La Federación de Trabajadores de Ancap (Fancap), anunció un paro de 24 horas para este jueves y la empresa pública informó que no habrá suministro de combustibles a las distribuidoras. Será "como consecuencia del paro" definido ya que "la medida afecta a todas las plantas de despacho de productos Ancap", añadió el ente a través de Twitter.
El gremio realizará paros este jueves en La Tablada, en oficinas comerciales, Minas, Paysandú, Treinta y Tres, Durazno, Juan Lacaze, Laguna del Sauce y Manga, señaló en un comunicado este miércoles. Además, confirmó que realizará una asamblea general de funcionarios a primera semana de setiembre.
También efectuará en las próximas horas asambleas en el barco Malva H y Ky Chororo "para definir plan de lucha". Las embarcaciones son "una unidad productiva fundamental en la distribución primaria de los combustibles", expresó.
El sindicato aprobó más paralizaciones en otras áreas de la empresa pública.
Fancap anunció su intención de "modificar las medidas que puedan utilizarse como excusa para sancionar a los y las trabajadores, que nos pueda condicionar el plan de lucha". La tarde de este miércoles, Ancap emitió un breve comunicado a través de Twitter donde indica que "se trabaja para mitigar el impacto y evitar faltante de producto a la población".
Las medidas responden a "las decisiones del gobierno nacional y el Directorio de Ancap de deshacerse de las plantas de Carrasco, Laguna del Sauce, y el buque Malva H". También en reclamo de los convenios colectivos de 1993 y 2012, añadió el escrito.
"Dichas decisiones se suman al cierre del emprendimiento productivo de Belén en Salto y el probable cierre de Alur Capurro", remarcó.
Además, denunció "persecución" a trabajadores del ente y a la organización sindical. "Estamos experimentando provocaciones y acusaciones infundadas de todo tipo, rumores de desabastecimiento por parte de integrantes del Directorio, ministros de Estado y senadores que atacan a nuestros dirigentes y a la organización sindical", indicó el texto.
"El ataque a nuestra organización sindical no nos sorprende. Es el precio que debemos pagar por enfrentar el proyecto político de la derecha neoliberal, clasista y autoritaria como lo hicimos siempre (...), y lo estamos haciendo ahora, con las firmas, con la lucha en la calle, y en las urnas con el referéndum", finalizó.
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