Caso narco Marset: embajada de Uruguay en Emiratos sugirió tomarse más tiempo para evaluar el pasaporte, pero el trámite siguió igual

La diplomática advirtió que el uruguayo de 31 años estaba en prisión por ingresar a Dubái con un pasaporte paraguayo falso y, en su momento, consultó si debía ir a tomarle las huellas dactilares a la cárcel. También preguntó si la expedición y entrega del pasaporte podía ocurrir mientras Marset estaba en prisión o debía esperar a que recuperara su libertad. 

En todos los casos, la Dirección General de Consulares y Vinculación del Ministerio de Relaciones Exteriores, en ese momento encabezada por Pauline Davies, le respondió que continuara con el trámite en la medida en que se ajustaba a la normativa vigente que dispuso el decreto de 2014. 

Además de estos contactos, el embajador de Uruguay ante Emiratos Árabes Unidos, Álvaro Ceriani, sugirió en una comunicación con la cancillería que se tomaran más tiempo para analizar el caso en detalle.

Ceriani tenía buenas razones para recomendar cautela en virtud de que la diplomacia uruguaya había obtenido información que podía levantar sospechas. Ni bien se enteró de la detención de Marset, el entonces embajador paraguayo en Qatar, Ángel Barchini, le informó a su colega uruguayo en Doha, Jorge Seré, que un uruguayo había caído preso con un pasaporte paraguayo falso. El objetivo era que transmitiera ese dato a la embajada uruguaya en Emiratos. En ese momento, Paraguay aún no tenía una embajada en Abu Dabi, la capital emiratí.

El entonces embajador paraguayo en Qatar dijo a El Observador que le comentó a Seré que le llamaba "poderosamente la atención" y le resultó "muy extraño y llamativo" que un uruguayo que era jugador de fútbol (una de las identidades de Marset) hubiera sido detenido en Dubái con un documento apócrifo. Según el relato de Barchini, Seré le dijo que se comunicaría con Ceriani para transmitirle la información.

El pasaporte uruguayo como alternativa

Marset acudió al pasaporte uruguayo como la vía más rápida y fácil para salir de la cárcel en EAU y luego darse a la fuga antes de que cayera una orden de detención internacional.

El documento de viaje uruguayo fue además la alternativa que el narco usó ante las dificultades para hacerle creer a la Justicia de los emiratos que había sido víctima de una estafa y que el responsable de su pasaporte falso era el gestor (Mauricio Shwartzman, que fue asesinado por sicarios el 12 de setiembre de 2021, dos días después de la detención de Marset), tal como publicó El Observador. También señalaba a la Dirección de Migraciones paraguaya como la culpable de su situación.

Marset quería a toda costa resolver su situación para no ser deportado, medida que sucedería el 10 de diciembre, cuando se cumplieran los tres meses de su detención. Por eso, el narco y su esposa, Giannina García Troche, también uruguaya, se pusieron en contacto con el abogado Alejandro Balbi en setiembre, a los efectos de que iniciara el trámite. 

Balbi hizo las averiguaciones en el Ministerio del Interior, en donde le dijeron que Marset no tenía causas penales abiertas desde noviembre de 2020 ni estaba requerido, por lo que legalmente estaba habilitado a recibir el documento según la normativa vigente. Lo que ignoraban quienes hicieron esa búsqueda es que la Brigada Antidrogas ya cooperaba de forma reservada en una investigación internacional que tenía al uruguayo como uno de los centros de atención.

El pasaporte de Marset se imprimió el 25 de noviembre.

El trámite usual hubiera sido que el documento viajara a través de valija diplomática, pero en cancillería le informaron a Balbi que eso ocurriría recién al mes siguiente, lo cual atentaba contra los tiempos que manejaba Marset.

Esperar la valija significaba ser deportado de EAU a Francia (su último destino), Paraguay (su destino de origen) o Uruguay (su país natal) y no poder volver a ingresar en el estado árabe por un año. De manera que el narco firmó una autorización que habilitaba a que otra persona levantara su pasaporte por la cancillería. Un integrante del estudio de abogados de Balbi lo hizo y se lo entregó a un familiar de Marset, quien había viajado especialmente desde Dubái para retirarlo.

Tras el caso, el gobierno prepara un nuevo decreto, que impedirá otorgar el pasaporte a quienes estén detenidos en el extranjero. Además, impondrá una serie de obligaciones que formaban parte de un decreto de 1993 y que fueron derogados por un decreto del gobierno de José Mujica en 2014.

“Él le permitió que, actuando conforme al marco legal, el ciudadano uruguayo Marset adquiriera la libertad”, afirmó este viernes en rueda de prensa el canciller Francisco Bustillo.

Sin embargo, en el Frente Amplio sostienen que el decreto de 2014 reforzó la seguridad sobre lo que planteaba el de 1993, de la administración de Lacalle Herrera.