Biden apuesta por las mujeres para sortear la oposición de los republicanos en el Congreso

Hasta el momento, los observadores locales coinciden en que los republicanos tienen muchas posibilidades de tomar el control de la Cámara de Representantes, mientras que los demócratas tienen más chances de conservar la exigua mayoría que tienen en el Senado.

Según los analistas, una Cámara de Representantes con mayoría republicana sería suficiente para descarrilar las leyes que Biden y los legisladores demócratas quieren promulgar. No sería la primera vez. La historia señala que el partido en el poder normalmente pierde escaños durante el primer mandato de un nuevo presidente.

En 2010, durante el gobierno del presidente demócrata Barack Obama, su partido perdió 63 escaños, un resultado devastador. En 2018, dos años después que asumiera la presidencia Donald Trump, los republicanos cedieron 41 bancas. En ambos casos, el control de la Cámara de Representantes se invirtió.

Este año, los republicanos solo necesitan ganar cuatro escaños en las elecciones del 8 de noviembre para asumir la mayoría de sus 435 miembros. Sus perspectivas de ganar han mejorado a través del “gerrymandering”, práctica mediante la cual un partido manipula las líneas distritales para afianzar su poder durante el proceso de redistribución de distritos, procedimiento que se realiza una vez por década.

Según los medios estadounidenses, los republicanos han tomado la delantera en el asunto, forzando nuevos mapas ventajosos a través de las legislaturas estatales que controlan, incluso en Texas y Florida, mientras que los demócratas en Nueva York vieron su propio mapa invalidado por el máximo tribunal del estado.

El objetivo de Biden de afianzar su agenda e impulsar leyes hasta ahora trabadas reconoce otros escollos. Treinta y un diputado demócratas ya anunciaron que se jubilarán, o bien buscarán acceder a otros cargos, la mayor cantidad para el partido desde 1992. Los republicanos, en tanto, solo necesitan ganar una banca para controlar un Senado dividido en mitades, con la vicepresidenta Kamala Harris como voto de desempate.

La apuesta más fuerte de la conducción demócrata son sus experimentados candidatos en Arizona, Georgia y Nevada. Los que pueden ayudar al partido a conservar el número actual en el Senado; mientras que los republicanos podrían ceder escaños en Pensilvania y Wisconsin, dos estados que votaron por Biden en las elecciones de 2020.

Sin embargo, los analistas admiten que el repunte de las posiciones conservadoras en amplios sectores de la sociedad podría resultar en una victoria de los republicanos en Arizona, Georgia y Nevada, incluso en Colorado y New Hampshire.

Se trata de un verdadero referéndum sobre la popularidad de Biden, que se recuperó levemente durante el verano. Los sondeos, no obstante, indican que apenas el 38% de los estadounidenses aprueba su desempeño, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada el 29 y 30 de agosto. Esa misma encuesta mostró que el 69% cree que el país está en el camino equivocado, en comparación con solo el 21% que dijo que estaba en el correcto.

Por lo pronto, la decisión de la Corte Suprema de Justicia de anular el fallo Roe vs. Wadelas de 1973 -que establecía las protecciones constitucionales que permitían a las mujeres interrumpir en forma voluntaria el embarazo- podría operar en favor de los demócratas.

La restauración de la protección se ha convertido en uno de los principales ejes discursivos de Biden, al compás del aumento del voto protesta que evidenció un referéndum en Kansas y de las crecientes manifestaciones contra la decisión del máximo tribunal.

Los demócratas también esperan que los problemas legales de Trump derivados de la reciente redada del FBI en su casa de Florida y las continuas investigaciones sobre su papel en la campaña para anular las elecciones de 2020 hagan que los votantes indecisos se sientan menos inclinados a apoyar a los candidatos republicanos.

En lo inmediato, el panorama económico juega en contra del gobierno de Biden. Las expectativas de que una rápida recuperación tras la pandemia impulsaría las chances de sus candidatos parecen diluirse. A pesar de la caída de la tasa de desempleo, la economía sigue afectada por una inflación que no cede y podría entrar en recesión en el último trimestre de este año.

Como sea, la Reserva Federal ya recortó sus pronósticos de crecimiento, admite la posibilidad de un ciclo recesivo y advirtió que endurecerá su política monetaria todo lo que requiera para llevar la inflación de la meta del 2% anual. La principal preocupación de los votantes, que supera con creces otros temas, como la delincuencia, la inmigración, el aborto y el medio ambiente.

Los demócratas han argumentado que un reciente paquete climático y de atención médica aprobado por el Congreso ayudará a reducir la inflación, haciendo que los medicamentos recetados sean más asequibles y reduciendo los costos de atención médica. Biden también anunció que su gobierno perdonaría parte de la deuda de préstamos estudiantiles, una decisión controvertida que los demócratas esperan que ayude a estimular la participación de los votantes más jóvenes.

Este fin de semana, Biden aseguró a los votantes demócratas que si eligen al menos dos senadores más en las elecciones de noviembre se abriría la posibilidad de eliminar el obstruccionismo para restablecer el derecho federal al aborto.

En este complejo panorama de fondo, afirmó durante un mitin organizado por el Comité Nacional Demócrata que los dos senadores adicionales permitirían a su partido controlar el Senado y eliminar el obstáculo legislativo conocido como “obstruccionismo”, que requirió tradicionalmente una mayoría de 60 votos para superarlo.

Lo expresado por Biden sugiere que apoyaría una votación que por simple mayoría ponga fin al obstruccionismo. No obstante, cualquier movimiento en este sentido exigirá que los demócratas mantengan el control y sumen dos senadores, algo que la mayoría de los analistas cree improbable.

En lo inmediato, Biden y su equipo han hecho de la restauración de las protecciones perdidas por el fallo de la Corte Suprema de Justicia un tema central en sus discursos.  “Si me dan dos senadores más en el Senado, les prometo, les prometo, que una vez más haremos de Roe la ley del país”, dijo el mandatario.

Biden exhortó a las mujeres votantes a ayudar a elegir a los demócratas. "No creo que los republicanos del MAGA tengan ni idea del poder de las mujeres estadounidenses. Déjenme decirles algo, están a punto de descubrirlo", dijo en referencia al sector más conservador de los republicanos, identificados con el slogan  “Make America Great Again” de Donald Trump.

Según los últimos datos disponible, la participación electoral de 2020 fue del 68,4% para las mujeres y del 65,0% para los hombres. Votaron alrededor de 9,7 millones más de mujeres que de hombres. Un hecho que, al igual que el aumento en el número de mujeres que registran para votar, atribuyen a la decisión del tribunal.