"Si no conseguimos la turbina de gas, no conseguiremos más gas, y entonces no podremos prestar ningún tipo de apoyo a Ucrania, porque estaremos ocupados con las revueltas populares". Es lo que dijo la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock.
El sombrío pronóstico lo realizó en una entrevista con la cadena radial del norte de Alemania, NDR cuando le preguntaron sobre el estado de las tratativas con Canadá para que devuelva a Rusia una turbina del gasoducto Nord Stream 1.
La turbina, que bombea el gas ruso por las tuberías, fue enviada a la Siemens canadiense para un servicio técnico pero quedó bloqueada por las sanciones occidentales a Rusia tras la invasión a Ucrania.
Pese a que el gobierno canadiense accedió a levantar el embargo por especial pedido de Alemania, Rusia advirtió que no tiene ninguna novedad sobre la llegada del sistema de bombeo, por lo cual el suministro podría interrumpirse.
La ministra señaló que la parte canadiense "tenía un montón de preguntas" sobre el plan de devolver la turbina.
Cuando le preguntaron si realmente creía que podrían ocurrir revueltas populares, la jefa de la diplomacia alemana señaló que eso "quizás fue un poco exagerado" pero que aludía a lo que ocurriría si Alemania se quedaba sin el fluido siberiano.
"Lo que quiero decir es que seguimos necesitando el gas de Rusia", precisó, agregando que "el objetivo del Gobierno federal es mitigar el impacto social".
Los elevados precios del gas son una pesada carga para muchas personas en Alemania, continuó la ministra. "Esta es nuestra importante tarea para el invierno, debemos asegurarnos de que esta guerra no provoque divisiones en la sociedad", añadió.
Sin la turbina de bombeo retenida en Canadá, el gigante estatal ruso Gazprom disminuyó el envío diario en los suministros al 40 por ciento de los niveles habituales.
Pese a la anunciada devolución mediante un permiso "limitado y revocable" para Siemens Energy, Gazprom comunicó a mediados de la semana pasada que seguía sin recibir la documentación necesaria para trasladar la maquinaria reparada.
En otro tramo de la entrevista, Baerbock sugirió que la crisis alimentaria "tendría consecuencias dramáticas, aunque el grano salga de Ucrania".
"No es solo la guerra, es la sequía. En muchos países africanos no ha llovido por segundo verano consecutivo", explicó la alta diplomática.
Subrayó que el mundo se enfrenta a "la crisis climática y a la crisis mundial del hambre".
"No debemos hacer la vista gorda y debemos actuar ya", concluyó.
La semana pasada, Rusia volvió a suministrar gas a Alemania y a los países de Europa que aceptaron pagar el fluido en rubros tras una parada técnica programada de diez días.
El corte, aunque rutinario, generó grandes temores en Alemania, cuya dependencia del gas ruso ronda el 50 por ciento del total del consumo industrial y domiciliario.
Varios funcionarios de primera línea expresaron incluso dudas de que el suministro de reanudara luego del 21 de julio, lo que ocurrió según el cronograma previsto.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá