Un gigantesco apagón anunciado dejó sin luz al 45% de la Cuba, un hecho que las autoridades adjudicaron a la falta de combustibles para mantener encendidas las centrales termoeléctricas que alimentan al país.
El corte se registró el martes y fue el más grande que vivió la isla, donde los cortes programados de electricidad se hicieron habituales.
La empresa estatal Unión Eléctrica había anunciado el gran corte para las horas de la tarde noche y también que abarcaría al 45% de los usuarios, superior al habitual.
La suspensión en el sistema eléctrico de este martes fue la mayor registrada desde que comenzó el año, que venía con valores de afectación de entre el 20% y el 35%.
Además, desde la compañía, aseguran que la falta de repuestos para sus máquinas complica el panorama.
El reporte diario de la compañía, perteneciente al Ministerio de Energía y Minas, calculó para el horario de mayor consumo, en la tarde-noche, una capacidad de generación eléctrica de 1.742 megavatios (MW) y una demanda máxima de 3.050 MW, según datos que replicó EFE.
Por la crisis y las sanciones que sufre la isla, el gobierno cubano alquiló en los últimos cinco años hasta siete centrales eléctricas flotantes a la empresa turca Karpowership para paliar la falta de capacidad de generación, una solución rápida pero temporal, contaminante y costosa.
Los reiterados cortes en el suministro afectan a la economía y ponen en jaque a los comerciantes, en un país que en 2023 sufrió la contracción de su economía de entre un 1% y un 2%.
De acuerdo a la Oficina de Información Estadística, citada por Reuters, la economía de Cuba demanda unos 125.000 barriles diarios, según los datos de 2021.
En tanto, el país produce alrededor de 40.000 barriles por día de pozos nacionales y recibió aproximadamente 57.000 barriles por día de Venezuela.
A esto se suman unos 23.000 barriles por día provenientes de México y entre 7.000 a 10.000 barriles por día en compras en el mercado spot.
Según algunos analistas, eso sería suficiente para cubrir el consumo interno. Para Jorge Piñón, que estudia la infraestructura y el suministro energético de Cuba en la Universidad de Texas en Austin, dijo que el problema no es el suministro, sino la gestión del recurso.
“No vemos la escasez de combustible en Cuba como un problema externo. Esto podría ser un problema interno. Problema en la logística, el almacenamiento, los buques tanque y el cabotaje que circulan entre puertos cubanos”, dijo el experto a la agencia Reuters.
(Con información de agencias)
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