Chris Pratt, la estrella impensada

Cuando se estrenó la serie Parks and Recreation en 2009, nadie se imaginaba que el actor que interpretaba a Andy, un personaje torpe, gordito y bastante tonto, sería la estrella de cine de la que todos hablan en este 2015.

Con el correr de las temporadas de Parks and Recreation, protagonizada por la comediante Amy Poehler, Chris Pratt pasó de secundario a uno de los personajes (y actores) más queridos en la serie. Esto sucedió en parte gracias a su actuación sincera y a su consistente cantidad de chistes excelentes, muchos de ellos improvisados. Con Andy en la escena, la carcajada estaba asegurada.

Ese encanto que Andy generaba en la serie es casi el mismo que Pratt deja en evidencia en cualquier entrevista, participación en televisión o en los videos que sube en sus redes. Siendo él mismo, Pratt conquistó Hollywood como otra clase de estrella, diferente al acartonamiento de las anteriores: carismática, naturalmente hilarante y empática con la gente común y corriente.

Antes de conseguir su primer trabajo en la actuación, Pratt supo vivir en una camioneta en Hawái y trabajar de mozo. El inicio de su carrera cinematográfica fue en la película de terror Cursed Part 3. De allí saltó a la televisión al participar en las series adolescentes Everwood y The O.C., roles por los cuales aún es recordado por fanáticos de estos programas. Su siguiente rol de alto perfil fue Parks and Recreation, donde estuvo durante las siete temporadas y resultó su trampolín para el cine.

A pesar de tratarse de papeles menores, Pratt tuvo que bajar de peso para estar primero en la película Moneyball (2011) y luego en La noche más oscura (2012). Al mismo tiempo, aumentó su participación en comedias y pudo verse en filmes como Eternamente comprometidos (2012) y Ella (2013).

Estos cambios de imagen no solo lo obligaron a cuidar especialmente su salud sino que también lo pusieron en el foco de atención. Es que con estas películas no solo demostró su rango actoral, sino que también sacó a relucir su atractivo.

Con la finalización de Parks and Recreation confirmada para este año, en 2014 la carrera de Pratt empezó a tomar altura. Sin embargo, no tomó el lugar de los clásicos actores de comedia como Ben Stiller o Vince Vaughn, cosa que podría haber hecho a la perfección. Su perfil viró inesperadamente hacia un nuevo prototipo de estrella de blockbusters.

Su primer éxito de taquilla no tuvo su rostro sino su voz. En la animación La gran aventura Lego interpretó a Emmet, un tipo común y corriente que es considerado "el elegido". Las buenas críticas y las nominaciones a premios le llovieron a este filme, lo que abrió paso a lo que luego sería Guardianes de la Galaxia, el primer protagónico de Pratt en carne y hueso.

Como Star-Lord, el actor logró que su carisma fuera el pilar y la razón del éxito rotundo de Guardianes de la Galaxia. Sus responsables supieron ver el potencial de Pratt, aunque en un principio los atormentó una duda. "Pensaba que era una locura contratar al tipo gordo de Parks and Recreation como protagonista de una película de superhéroes", reconoció el director de la película, James Gunn. Sin embargo, tras verlo en las audiciones, Gunn estaba decidido a llevar a la pantalla al primer superhéroe con sobrepeso de no ser porque Pratt se adelantó y se puso en forma.

Pero esas idas y venidas ya son parte del pasado. El actor anunció que Fat Pratt, nombre cariñoso que se le adjudicó a su anterior yo con sobrepeso, no volverá. De hecho, su pérdida de peso definitiva se incluyó en la trama de Parks and Recreation con un chiste que dura apenas segundos: Andy dejó de tomar cerveza. Así de simple.

Con este historial, el anuncio de que Pratt protagonizaría la actual Mundo Jurásico fue otro de los factores para que el furor por el regreso de la franquicia fuera aún mayor. Aunque los dinosaurios sean los verdaderos protagonistas de la película, es el rostro de Pratt el que tiene asegurada su permanencia en la gran pantalla.