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El mercado de créditos al consumo muestra una recuperación en el acumulado del año, aunque eso se debe a un primer trimestre mejor que el segundo, y a signos de mejora para la segunda mitad del año. La reactivación del sector que se dio entre fines de 2020 y primer trimestre de este 2021, acusó problemas en el otoño debido al impacto en las familias de mayores restricciones por la emergencia sanitaria, lo que derivó en una demanda más cautelosa.
Estas son las conclusiones del Monitor de Mercado de Crédito al Consumo de Pronto! (MMCC)
La comparación interanual refleja mejora, pero la relación con 2020 es justamente con el peor momento de la economía reciente. La evolución con meses inmediatos anteriores es la que muestra que el segundo trimestre encontró dificultades respecto a enero-marzo.
Los datos de la franja de préstamos a familias reflejan un vínculo estrecho con la evolución de la pandemia, tanto con la emergencia sanitaria de propagación del virus y el avance de la campaña de vacunación: la percepción de que se pasaba la etapa más difícil coincidió con un incremento de oferta, mientras que las restricciones de movilidad por rebrote de virus, repercutió en cierta contracción del sector.
En tanto, a nivel general, las proyecciones de algunas de las variables macroeconómicas muestran señales de mejora respecto al 2020, sin lograr una recuperación completa aún respecto a pre-pandemia. El aumento de los contagios en abril y la consecutiva reducción en los niveles de movilidad trajo un impacto negativo en los niveles de recuperación y expectativas.
Respecto a la demanda y particularmente la demanda de financiamiento, hubo cierta mejora, aunque aún no se logra los niveles pre-pandemia. De igual forma, del lado de la oferta también se fue dando desde el inicio del 2021 una mejora, aunque el ritmo de recuperación es dispar entre los operadores del mercado, y además, eso se vio alterado en otoño.
En cuanto a la morosidad, la misma se mantiene estable en el último período, sin deterioros significativos, aunque de la misma manera que los niveles de oferta, las tendencias son diferentes por perfiles de público objetivo, pero en el global hay cierta estabilidad.
En el mediano plazo no se esperan grandes variaciones, lo que siempre está sujeto a evoluciones estables en el mercado de trabajo. Sobre este último punto, la extensión de la duración del seguro de paro parcial ha amortiguado la baja en la demanda de puestos de trabajo, que ha sido una de las variables más duramente afectada en pandemia. En general la baja en demanda de puestos laborales se dio de forma extendida en todos los niveles de actividad a excepción del área de salud. La oferta laboral y estabilidad del mercado de trabajo se mantienen como variables relevantes a la hora de definir evoluciones futuras de la capacidad de pago de los consumidores del segmento de crédito al consumo.
Sobre la frecuencia con la que le sobró dinero de sus ingresos en los últimos 4 meses:
Respecto a la posibilidad de endeudamiento futuro: El 36% manifestó su intención de contratar orden de compra o un préstamo en efectivo en próximos 4 meses.
En cuanto al destino de los préstamos u órdenes de compra a futuro serían principalmente para:
Quienes que no contratarían en los próximos cuatro meses manifestaron que no lo harían porque:
Expectativas económicas en los próximos cuatro meses para situación personal:
Expectativas económicas en los próximos cuatro meses para situación del país:
El crédito a las familias se ha enlentecido respecto al ritmo de expansión que presentó hasta 2014, e incluso hacia fin de 2020 pasó a una tasa interanual negativa en la medición en pesos constantes.
Esa dinámica del crédito a las familias acompañó direccionalmente la evolución del ciclo económico.
Hasta 2014 la fuerte expansión de crédito a las familias coincidió con un período de crecimiento intenso del PIB y del consumo privado, mientras que en los años posteriores su moderación también se dio en un contexto de menor crecimiento de las variables macroeconómicas.
A marzo de 2018, el stock de créditos del sector financiero a las familias era equivalente a US$ 7.777 millones y a marzo de 2020 había bajado a US$ 6.181 millones (según el procesamiento de datos de servicios técnicos de “Pronto!”).
El stock de crédito a las familias, medido en dólares, aumentó en septiembre a US$ 6.420 millones, a marzo a US$ 6.453 millones y la estimación para abril da US$ 6.538 millones.
La evolución en pesos constantes mostró una continuidad de la desaceleración, lo que se veía desde 2014 y se acentuó. A septiembre de 2018, el mercado crecía a una tasa de 2,3%, mientras que en setiembre de 2019 lo hacía a 1,3%, a marzo de este año a 1,4% y a setiembre a 0,2%.
Esa baja tuvo continuidad y a fin de año dio una tasa negativa, a marzo fue -1%, pero en abril revierte y vuelve a signo positivo (+1,5% según estimación preliminar).
Pronto! Crédito a las familias
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