Los funcionarios de la Policía Federal del estado mexicano de Jalisco descubrieron que alguien estaba tratando de enviar un cachorro de tigre de Bengala por correo.
El animal estaba sedado dentro de una caja de plástico, rellena con papeles y con perforaciones, pero sin comida ni bebida, cuyo destino era la ciudad de Querétaro.
El cachorro, ejemplar de dos meses de una especie en peligro de extinción, se despertó en el momento en el que un efectivo realizaba un control de seguridad con su perro en una terminal de ómnibus de la ciudad de Tlaquepaque. Se percató que salían ruidos del interior de una caja y procedió a su apertura.
La Policía recordó que a lo largo de 2017 ya liberaron a varios cachorros de tigre blanco y a un oso pardo, que también habían sido transportados ilegalmente por redes de tráfico de animales, usando métodos similares.
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