Laboratorio de Genética Forense del EAAF
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¿Cómo trabaja el laboratorio argentino que identificará los restos hallados en el Batallón 14?

El Laboratorio de Genética Forense del EAAF tiene 350 muestras de familiares de los 197 detenidos desaparecidos en Uruguay
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09 de junio de 2023 a las 18:35

Los restos que fueron hallados el lunes 5 de junio en el Batallón de Infantería N° 14, serán analizados por un laboratorio de antropología forense que buscará determinar la causa de la muerte de la víctima. Sin embargo, para conocer quién era esa persona se espera el trabajo del laboratorio de Genética Forense del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), ubicado en Córdoba, Argentina.

Los forenses uruguayos enviarán una muestra de ADN de los restos al laboratorio que se encargará de establecer cuál es la identidad de la persona que encontraron enterrada en el predio militar.

Según información obtenida por El Observador, el EAAF fue fundado en 1984 y desde entonces ha realizado trabajos de antropología forense en más de 65 países, entre ellos Uruguay. El laboratorio de Genética Forense fue creado en 2006, y en menos de 20 años procesó más de 4.200 muestras de ADN.

La especialidad del centro es obtener el ADN de muestras "altamente degradadas" por el paso del tiempo u otros factores como el fuego. Para llegar a identificar a un cuerpo, el laboratorio necesita que coincida con la de un familiar. Por ello, cuenta con una base de datos de 11 mil familiares de alrededor de 6.100 personas desaparecidas de más de 20 países. 350 de esas muestras son de familiares uruguayos que buscan a 190 personas desaparecidas del país.

¿Cómo se llega a la identidad de la víctima?

Según se informó a El Observador, cuando el laboratorio argentino recibe una nueva muestra, esta pasa por un proceso de limpieza y luego es pulverizada para entrar en contacto con unos reactivos que liberan el material genético que necesitan, el ADN "genómico".

Con este insumo los científicos realizan una "reacción de PCR", una especie de "fotocopiadora molecular" que amplifica zonas del ADN que son de interés para el trabajo de identificación.

Así se llega a un "perfil genético", que se incorpora a la base de datos del laboratorio para realizar un "cruce masivo" con todas las muestras que tienen de los familiares de desaparecidos.

De los 196 desaparecidos uruguayos que constan en el registro oficial, 160 nombres están en el banco de datos en Córdoba, por lo que existe mayores posibilidades de determinar la identidad de la persona de quien se hallaron sus restos. Se trata de un banco que reúne la información genética que "representa" a cada nombre de la lista, a partir de las muestras de ADN de los familiares de cada uno. El laboratorio cuenta con 350 muestras de familiares.

Los estudios de la muestra de los restos son comparados con los del banco de ADN para constatar si se trata del cuerpo de alguno de los desaparecidos que figuran en esa lista.

Para certificar que la muestra es la de una persona específica, debe coincidir en un 99,99% con la muestra de uno de esos familiares.

El tiempo para llegar a identificar a una víctima varía dependiendo de cada caso en relación al estado de los restos y a los trámites judiciales que conlleva todo el proceso. El ministro de Defensa, Javier García, dijo este jueves que los integrantes de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos estiman que el laboratorio durará entre 30 y 45 días en llegar a la identidad del cuerpo.

El vínculo del laboratorio con Uruguay

El Equipo Argentino de Antropología Forense trabaja desde 2001 con diferentes organismos gubernamentales uruguayos como la Comisión para la Paz, la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente y su Secretaría de Seguimiento.

Además, desde 2005 asesora al Grupo de Investigación de Arqueología Forense del Uruguay (GIAF), encargado de la búsqueda de cuerpos en el país.

Según información pública de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, EAAF permitió la identificación de dos de los seis detenidos desaparecidos encontrados en Uruguay: el del maestro Julio Castro, encontrado en 2011, y el de Eduardo Bleier, hallado en 2019.

Además, el organismo colaboró con diferentes investigaciones en el marco de la búsqueda de detenidos desaparecidos. 

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