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Ayudó a narco de Flor de Maroñas a esconderse y él lo mató y le robó un anillo de oro: homicida fue condenado
El 25 de julio de 2022 una mujer increpó a uno de los capos narcos del barrio, apodado El Gordo Cacagua. Sabía que su novio se había ido a la medianoche con él y no había vuelto. También le exigió que le dijera cuánto antes dónde estaba, porque ella tenía grabado cuando se iban de la casa.
La hermana del, hasta entonces, desaparecido contactó a la expareja de El Gordo Cacagua y le contó en detalle qué era lo que tenían grabado. A lo que la mujer le contestó que los que se habían ido con su hermano, además de él, habían sido un hombre apodado Jorgito y un adolescente pariente de El Gordo Cacagua. También les dijo que estaban todos juntos en un camión y que habían ido a un cantegril donde vivía otra familia.
El Gordo Cacagua y sus acompañantes –que eran uno o dos más de los que la exesposa del líder les supo decir– habían llegado sobre la medianoche a la casa de la víctima, que tenía vínculo con la banda conocida como de los Cacagua. Fueron a pedirle ayuda porque minutos antes habían baleado la casa en la que el líder convivía con su expareja. Él accede y por eso se retiran todos en una camioneta gris que era propiedad de la víctima.
Allí comienzan un recorrido por distintas bocas de venta de drogas vinculadas a los Cacagua. La fiscal de Homicidios de 3o Turno, Adriana Edelman, describió con lujo de detalle el recorrido al juez del caso, Marcelo Malvar, dado que la camioneta tenía GPS. Así, estuvieron 19 minutos detenidos en Puntas de Soto y Veracierto, y 17 en Eusebio Vidal, entre varias otras paradas.
"Estos recorridos y la duración coinciden con la operativa normal entre las distintas bocas en horas de la noche, cuando se van abasteciendo", explicó Edelman, según consta en el registro de la audiencia al que accedió El Observador.
En uno de esos puntos permanecieron 25 minutos en los que se consumó el homicidio. El Gordo Cacagua le dio al menos 3 disparos a la víctima y, entre todos, lo cargaron en la camioneta. Salieron de Puntas de Soto a las 2:35 y fueron hasta Ravignani, en donde a las 2:43 horas –según las cámaras de seguridad de UTE– bajan un cuerpo y lo prenden fuego. Allí se encontraron los restos de la víctima. Según las pericias, murió a raíz de los disparos, por lo que el incendio tuvo como objetivo eliminar los rastros.
Un testigo reservado dijo que la víctima tenía un anillo "de oro y con la imagen de San Pancracio". Los Cacagua buscaban vender el anillo y, con ese dinero, conseguir que se les diera refugio para esconderse.
El último punto que registró el GPS fue en la puerta del cantegril donde vivía otra familia conocida del barrio.
A fines de junio se condenó a El Gordo Cacagua a 9 años de prisión por homicidio agravado y porte de arma de fuego en lugares públicos. Se le computó como agravantes el uso de arma, la pluriparticipación, la cooperación de inimputables (por el adolescente que contribuyó con él) y la reincidencia. La única atenuante fue la confesión.
