La cadena perpetua es uno de los reclamos de tuiteros ante delitos violentos

Nacional > La punitividad

“Cadena perpetua” o “matarlos a todos”: las penas que reclaman uruguayos en Twitter y preocupa a criminólogos

Investigadores uruguayos descubren que más de 7.000 entre 130.000 comentarios sobre noticias policiales piden más castigo para los delincuentes
Tiempo de lectura: -'
20 de mayo de 2023 a las 05:01

“Detuvieron y expulsarán de Argentina al presunto proveedor de la cocaína adulterada que mató a 23 personas en Buenos Aires”. Así se titulaba una noticia en un medio uruguayo a la que un usuario de Twitter reaccionó con enojo:

Y a donde lo mandan ?....a Cancún con todo pago ?...jajajaja...mata a 23 !!!...Perpetua mínimo...LPM !!

“Tres personas fueron condenadas por el abuso sexual al que fue sometida una niña de 10 años”, tituló otro medio local. Y un usuario de la red del pajarito reaccionó:

Mi querida amiga, Uruguay, tarde o temprano tendra que prestar atencion al numero de criminales sueltos, que no tienen en su futuro, nada mas que seguir delinquiendo, porque la sociedad los va marginando. Y desde tiempos inmemoriales, el hombre tiene que eliminar las bestias.

Incluso la senadora nacionalista Graciela Bianchi comentó aquella noticia exigiendo “la condena y el castigo más grave posible”, a lo que otros usuarios le reclamaron que como legisladora modifique la constitución para que en Uruguay se permita la pena de muerte.

Más de 7.000 tuits, en un universo de 130.000 que comentan noticias policiales publicadas en Twitter por los 20 principales portales informativos de Uruguay, reclaman más penas. O más severidad de los castigos.

Estas actitudes—que se dan en cifras similares a lo que ocurre en Reino Unido— coinciden “en un país en que la punitividad (como le dicen los técnicos) es relativamente alta dentro de la opinión pública” y en el que, a más de un siglo de haberse suprimido la pena de muerte, cerca de la cuarta parte está a favor del castigo capital, explica Pablo Ezquerra, candidato a doctor en Criminología en la Universidad de Cardiff en Reino Unido.

¿Por qué el dato importa? “Existe evidencia de que la variación en las actitudes punitivas de la sociedad tienen consecuencias en el sistema político: a medida que la gente reclama más castigos, el político tiende a reaccionar y legislar a favor de esos reclamos”, dice el investigador uruguayo quien, junto al también criminólogo Nicolás Trajtenberg, viene estudiando el punitivismo en Uruguay y la posibilidad de que los usos de datos no tradicionales —como en este caso las redes sociales— pueden darnos una foto de la opinión pública.

En su nueva investigación —parte de la tesis doctoral y en la que viene entrenando a una plataforma de inteligencia artificial para la clasificación automática de tweets punitivos—, Ezquerra encontró que "casi la mayoría" de los mensajes que reclaman más castigo tienen una fuerte carga de emotividad y un tercio apelan al insulto: “el pichaje”, “el malandra”,  “el hijo de puta ese”.

¿Sentimiento versus razón?

Cuando un adicto a las drogas consume, debajo de la corteza del cerebro, se activa una pequeña área en el que se procesan las emociones. Es la misma área que reacciona cuando algo nos genera placer o enojo, cuando una interacción nos despierta un sentimiento, y “es probable que actúe también ante una noticia que nos impacta”, explica  la doctora en Psicología Gabriela Fernández Theoduloz, quien ha estudiado la impulsividad en los seres humanos. De ahí que, como indica el estudio criminológico, las reacciones con más furia suelen darse ante crímenes de odio basados en los prejuicios, y cuando ocurren eventos extraordinarios y violentos (como un atentado terrorista), existe un pico alto de mensajes cargados de odio que ceden con el tiempo.

Porque tras esa activación del área profunda del cerebro (sistema límbico), actúa la corteza prefrontal que tiende a ponerle un freno a la impulsividad y le aporta la racionalidad, dice Fernández Theoduloz. Es decir: “Frente a una noticia escalofriante, gatilla alguna emoción, nos sentimos abrumados y queremos reaccionar, pero enseguida empieza a pesar la razón que nos sugiere no responder en ese momento, no saltar al vacío, o medir las consecuencias”.

En este sentido, Ezquerra y Trajtenberg vienen observando una correlación entre el aumento de la punitividad de la sociedad uruguaya con la identificación de la inseguridad como uno de los principales problemas del país. Algo así: cada vez se está más inseguro, el sistema no resuelve mis problemas, actuemos con manos dura y con justifica por mano propia.

Antes de la pandemia del covid-19 la inseguridad era percibida como el principal problema del país para siete de cada diez uruguayos. La emergencia santiaria bajó esa valoración, pero en 2022 retomó su tendencia habitual y ya se sitúa a la cabeza para cuatro de cada diez, según la última encuesta de Equipos Consultores.

“Uno de los riesgos de los niveles elevados de puntitividad en una sociedad es que puede llevar a desbordes, que la gente actúe por mano propia, o bien que se piense que la solución solo se basa en agravar las penas cuando la evidencia demuestra que eso no soluciona el delito de fondo”, dice Ezquerra.

El coordinador de Estrategias Focalizadas de Prevención Policial del Delito del Ministerio del Interior, Diego Sanjurjo, coincide: “En América Latina, y Uruguay como parte de esta región, se suele atender solo la pata penal, punitiva, de mano dura, porque es lo repercute a corto plazo, pero no se logra atender la prevención del delito”.

En esa línea, explica el asesor del ministro, “en Uruguay se piensa que las políticas sociales son de izquierda y que el cuidado del déficit fiscal es de derecha. Cualquier economista, sin embargo, dirá que ambas patas son importantes. Con la seguridad pasa lo mismo: una parte es contraria a la prevención del delito (y sugiere más palo) y otra parte se opone a la represión (y lo compara con una dictadura). Entonces la política de seguridad acaba politizada y luego polarizada”.

La polarización social, explica la doctora en Medios, Tecnología y Sociedad Eugenia Mitchelstein, “no nace con Twitter ni las plataformas digitales, sino que aquellos que está instalado en la sociedad termina comentándose en Twitter… a lo sumo la red social favoreció el anonimato”. Como ejemplo, dice la profesora de la Universidad de San Andrés, en Estados Unidos ya había un público que prefería mirar Fox News “para reafirmar sus opiniones preestablecidas y sentirse parte de una comunidad”, y había otro público que miraba NBC.

Refiere a que, según los últimos datos de la consultora Pew Research, el 65% de los republicanos confía en Fox News (medio de línea editorial conservadora), mientras que el 61% de los demócratas confía en NBC (liberal).

En esta línea, explica Mitchelstein, Twitter “no representa a la opinión pública de todo el conjunto de la sociedad, pero sí es representativo de una parte de ella”.

Twitter: el boliche virtual

Según la última edición de la Encuesta de Uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación, que el gobierno presentó esta semana, uno de cada diez internautas uruguayos usa diariamente Twitter. Al igual que Linkedin —no así otras redes sociales— la tendencia de perfiles en la red del pajarito aumenta con el nivel educativo. Pero, a diferencia de Linkedin y otras plataformas, Twitter es la red más abocada al “debate” y la información: algo así como un boliche virtual.

Pero, ¿cómo se dialoga en ese boliche virtual? O, al menos, ¿cómo comentan los usuarios las noticias sobre crimen? Ahí está parte del nudo que Ezquerra quiere desentrañar.

Los datos preliminares de su investigación, por ejemplo, indican que entre los mensajes punitivos el 14,8% lo fundamentan en la necesidad de “evitar que los delincuentes sigan delinquiendo ya sea por incapacitación o como disuasión”. O bien que el 9,3% ofrece motivos redistributivos (el delincuente “merece” un castigo).

¿Por qué ocurre esto entre algunos usuarios de Twitter en Uruguay? “La gente no conoce realmente la ley, lo que permite y lo que no. Algunos estudios demuestran que cuando las personas se enfrentan efectivamente a casos concretos, el público tiende a optar por penas menos severas que los jueces. También hay desconocimiento delictivo: la gente en general tiene poco contacto con el mundo delictivo. Los encuentros en primera persona son contados y en general uno no recaba mucha información sobre el agresor. Por tanto la gente recurre a los medios de prensa que seleccionan noticias por su valor como noticia, no siendo una selección representativa del delito real”. Y, agrega Ezquerra, “en los datos en Twitter estamos viendo la falta de legitimidad y confianza en las instituciones puede llevar a desbordes punitivos, especialmente a la justicia por mano propia”.

Las referencias metodológicas están descritas en el artículo “Usando datos no tradicionales para explorar un concepto tradicional: cómo podemos usar Twitter para entender la discusión sobre castigo en la opinión pública en Uruguay”

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...