Para retomar el análisis de la semana pasada –en mi artículo sobre los nombramientos al gabinete de Joe Biden–, a priori se antoja muy poco probable que su gobierno vaya a crear algún tipo de ambiente hostil hacia el régimen de Arabia Saudita, que dirige con mano de hierro el príncipe heredero MBS; o hacia el jeque abudabí MBZ, que gobierna de facto los Emiratos Árabes Unidos.