Comisión Nacional de Fomento Rural valoró entrega de tierras a colonos

El Instituto Nacional de Colonización (INC) entregó en los últimos cinco años casi 70 mil hectáreas de tierras, lo que representa una cifra histórica. El hecho fue valorado por Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), que siempre está trabajando por un mejor acceso a la tierra de los pequeños productores, remarcó a El Observador Agropecuario el presidente de la gremial, Mario Buzzalino.

Explicó que ello fue posible gracias a que se han ido bajando los topes de extensión que obligan a ofrecer la tierra al INC antes de venderla. Ese tope era al principio de 1.000 hectáreas, pero luego se bajó a 500 hectáreas y ahora CNFR busca que sea un área menor porque quedan varios departamentos fuera de esa posibilidad.

Celebrando con trabajo

Buzzalino repasó la celebración de los primeros 100 años de CNFR, que se realizó trabajando con un centenar de actividades en distintos puntos del país. Hubo un taller muy importante en Flores vinculado a la lechería, que contó con la colaboración de distintos institutos que facilitaron el aporte de técnicos muy calificados para contribuir a la formación de los productores. Esa capacitación permitió colaborar en una mejor comprensión sobre el estado de situación y visualizar mejor las perspectivas.

Otro taller realizado en Minas permitió avanzar en materia de recursos fitogenéticos, considerando las diferencias que ha tenido esta gremial con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), que había firmado algunos contratos con empresas que "nosotros no compartíamos", recordó Buzzalino.

"Conscientes que la producción de semillas es un rubro muy importante, referido a semillas forrajeras para la producción ganadera –y teniendo en cuenta que CNFR tiene muchas sociedades de fomento rural que se dedican a esta actividad, la actividad fue muy oportuna", dijo Buzzalino.

También hubo un encuentro en Treinta y Tres vinculado a la actividad ganadera de cría y donde "se recibió un invalorable aporte de INIA, del Instituto Plan Agropecuario (IPA) y de los técnicos de CNFR, pero queda mucho por hacer", consideró Buzzalino.

Fue muy útil el aporte sobre todo en técnicas de manejo, ya que no todos los productores las han adoptado y pueden colaborar en el desarrollo de cada una de sus empresas.

Se cumplieron otras actividades en Salto y Paysandú, en tanto que el acto central del festejo de los 100 años de la CNFR tuvo lugar en Minas en agosto pasado, lugar donde se fundó la institución. En la oportunidad, el presidente de la República, Tabaré Vázquez, no concurrió, delegando la presencia del Poder Ejecutivo en el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, que tampoco participó, recordó Buzzalino.

La visión sobre las semillas

Buzzalino reconoció la actitud de la Dirección de INIA, que en su opinión habrá de revisar el convenio con una empresa privada neozelandesa vinculado a la producción de semillas. Explicó que según los delegados de CNFR en INIA, esa empresa tiene la posibilidad de relegar variedades con muchos años de adaptación en el Uruguay, como raigrás, trébol blanco y trébol rojo, y poner en venta sus propias especies.

"Esto no lo consideramos justo porque la calidad de la semillas uruguayas son excelentes y son los productores quienes deben elegir qué semilla utilizar, no una empresa extranjera", dijo el dirigente.

La coyuntura

La CNFR está pasando por un buen momento, tanto por la cantidad de productores integrados como también por su grado de participación en las diferentes actividades. Por ejemplo, en noviembre pasado se cumplió una actividad en INIA Las Brujas con participación de 45 filiales de la gremial. Eso demuestra el involucramiento de sus dirigentes, además del dinámico trabajo de sus delegados ante las diferentes instituciones en las que CNFR está representada, señaló Buzzalino.

Esta gremial cuenta con la afiliación de unas 100 instituciones en todo el país –con excepción de Durazno–, que representan a unos 20 mil productores, de los casi 50 mil productores que tiene el país. Esos productores actúan en todos los rubros, incluso en el arroz y en la forestación, pero con énfasis por concentración demográfica en el sur y litoral oeste del país, incluyendo una fuerte actividad hortifrutícola.

Buzzalino destacó algunas organizaciones muy activas, como las que trabajan al este de Salto, que están distantes 100 kilómetros de cualquier ciudad importante, con productores ovejeros muy chicos, pero muy activos, con dirigentes jóvenes de mucha capacidad para trabajar y que son la fortaleza de CNFR.

País caro

Los rubros productivos presentan realidades muy diferentes. Hay problemas de bajos precios que son muy importantes y con una proyección bastante complicada, como es el caso de la lechería, opinó Buzzalino.

Explicó que hay problemas de precios y de sobreoferta en los mercados, pero además es muy caro producir en este país, en especial por el precio de los combustibles y la energía. Los rubros más intensivos son los más demandantes de energía, que hay que pagarla al contado, y la lechería no escapa a esa realidad.

El titular de CNFR aseguró que "es una injusticia desarmar una cuenca lechera como lo está haciendo la empresa Lactalis en el departamento de Salto. Esta situación tiene carácter de desastre y el Estado debería intervenir. Además, los números de INAC demuestran la creciente faena de vacas Holando".

Desde la dirigencia de CNFR –gremial que agrupa a numerosos pequeños productores– se considera que los problemas de la lechería son coyunturales a nivel internacional y el rubro volverá a tener la dinámica que tuvo recientemente. "Eso es muy importante porque tiene un componente social enorme, como lo tienen la avicultura, la suinicultura o la hortifruticultura, que son aspectos que hay cuidar", acotó.

Buzzalino puso como ejemplo a Nueva Zelanda, donde sus productores están altamente endeudados por lo menos tres años hacia adelante y el Estado sigue manteniendo esa máquina produciendo por todo lo que implica económica y socialmente.

La pelea con los frigoríficos

Hay otros rubros donde CNFR fue muy crítica con todo lo que ocurrió promovido por la industria frigorífica en cuanto al precio de las haciendas, donde "nunca se pudo comprobar que existiera un acuerdo, pero donde tenemos la percepción que se controló la faena y bajó el precio del ganado cuando internacionalmente esa no era la realidad".

Buzzalino explicó: "Esa situación afectó a muchos productores, engordadores e invernadores, porque si baja el precio del novillo gordo también cae el precio del novillo para engordar y del ternero. También ahí pedimos una acción más fuerte del gobierno porque si la industria no faena no pasa nada, pero si el productor que es el eslabón más débil no vende el novillo cuando está pronto se ve afectado porque ese novillo empieza a perder kilos".

Buzzalino admitió el argumento de que el mercado es libre, pero sostuvo que el país ha invertido mucho en distintos componentes que se deben cuidar, como en promoción de la carne, las campañas sanitarias y la trazabilidad.

Por otra parte, dijo que en la industria frigorífica está ocurriendo lo que le sucedió a la viticultura, cuando el Estado le permitió a los industriales bodegueros promover con sus programas desarrollar sus producción de uva. Así fue que llegó el momento en que los industriales prescindieron de los productores chicos.

El dirigente expresó que "también ahora hay frigoríficos que tienen su propio stock ganadero, con encierros propios y con sofisticada tecnología. Eso les permite volcar la balanza a sus intereses, si sube el precio del ganado, no compran y lo hacen bajar inmediatamente. Hay que sentarse a conversar, porque las relaciones no son justas".

Respecto a los proyectos de fortalecimiento institucional promovidos y financiados por Desarrollo Rural, indicó que "el planteo es interesante, pero que esa repartición se vio desbordada por la cantidad de proyectos presentados y en la práctica no se pudo cumplir con la demanda.

Los grandes temas que siguen preocupando a los pequeños productores son los mismos, pero van planteando nuevas necesidades. Se ha contado con algunos proyectos de financiamiento a través del Ministerio de Ganadería y también de la organización Fundasol. Sin embargo, no se tiene acceso a los bancos, porque para los productores familiares es algo muy complicado por las exigencias que presenta, remarcó Buzzalino.

Participación en INAC y cría de ovejas

lAcerca de la presencia que ahora tienen los pequeños productores ante la Junta del Instituto Nacional de Carnes (INAC), a través de un delegado compartido con Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), el presidente de Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), Mario Buzzalino, expresó su satisfacción de poder estar presente en esa institución. Si bien la delegación no tiene poder de voto, lo importante es que puede acceder de primera mano a un insumo tan valioso como es la información que allí se maneja, fundamentalmente referida a la marca de los mercados de la carne y de las haciendas. "Los insumos son fundamentales para los productores", sostuvo.

Otra actividad de buen desempeño para las actividades de CNFR son los fondos rotatorios, que se cumplen con el apoyo de la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR). Según Buzzalino, el planteo de producción de carne ovina y lana puede ser de mucha importante en los productores chicos, especialmente como complemento de actividades en predios dedicados a la ganadería de cría o que explotan la hortifruticultura.

En reciente reunión, el ministro Tabaré Aguerre les manifestó que "la producción de carne ovina no tiene techo". Por ejemplo, la raza Milchschaf es muy rústica y prolífica, y produce excelentes corderos. El productor recibe en este proyecto 10 ovejas prontas para preñar y tiene que devolver 12, es decir, las 10 ovejas y dos corderos. El proyecto cuenta con productores de Montevideo, de Canelones y del este del país, donde ha tenido "un gran suceso".

Intermediación con "altos costos" en la granja

Algunos rubros importantes de la granja presentan "graves problemas de comercialización, determinados por el alto costo de la intermediación", remarcó el presidente de CNFR, Mario Buzzallino.Explicó que son situaciones muy graves para el productor con relaciones de 10 a 1, que han sido constatadas por los propios productores y que tienen impactos.

Uno es que desestimula la producción y el propio consumo. Además, hay un problema de competitividad que se plantea a través de lo caro que resulta producir en Uruguay, opinó el dirigente. Explicó que este factor "es un problema no solo para competir en el exterior, sino también en el mercado local con los productos importados. Es bien elocuente el ingreso de carne de cerdo brasileña y sin restricciones, lo cual es una injusticia para los productores que han invertido".

"Lamentablemente el productor que abandona la tierra por este tipo de situaciones no vuelve, generando concentración y dependencia de este tipo de proveedores. Eso tiene un costo que lo termina pagando la sociedad", subrayó Buzzalino.