Ciudadanos le da un voto de confianza a Ache pese a "incomodidad" por su rol en caso Marset

Si bien el resultado era previsible, porque el oficialismo tiene votos en el Parlamento para respaldar a sus ministros, la principal incógnita pasaba por el grado de firmeza del alineamiento de los partidos de la coalición. Previo a la interpelación, desde el gobierno se habían limitado a responsabilizar al Frente Amplio por el decreto de 2014 que fijó las exigencias para tramitar los pasaportes sin dar mayores explicaciones acerca del proceso que había desembocado en la entrega del documento.

Uno de los temas que había generado preocupación en la interna del oficialismo era el rol que tuvo la vicecanciller Carolina Ache.  

Antes de la interpelación, la jerarca reconoció que tuvo una reunión con el representante de Marset en Uruguay, Alejandro Balbi, aunque aseguró que el abogado no le pidió que apurara ningún trámite y que solo se limitó a consultarla cuándo salía la próxima valija diplomática rumbo a Emiratos Árabes Unidos (EAU).

En la sesión, Ache manifestó que entendía que ese encuentro podía generar “suspicacias” pero manifestó que estaba diciendo “toda la verdad” al señalar que Balbi no le transmitió ni siquiera para quién trabajaba. Eso pese a que por esos días el abogado también intercedió ante la Dirección Nacional de Identificación Civil para que apuraran el pasaporte, pese a que Balbi ya había estado en contacto con oficinas de Cancillería por el tema Marset, y pese a que la situación del narcotraficante ya había sido objeto de comunicaciones entre la vicecanciller y el subsecretario del Interior Guillermo Maciel.

Las breves explicaciones de Ache alcanzaron para que en su sector Ciudadanos le ratificaran la confianza, más allá de que en la agrupación también señalan que el rol de la vicecanciller se transformó en una situación "incómoda".

El coordinador político de Ciudadanos, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo a El Observador que “de acuerdo a lo que se conoce públicamente no hay elementos para retirarle la confianza”. 

El diputado Felipe Schipani, en tanto, agregó que no hubo una evaluación colectiva pero sostuvo que quedó conforme con las explicaciones.

Fuentes del sector dijeron que el balance es que no existen hasta el momento elementos objetivos para desconfiar del relato de Ache.

Durante la sesión, varios legisladores del oficialismo como Jorge Gandini o Guillermo Domenech también señalaron que hubieran actuado del mismo modo que Ache si Balbi les pedía una reunión.

La jerarca dijo que la solicitud de audiencia se produjo el 17 de noviembre por WhatsApp y que el encuentro en el Palacio Santos se realizó el 24 de ese mes.

De acuerdo con la vicecanciller, Balbi la consultó por la fecha en que salía la valija diplomática hacia EAU y nada más.

Pese a que Bustillo dijo que la entrega del pasaporte fue un trámite administrativo en el que no participaron autoridades políticas, en la interpelación Ache también informó que estaba al tanto de que Marset estaba detenido en EAU porque antes de reunirse con Balbi le había contestado dos mails —uno el 24 de setiembre y otro el 3 de noviembre— al subsecretario del Interior, Guillermo Maciel, quien se los había enviado a partir de “averiguaciones” de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (DGRTID).

Tal como informó El Observador, esta dirección venía cooperando formalmente desde agosto con la DEA en una investigación contra Marset encabezada por la Secretaría Antidrogas de Paraguay y Europol.

La cancillería inició una investigación administrativa para determinar responsabilidades y si hubo omisiones, aunque Bustillo dijo que se hace para preservar la "honorabilidad" de los funcionarios que intervinieron.

El pasaporte uruguayo fue al menos la segunda opción de Marset para salir de la prisión en EAU. El narcotraficante primero intentó involucrar a las autoridades paraguayas argumentando que había sido estafado y cuando esto fue rechazado decidió activar su plan B.

De hecho, los trámites para obtener el documento comienzan más de un mes después que es detenido. De acuerdo a lo informado en la interpelación, Marset cayó en prisión el 10 de setiembre y recién el 20 de octubre su familia y sus abogados se comunicaron con el consulado en EAU para iniciar las gestiones.

Balbi se movió con urgencia para obtener el pasaporte ya que Marset tenía como principal objetivo evitar ser extraditado a Paraguay, donde sabía que estaba siendo investigado.

La cancillería le entregó el documento porque no había impedimento legal pese a que hubo algunas advertencias, entre ellas la del exembajador de Paraguay en Catar (y concurrente en EAU), Ángel Barchini, que transmitió que era "muy extraño y llamativo" que un futbolista uruguayo resultara detenido con un pasaporte paraguayo apócrifo. Además, el embajador de Uruguay ante Emiratos Árabes Unidos, Álvaro Ceriani, sugirió en una comunicación con la cancillería que se tomaran más tiempo para analizar el caso en detalle.