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Cómo impactó la guerra entre Rusia y Ucrania en la confianza de los consumidores uruguayos
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) de febrero, elaborado en base a encuestas realizadas entre el 26 de febrero y el 2 de marzo, mantuvo el mismo puntaje registrado en enero. Con 51,1 puntos, el índice “continúa afianzándose dentro del nivel de moderado optimismo (más de 50 puntos), zona en la que se encuentra por quinto mes consecutivo”, dice el informe elaborado por la Universidad Católica y Equipos Consultores divulgado este martes.
Con respecto a febrero 2021, el índice es 1,9 puntos mayor; y, si se consideran los promedios (ene-21/feb-21) y (ene22/feb-22), el índice es 2,7 puntos mayor.
El reporte explica que los subíndices que tuvieron un desempeño negativo están relacionados a la percepción de la situación económica (personal y país), lo que pudo deberse a la tensión e incertidumbre internacional que están presentes desde el 24 de febrero de este año con el comienzo de la invasión de Rusia a Ucrania.
Entre otras cosas, este conflicto ha derivado en el aumento del precio del petróleo entre otros productos, además de un cambio en los patrones de comercio, especialmente los que involucran estos países, así como los productos que producen y consumen.
La situación económica personal fue el subíndice que más descendió, abandonando el puntaje del mes anterior que fue el mayor puntaje desde febrero 2020. Dentro de sus componentes (situación económica personal actual y a un año), ambos disminuyeron, pero la desmejora fue impulsada principalmente por el segundo componente. “El factor que refleja la situación económica personal futura, movido por expectativas de carácter a corto/mediano plazo, demuestra la preocupación de la población por el impacto que podría llegar a tener el conflicto internacional en la economía de los hogares”, dice el informe.
La situación económica del país descendió por segundo mes consecutivo. Observando la evolución de los dos componentes que conforman el subíndice (situación económica del país a uno y tres años) fue el primero el causante de la caída, debido a que el segundo aumentó levemente. Esto podría reafirmar lo observado en la situación económica personal, donde la mayor preocupación se encuentra en el horizonte temporal de corto/mediano plazo, dice el documento.
En tanto, la predisposición a la compra de bienes durables fue el único subíndice que mejoró su desempeño respecto al mes anterior y aumentó 5 puntos contrarrestando el impacto de la caída de los otros subíndices en el ICC global.
Los componentes del subíndice aumentaron ambos (electrodomésticos y automóviles y viviendas), aunque en diferente proporción, siendo los primeros los que tuvieron mayor variación, lo que pudo deberse a la baja cotización del dólar observada durante febrero.
