Avión presidencial se reparte entre los traslados a Vázquez y los vuelos sanitarios

Los datos confirman que en los primeros nueve meses de funcionamiento se utilizó para 13 traslados presidenciales. Según datos de la Fuerza Aérea a los que accedió El Observador, el presidente Tabaré Vázquez usó la aeronave nueve veces y también fue utilizada otras cuatro veces por la vicepresidenta Lucía Topolansky y el canciller Rodolfo Nin Novoa, así como por el secretario personal de Vázquez y dos integrantes del equipo de seguridad presidencial. Mientras tanto, se utilizó 12 veces para trasladar a pacientes graves, de un total de 73 vuelos realizados. Los restantes viajes corresponden a traslados de tripulación de la Fuerza Aérea o a otras autoridades militares (12 veces), así como vuelos de entrenamiento (26 veces), entre otros.

El último de estos viajes se produjo el 1° de enero, cuando el mandatario junto a su secretario personal Matías Eustathiou, Nin Novoa y su asesor directo Juan Salgado, aterrizaron en Brasilia para participar de la asunción de Jair Bolsonaro como nuevo presidente de Brasil.

La aeronave tenía solo diez días operativa cuando la vicepresidenta Lucía Topolansky se subió a ella y junto a Nin Novoa viajaron a Chile para participar de la asunción del nuevo presidente Sebastián Piñera. Seis días después, el canciller la utilizaría nuevamente, esta vez para participar de una reunión de trabajo en Asunción.

Carlos Pazos

Casi un mes después, el 13 de abril, el presidente haría su estreno a bordo de la nave. Junto a una pequeña comitiva, Vázquez viajó a Perú –con una pequeña escala en Chile– para asistir a la VIII Cumbre de las Américas.

Dos meses después, el mandatario volvió a subirse, esta vez para asistir a la Cumbre del Mercosur en Asunción, en la que Uruguay recibió la Presidencia Pro Témpore del bloque. En lugar de aterrizar en Carrasco, el C-29 estacionó en Buenos Aires ya que Vázquez inauguró la nueva embajada de Uruguay en Recoleta, en un acto en el que también participó Mauricio Macri.

A mitad de agosto, el presidente volvería a aterrizar en el aeropuerto Silvio Pettirossi de Asunción, en un viaje relámpago por la asunción del nuevo presidente Mario Abdo Benítez.

Leé también

Este es el avión presidencial que fue presentado este jueves en sociedad

Pese a que la “misión” está catalogada como un “traslado al presidente”, el 22 de setiembre el C-29 voló a San Pablo, aunque el mandatario no estuvo presente. Los tripulantes fueron el secretario Matías Eustathiou y los funcionarios de la seguridad presidencial, Gerardo Jorge y Fabián Rodríguez, según consta en la resolución del Ministerio de Relaciones Exteriores. Desde el aeropuerto de Guarulhos, los funcionarios volaron a Washington en una aerolínea comercial donde se encontraron con Vázquez. En este viaje, el presidente fue distinguido como Héroe de la Salud Pública de las Américas y participó de las sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

A fines de octubre la aeronave volvió a ser utilizada por el mandatario, esta vez para viajar a Rosario, en Argentina, para ser distinguido por la Fundación Ciencias Médicas por su rol como oncólogo. Casi un mes después, Vázquez utilizó el avión para viajar a la inauguración de la Ruta 30 en Rivera y Artigas. Pese a que la mayoría de los ministros viajó en los autos oficiales, algunos eligieron la comodidad y velocidad del C-29 para el regreso.

Carlos Pazos

Los traslados sanitarios

La compra del avión fue objeto de una intensa discusión política, ya que la oposición argumentaba que la adquisición era “innecesaria”. A esta discusión se sumaron las observaciones del Tribunal de Cuentas, primero por tratarse de una compra directa y luego porque el proceso licitatorio no fue “competitivo”, según entendió el departamento de Jurídica del organismo.

El avión debió ser modificado en Buenos Aires, donde se le colocó la camilla necesaria para realizar traslados sanitarios, una operación que costó US$ 90 mil y fue paga por el anterior propietario, el empresario Carlos Bustin.

Desde que está operativa, la aeronave –que cuenta con ocho asientos incluyendo la camilla, cocina a bordo, baño, tanque de oxígeno y conexiones eléctricas varias para los equipos médicos–, participó en 10 de los 43 traslados sanitarios realizados por la Fuerza Aérea.

La mayoría de los traslados se hicieron desde Rivera, aunque el C-29 también trajo pacientes de Brasil y Argentina. Por ejemplo, el 12 de diciembre, voló a San Pablo para traer una paciente oncológica de 49 años que luego fue derivada al Hospital Evangélico. A fines de setiembre, había volado de urgencia a Rivera para trasladar a una bebé de 19 días con una afección cardiorespiratoria que fue internada en el CTI de Casa de Galicia.

Leé también

De siete vuelos sanitarios solo uno se realizó con el avión presidencial

El vocero de la Fuerza Aérea, Gerardo Tajes, explicó a El Observador cuál es el criterio que se utiliza para designar una aeronave en el caso de un traslado sanitario. La iniciativa es determinada por los médicos de ASSE, quienes le deben comunicar al director de SAME 105 la pertinencia de utilizar este mecanismo. Luego, este médico debe contactar a la Fuerza Aérea y el Centro de Operaciones Aéreas (COA) es quien decide qué aeronave se utiliza, en base a las características del paciente, el destino y los vehículos disponibles.

En su momento, las organizaciones médicas criticaron la compra y señalaron que no fueron consultadas. "La Federación de Médicos del Interior no participó para evaluar su compra, ni en qué situaciones podía usarse o los lugares de referencia en el interior, donde el traslado aéreo se impone como necesidad", dijo a radio Carve el presidente de la Federación, Gustavo Fernández. En el mismo sentido se expresó el presidente del Sindicato Médico del Uruguay, Gustavo Grecco. Dijo que antes de realizar compras de este tipo es conveniente que se conozcan "todos los recursos de los que dispone el sistema para definir luego en qué hay que gastar y qué justificación tiene".