Cinco piezas imprescindibles de Les Luthiers

Les Luthiers recibió este miércoles el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, como reconocimiento a su trayectoria. El grupo, que estrenará un nuevo show antológico durante este año, cuenta en su repertorio con varias piezas que hacen reír con cada nueva visualización y que son un factor clave en el éxito del grupo, que no ha disminuido con el paso del tiempo. Estas son algunas de esas composiciones, a modo de muestra.

Pocos números resumen el estilo de Les Luthiers como esta cumbia sobre filosofía, que toma una base académica y la transforma en una fuente de humor. Dos jóvenes se encuentran en un baile y acaban debatiendo sobre filósofos y Epistemología, algo que la banda que acompaña al relator de la historia malinterpreta y confunde con el acto sexual, generando un continuo intercambio entre el cantante y el coro, todo acompañado con un ritmo bailable.

Las obras "fuera de programa" que Les Luthiers presenta al final de sus presentaciones suelen ser largas, pero valen cada minuto. Una de ellas es Cartas de color, que narra un intercambio de misivas entre Yoghurtu Nghé, un joven africano exiliado de su tribu y encuentra éxito en Estados Unidos como compositor, y su tío Oblongo Nghé, que le relata el día a día de la tribu.

El grupo no es ajero a ritmos modernos y contemporáneos, más allá de ser excelentes ejecutantes de ritmos clásicos. En esta obra apuntan a sonidos electrónicos y a influencias del hip hop para burlarse de su propio envejecimiento y de los cambios sociales, mientras que Carlos López Puccio y Jorge Maronna se animan a bailar.

La curiosidad infantil y la música para niños son dos de los objetivos de este hilarante número, en el que el intento de ejecutar una canción simple se convierte en una misión imposible ante las constantes preguntas de un niño curioso. El ficticio grupo "Los Honguitos", que también aparece en la obra Canción para moverse, son los encargados de la tarea, en una pieza que se ha convertido en un clásico del grupo.

Otra de las obras más extensas de Les Luthiers tiene como protagonista al personaje del título, que llega al Río de la Plata un año antes que Cristóbal Colón pise América, y comienza una serie de aventuras por el continente que lo llevan hasta el Caribe.

Una de las tradiciones del grupo señala que Marcos Mundstock es el encargado de la lectura humorística que presenta cada obra, y que suele referir a un hecho de la vida del compositor Johann Sebastian Mastropiero. Sin embargo, esta presentación realizada por Daniel Rabinovich (fallecido en 2015) es una de las que más risas provoca. Enfrentado a un texto lleno de errores, completados por fallas en la lectura conforman una de las joyas de la carrera del grupo.