Las próximas semanas serán un barajar y dar de vuelta para los intendentes de Rocha y Río Negro, tras varias manos disputadas con malas cartas. Los nacionalistas Alejo Umpiérrez y Omar Lafluf van por una segunda ronda de negociaciones con el objetivo de lograr un endeudamiento que les dé a sus administraciones una bocanada de oxígeno y una espalda más ancha en lo presupuestal.
En ambas comunas es el Partido Nacional quien gobierna tras un período de mandato frenteamplista. Lafluf cruza acusaciones con la pasada administración de Óscar Terzaghi, mientras que Umpiérrez lo hace con la de Aníbal Pereyra.
Una discusión paralela en la comuna canaria de Yamandú Orsi (Frente Amplio) derivó en negociaciones cruzadas que incluyeron la intermediación del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado y de Orsi en busca de destrabar un acuerdo entre partidos. Pero la propuesta del jerarca frenteamplista de un fideicomiso de US$ 80 millones para obras fracasó en la Junta canaria, y se truncaron las conversaciones interdepartamentales.
El escenario en el litoral es el más acuciante. Una de las primeras gestiones de Omar Lafluf al asumir en Río Negro fue buscar firmar una línea de crédito por US$ 8 millones con el banco BBVA, destinada a cancelar parte de una deuda de la intendencia que estimaba en $50 millones para diciembre del 2020. Una fracción de esa suma sería destinada a pagar parte de los sueldos jerárquicos del gobierno departamental.
La herramienta falló en una primera instancia por plantearse a pagar en 15 años —para lo que requiere de mayoría especial de 21 votos por exceder el período—, pero prosperó días más tarde con votos de los partidos Nacional y Colorado, al limitarse su extensión hasta el final del quinquenio. Pero aún restaba otra cuota millonaria a cubrir, y en ese contexto nació el fideicomiso de US$ 12 millones propuesto por Lafluf a los ediles.
El instrumento supone resignar una parte de los ingresos genuinos de la intendencia durante cierta cantidad de años, en este caso más allá del período correspondiente a Lafluf, por lo que exigía mayorías especiales. De los US$ 12 millones propuestos a pagar en 15 años, US$ 5,2 millones eran para cancelar el resto de la deuda, lo que supuso uno de los argumentos más fuertes esgrimidos por el intendente: buena parte de su proyecto se debía a la necesidad de enderezar la casa tras el paso de Terzaghi.
Según los datos proporcionados a El Observador por el presidente de la Junta Departamental de Río Negro, Daniel Villalba, US$ 3,6 millones se deben a deudas financieras vencidas en noviembre del 2020 —fecha en que Terzaghi traspasó el mando— mientras que otros US$ 1,5 millones responden a deuda con proovedores, Ancap y el Banco de Previsión Social (BPS).
Desde el Frente Amplio, en cambio, sostienen que la situación financiera deriva de un "déficit estructural" de administraciones pasadas. "Acá hay un déficit estructural que se arrastra del período inicial de Lafluf (2005), donde él solicita US$2 millones para afrontar la situación de la Intendencia de Río Negro al asumir por primera vez. En su segundo período lo lleva a US$4 millones. Eso se convierte en un déficit que año a año hay que ir renovando, para lograr que la intendencia funcione", planteó el exintendente Terzaghi a El Observador.
"El fideicomiso se ha considerado inconveniente de la forma que fue planteado por pasar dos períodos posteriores a este gobierno. Los contenidos y en qué gastar el dinero no ha satisfecho a los ediles", argumentó semanas atrás el presidente de la Departamental frenteamplista, Manuel Cáceres. "Gran parte del fideicomiso está destinado a saldar deudas, y muy poco a obras, cuando debería ser la mayor parte", dijo a El Observador. El dirigente criticó que "se tira la deuda para dos períodos en adelante", y que desde el Frente podían llegar a considerar un plazo de "máximo ocho años".
Así, sin llegar a ingresar formalmente al legislativo rionegrense, la propuesta fracasó.
Como alternativa, Lafluf remitió al Tribunal de Cuentas la posibilidad de crear una línea de crédito que incluya solo los US$ 5 millones que restan para cancelar la deuda. "El fideicomiso no va a salir y por lo tanto tengo que adelantar otro camino porque mi problema es grave, complicado", declaró el lunes a Universal.
Consultado por El Observador, el jerarca descartó tomar acciones legales contra la administración de Terzaghi, a pesar de que su "asesoramiento" indicaba que podría hacerlo por haber incumplido sus obligaciones.
A pocos meses de asumir como intendente, Alejo Umpiérrez comenzó a promocionar el proyecto "Rocha crece contigo", para crear un fideicomiso por hasta US$ 25 millones a ser administrado por la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) a pagar en 15 años. "Tenemos dos grandes objetivos: generar puestos de trabajo para los rochenses y realizar las obras públicas que Rocha necesita", argumentó el jerarca en un video institucional.
La iniciativa implicaba ceder un 30% de los ingresos futuros por patente de rodados y conllevaba inversiones para todos los municipios. Algunas obras propuestas eran la construcción del Puente Paso Real de 60 metros para conectar a la ciudad con Barrio Hipódromo, dos plantas de transferencia de basuras, un proyecto hidráulico para evitar inundaciones en la Barra del Chuy, entre otros.
El Frente Amplio negó los votos en una primera instancia, con el argumento central puesto en que primero era necesario aprobar el Presupuesto quinquenal de la comuna. "Antes de analizar cualquier compromiso de endeudamiento, había que ver cuál era la propuesta de ingresos y gastos", explicó a El Observador el presidente de la Departamental frenteamplista de Rocha, Pablo Barrios.
Una vez votado el presupuesto, se abría la chance de someter de nuevo a discusión el fideicomiso. A partir de eso se empantanaron las negociaciones —el proyecto nunca volvió a ingresar a la Junta Departamental—, con ambas partes acusando a la otra por no prestarse al diálogo.
El intendente Umpiérrez dijo a El Observador que "las conversaciones están congeladas", y se limitó a adelantar que buscará alternativas para concretar las obras de igual manera, aunque conlleve otro tipo de financiamiento.
Desde la oposición, Barrios sostuvo que una vez votado el Presupuesto, la Mesa Departamental contactó a Umpiérrez para decirle "que sí estaba dispuesto a reunirse nuevamente". "Estamos esperando que nos diga qué día le queda bien reunirse con la principal fuerza de la oposición del departamento. No creo que venga de nosotros la falta de diálogo", afirmó.
"Esa propuesta original, si el intendente sigue insistiendo, eso no es diálogo, es imposición", había planteado semanas atrás el exintendente Aníbal Pereyra a El Observador. "Ese fideicomiso no va a salir, está clavado. Tienen que haber señales claras de que haya voluntad de diálogo", zanjó.
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