Nicaragua vivió este miércoles una nueva jornada sangrienta con enfrentamientos en varios puntos del país entre grupos opositores y afines al gobierno de
Daniel Ortega que dejaron 15 muertos y 199 heridos, según dijo en conferencia de prensa la ministra de Salud, Sonia Castro.
Según el Centro Nicaragüense de
Derechos Humanos (CENIDH) ya son 102 las personas que fallecieron desde el comienzo de las revueltas el 18 de abril.
"Los agresores fueron la policía represiva y las fuerzas de choque" que responden al presidente Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, indica un informe realizado por el CENIDH.
Los incidentes se registraron en las ciudades de Managua, Estelí, Masaya y León.
Este jueves, el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA),
Luis Almagro, pidió al gobierno nicaragüense detener la represión de sus opositores.
"Condenamos los asesinatos cometidos ayer por las fuerzas represivas y los grupos armados y nos solidarizamos con los familiares de las víctimas. Llamamos al Estado a detener la violencia de estos factores represivos", dijo Almagro en un video publicado en el sitio web de la OEA.
La Iglesia rechaza retomar el diálogo
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) anunció este jueves que no reanudará el diálogo entre el presidente y la oposición mientras "el pueblo siga siendo reprimido y asesinado" por "grupos cercanos al gobierno".
"Los obispos de CEN condenamos todos estos actos de represión de parte de grupos cercanos al gobierno y queremos dejar claro que no se puede reanudar la mesa de diálogo nacional mientras al pueblo de Nicaragua se siga negando el derecho a manifestarse libremente y continúe siendo reprimido y asesinado", dijo la jerarquía católica en un comunicado.
Los obispos aceptaron mediar en un diálogo entre el gobierno y opositores representados en una alianza cívica, que está integrada por estudiantes, empresarios y la sociedad civil para resolver la grave crisis que vive Nicaragua.
Los obispos instalaron el diálogo el 16 de mayo, pero una semana después se paralizó debido a desacuerdos entre las partes sobre la agenda a discutir.