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Banderazo contra el gobierno y protestas frente a la casa de Cristina Fernández en Argentina
En Argentina los casos de coronavirus no bajan. Los contagios ubican al país como el sexto más afectado por la pandemia en todo el mundo, pero no fueron freno suficiente para que este lunes miles de personas se concentraran y salieran a protestar por octava vez en el año contra el gobierno. Los reclamos contra la reforma judicial, el desplazamiento de los tres jueces que investigaban a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y la falta de respuestas ante la crisis económica y sanitaria se hicieron sentir en diversas marchas, repartidas entre el centro de Buenos Aires y distintos puntos del interior del país.
Pese a que la convocatoria estaba prevista para las 17:00 horas, sobre las 16:30 cientos de argentinos ya estaban aglomerados frente a la residencia de la vicepresidenta y otros tantos ocupaban la zona de la Quinta de Olivos para protestar contra las medidas del gobierno de Alberto Fernández, quien extendió la cuarentena obligatoria hasta el próximo 25 de octubre. Del otro lado, detrás de un cordón policial, un improvisado grupo contramarchaba respaldando al oficialismo, pero minutos más tarde sería desplazado por autoridades policiales.
Las consignas de pedir una "democracia libre" y con "justicia social" encabezaron una movilización convocada por el sector opositor Cambiemos, que llamó a protestar frente a la casa de la expresidenta cuando la pandemia atraviesa su peor momento en el país —hay casi 900.000 casos positivos confirmados—.
“Alberto caradura, vos sos la dictadura”, “no tenemos porqué soportar lo que están diciendo desde el gobierno”, “la ley está para respetarse”, “quiero circular por mi Argentina y encerrar a los delincuentes”, fueron algunas de las premisas que defendieron los manifestantes que, en diversos puntos del país, criticaban la actual gestión.
“‘¿Si esto no es el pueblo, el pueblo dónde está?’ En la casa haciendo la cuarentena”, “la gente sale a decir que estamos hace ocho meses en cuarentena, pero son ellos los que le ponen palos en la rueda al gobierno”, “están con aire de venir a patotear”, respondían, por su parte, los contramarchantes.
También estaban aquellos que se definían como apolíticos, que afirmaban no creer más en el sistema, que estaban "cansados" de los jerarcas argentinos, pero mantenían el "deseo" de querer que su país no decaiga y por eso, argumentaron, estaban allí. Pero, además, había un hombre flameando una bandera de Uruguay, quien declaró que asistió porque quería "defender los intereses de Argentina" y buscaba sentirse parte.
La mayoría de los asistentes reconocieron enterarse del banderazo contra el gobierno argentino a través de las redes sociales. Por esa misma vía, el presidente Fernández envió un mensaje cuestionando que los manifestantes protestaran frente al domicilio privado de Cristina Fernández.
"Disentir con un gobierno es parte de la democracia. Movilizarse, aun con el riesgo que implica una pandemia, también. Pero promover una convocatoria a una protesta en el domicilio de una persona solo fomenta la grieta y daña esa convivencia", dijo el mandatario en Twitter, refiriéndose al llamamiento de la oposición.
El expresidente argentino Mauricio Macri también opinó sobre las movilizaciones, aunque evitó referirse a la aglomeración frente a la casa de Fernández. "Son la demostración de que a pesar de nuestros problemas actuales tenemos que ser muy optimistas respecto a nuestro futuro", destacó.
