguay debió haber avisado, según supo El Observador.

El argumento de Uruguay

Como Venezuela abandonó oficialmente la organización el pasado 27 de abril, Uruguay entendió “que la presencia de una delegación supuestamente representante del gobierno de un país que se ha retirado de la Organización –y que no es reconocido por la mitad de la membresía de la OEA– carece de toda legitimidad, violenta su normativa jurídica y sienta un gravísimo precedente para el futuro”, expresó la cancillería en un comunicado.

En el texto, afirma que la normativa de la OEA está siendo utilizada “en pos de intereses ajenos a los principios y fundamentos establecidos en la Carta de la Organización”. 

“A partir de esta situación que desnuda un progresivo y sistemático vaciamiento de la institucionalidad y la normativa de esta organización, Uruguay se retirará de esta Asamblea”, manifestó Bergamino durante la primera sesión plenaria de la reunión.

El representante uruguayo dijo que “intentar imponer el reconocimiento” de los representantes de Guaidó es un “avasallamiento de la legalidad de la OEA” y que la convalidación de esas credenciales está “por la vía de los hechos reconociendo un nuevo gobierno de Venezuela”. Y disparó: “En eso el Uruguay no puede tranzar ni debería permitirlo ninguna nación democrática de este continente”.

Bergamino dejó claro que la retirada era de esta reunión específicamente y no de la organización en general. A su vez, subrayó que tampoco renunciaba “a los lazos de amistad y hermandad que unen al Uruguay con cada uno de los países de la región”.

En marzo la cancillería le había instruido a todas las misiones diplomáticas de Uruguay en el exterior “oponerse” y “votar en contra” de cualquier intento de “cuestionar o desconocer las credenciales de los representantes del gobierno” de Nicolás Maduro de parte de gobiernos que hayan reconocido a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. 

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