China salió de la cancha, Italia es el que juega más y la industria lanera se adapta

En 2022 por primera vez China no fue el principal cliente para la lana uruguaya, Europa creció con el liderazgo para Italia y con eso como escenario la industria agrega valor para la nueva demanda

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21 de enero de 2023 a las 05:01

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En 2022 por primera vez China no fue el principal cliente para la lana uruguaya, Europa creció en ausencia del gigante asiático y con eso como escenario la industria agrega valor para la nueva demanda.

Italia fue en 2022 el principal destino de exportación de lana uruguaya en facturación, con US$ 28 millones. De ellos US$ 24 millones en lana lavada y peinada y más de US$ 4 millones en lana sucia. Por primera vez superó a China, que cayó al nivel de Alemania, el principal importador de lana lavada y peinada (US$ 26 millones).

Desde que China abandonó las compras de tops en Uruguay las ventas a ese destino se desplomaron casi a la cuarta parte: desde US$ 95 millones en 2019 a US$ 26 millones en 2022.

China ha sido históricamente el principal destino de las lanas, cambiar eso es un desafío; para el sector lanero es el principal cliente y el principal competidor para la industria”, dijo Nicolás Pérez del Castillo, director de Tops Fray Marcos que opera con lanas peinadas, lavadas y sucias.

“El mundo industrial textil tuvo una primavera pospandemia por la retracción de China como competidor. Esto permitió la reapertura del acceso a clientes de mercados que en el pasado reciente estuvieron muy atendidos por China y se hacía difícil competir”, señaló. Hasta 2019 el 50% de las ventas iba a China y en los últimos dos años fue el 5% y el 7%. Este año creció la facturación sin alcanzar el nivel anterior a la pandemia.

A partir de 2020 fueron exportados menos productos desde China y la industria europea procesó más. La demanda de Italia saltó de US$ 11 millones en 2019 y 2020 a casi el triple en los últimos dos años para pasar al frente en 2022 entre los mercados de Uruguay con más de US$ 28 millones.

Frank Raquet, director de Engraw, dijo que industrias textiles de marcas internacionales buscan salir de China “y eso es una oportunidad de ampliar y diversificar mercados”.

Industrias en México, Turquía, Polonia, España, Portugal apuntaron al mercado uruguayo en busca de materia prima con valor agregado. En Europa tuvieron “un año muy bueno” a pesar de la situación de la energía y la inflación, señaló Pérez del Castillo.

Juan Samuelle
Lana apenas cosechada.

Tops en aumento

Según las cifras del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), en 2022 se exportaron desde Uruguay 30,41 millones de kilos de lana por US$ 161,5 millones. El mercado cayó en el último trimestre. Este año las compras de China cayeron 40% en dólares.

Tomando el período noviembre de 2021 - octubre de 2022 se registró un aumento interanual de 25% asociado a un crecimiento de 48% en las divisas por exportación de tops: US$ 100 millones.

Los cinco principales mercados crecieron notoriamente: Polonia 153%, Turquía 70%, Italia 61%, México 46% y Alemania 33%.

“Básicamente los 10 o 15 millones de kilos de lanas más finas de 22 o 23 micras se pudieron colocar sin problemas en los mercados no chinos”, afirmó Raquet; “aunque China algo importó, fue bastante comprador de Australia en lanas de 20 o 21 micras y le dio la espalda a Uruguay”.

La venta de tops cayó a la mitad entre 2019 y 2020, de 20,5 a 10,2 millones de kg. Desde entonces recuperó el 65% de ese volumen.

Los ingresos por lana lavada bajaron este año 31,6% a US$ 25,4 millones: China –principal cliente- bajó sus compras a la mitad y Egipto las duplicó, Italia se concentró en lana peinada y bajó 46% mientras que EEUU aumentó 45%.

Juan Samuelle
Carnero con lana fina.

Brechas de precios

En el anuario de Opypa el 2022 es calificado como “un año muy particular para el rubro ovino”, afectado por la política "covid cero" de China que contrajo el mercado, la guerra en Ucrania, el crecimiento de tasas de interés, volatilidad de monedas y dificultades logísticas.

Los valores de lana tanto a nivel local como en Australia, se mantuvieron por debajo de los alcanzados en 2021. Después de un buen primer semestre, en julio las cotizaciones comenzaron a caer y en noviembre los precios estaban 25% debajo de los de junio.

“Los precios hasta setiembre, en términos históricos no fueron malos para las lanas finas”, afirmó Pérez del Castillo, especialmente para las finuras de 19,5 micras hacia abajo. “Desde 21,5 a 19,5 se canalizan bien, de 25 para abajo tenemos lanas excelentes a no tan buenos precios; lo acondicionado se mueve, el resto está más pesado”.

El año cerró con una brecha de precios de 6% tomando como referencia al Indicador de Mercados del Este (IME), que en diciembre de 2021 terminó el año a US$ 9,65 y en 2022 a US$ 9,09. Y no cayó más porque repuntó 11% en las últimas dos semanas de actividad previas al receso como consecuencia de la flexibilización anticovid en China que reactivó la demanda.

Para las lanas medias y gruesas de más de 24 micras fue otro año difícil “con precios que no conforman al productor, conllevando a una creciente acumulación de stock”, indica el informe de Opypa.

Los ingresos por lana sucia contrastan con el 48% de incremento de divisas por tops: una baja de 34,5%, con caídas en todos sus principales mercados.

Hasta agosto se estimaba entre 25 y 26 millones de kilos el stock de lanas en el país. Luego de la esquila 2022, un relevamiento del SUL a pedido de la Sociedad de Criadores de Corriedale indica que en diciembre el sobrestock creció hasta 48 millones. En las últimas tres temporadas se cosecharon 77 millones de kilos.

En el ejercicio ganadero 2021/22 la producción de lana vellón creció 3% respecto a la zafra anterior, con 25,55 millones de kilos.

La producción de lana de Australia crecerá 5% en 2022/23 respecto a la zafra pasada para ubicarse en 340 millones de kilos base sucia, lo que no modifica el ya dominante rol de ese país en el comercio mundial, especialmente de lanas finas.

Juan Samuelle
Esquila en Uruguay.

Piso para lanas finas

La tendencia es que “si se logra sortear la tónica actual” afectada por la suba de tasas, la inflación y el conflicto Rusia-Ucrania, junto con la salida de la cuarentena de China, “sobre finales del primer trimestre de 2023 estaríamos con un mercado más activo que en los últimos dos o tres meses”, proyecta el director de Engraw.

Las lanas finas tocaron un piso y la suba de diciembre debería mantenerse, mientras que para las Corriedale y cruza de más de 26 micras “cuesta pensar qué las puede sacar del piso” que en Uruguay es actualmente de US$ 2 por kilo base sucia (26 micras) y US$ 1 (28 micras).

Para que las lanas uruguayas de 30 micras se ajusten a los requisitos de la demanda Engraw las cruza con lanas australianas para mejorar el color –medio millón de kilos ingresados en admisión temporal en 2022- o con lanas de Perú de 25 micras para llegar a un producto de 27 o 28 micras.

El régimen de admisión temporaria es criticado por la Sociedad de Productores de Corriedale que considera que perjudica al productor nacional que tiene sobrestock y que tiene un mercado interno sacudido por el concurso voluntario de Central Lanera y Lanera Piedra Alta, uno de los principales compradores locales.

A partir de 2020, con el freno de China a la importación de tops, la importación en admisión temporaria bajó casi a la mitad: de 18 a 11,1 millones de kilos. En 2022 fueron 10,1 millones de kilos, equivalentes al 40% del total de lanas lavadas y peinadas exportadas desde Uruguay en el año.

Juan Samuelle
Fardos con lana, en estancias.

Cambios en la industria

“En la industria todos hemos tenido que hacer una drástica baja en la finura promedio de nuestras fábricas a efectos de mantener el trabajo y la colocación”, sostiene Raquet.

En el caso de Tops Fray Marcos el cambio más saliente en los últimos dos años ha sido “trabajar más la peinaduría para mercados hilanderos, más tops que lanas lavadas”, dijo Pérez del Castillo.

Las oportunidades, entiende, están sujetas al principal consumidor y procesador del mundo, que hasta ahora genera que los precios no repunten: “Cuando China esté activa, más tarde o más temprano, entendemos que Uruguay va a tener una oportunidad”.

La brecha de costos respecto a la industria china se ha ido reduciendo. La pandemia coincidió con un período de transformaciones laborales y ambientales para la industria china que redujo la cantidad de industrias que reabrió a las más grandes y modernas. “El dumping social y ambiental ya no camina”, reflexionó.

Hay dos fechas clave: “El 10 de enero cuando reabre el mercado australiano, esperamos que en suba y con fluidez que mejore el ánimo del productor, que es vital”, dijo. Esto ya se cumplió, con cinco de seis jornadas al alza en 2023 y un aumento de 2% respecto al cierre de 2022.

La otra fecha clave es “el 31 de enero, cuando vuelve China del Año Nuevo”, señaló.

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