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Cuentos sobre feminismo, terror y realismo mágico

"Su cuerpo y otras fiestas", es el libro de relatos de la estadounidense Carmen María Machado
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24 de marzo de 2019 a las 05:02

Como por arte de magia, de un día para otro las estanterías de las librerías se han llenado de nombres femeninos. La explicación formal es que llegó la hora de darle voz y lugar a la mujer. La verdad, es que es momento de aprovechar la movida feminista para hacer dinero fácil. Porque, en realidad, la magia se llama marketing. Y por eso, nombres desconocidos se anuncian como la reencarnación de Virginia Woolf, la sucesora de Margaret Atwood o la discípula de Joyce Carol Oates.  

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

✂️ new hair who dis? ✂️

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Separar la paja del trigo, entonces, no es una tarea fácil, y más cuando se trata de un libro debut como este Su cuerpo y otras fiestas, de Carmen María Machado, que ofrece ocho relatos de neto corte feminista que intentan mandar un mensaje contundente a las mujeres, a pesar de que las historias rompen muchas veces el plano de lo real, para caer en un realismo mágico que rápidamente deviene en lo sobrenatural y en lo aterrador.

Machado, a pesar de que tiene cosas interesantes para decir, no deja de ser un producto más de las universidades estadounidenses, donde consiguió becas para perfeccionar su escritura. De allí las cuatro carillas de agradecimientos con los que cierra el libro. De allí la mezcla de géneros y estilos según el profesor de turno. De allí la poca claridad expositiva que la aleja de las letras estadounidenses y la sitúa más cerca del barroco español, recargado y redundante. De allí las constantes metáforas.

Editorial Anagrama; $790; 276 pág.

Esto se aprecia especialmente en Madres, un relato que pasa de un plano a otro constantemente, que dedica páginas enteras a describir los objetos de una casa para después darle paso a los fantasmas, retroceder y volver a empezar por otra parte, para llegar a un final apoteótico donde la autora realiza una veintena de preguntas encadenadas al lector de turno, para que le explique qué está pasando, porque parece que ni ella misma lo sabe. 

Lo mismo puede decirse de Especialmente perversos, que resume en apariencia todos los capítulos de la serie de televisión Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales, e intenta jugar a la ficción con la ficción ajena, con un extenuante resultado de treinta páginas hechas para el olvido.

La cosa mejora con Inventario, donde la protagonista, que huye de una peste que está diezmando a la sociedad, va presentando un interesante catálogo de amantes donde la descripción breve de cada carácter y cada sexualidad es cruda pero muestra también un cierto afecto por la condición humana que redime a todos los que pasan por la cama de la heroína, que huye hacia adelante a través del sexo.

Mejor todavía es Ocho bocados, una buena historia sobre la obsesión femenina por la silueta y la presión familiar que la sostiene, contada de forma bastante clásica y sin demasiados recursos fantásticos. En este caso si le juegan a favor las largas descripciones del ambiente gélido donde se desarrolla la historia, ya que se percibe el contraste de la gente irreconocible por la ropa de invierno que muta cuando llega la primavera, así como la protagonista cambia de un cuerpo gordito a uno enclenque.
Las mujeres de verdad tienen cuerpo es quizás el mejor cuento del libro, y aunque gira en torno al tema de la obsesión femenina por la moda, también pone en escena la soledad infinita de la protagonista, que parece atada a la realidad por un hilo invisible siempre a punto de cortarse. Aunque rebuscado, deja un sabor dulce.

El punto de más cuenta la historia de una pareja desde que se conoce hasta que se casan y tienen hijos, pero el ansia masculina de dominarlo todo los destruye. La residencia, narra las experiencias en un lugar para artistas donde la protagonista se encuentra con ella misma a través de sus recuerdos de la niñez. Problemática en las fiestas, se intuye, cuenta el después de una violación con toda la angustia del mundo. 

Con errores y aciertos, Machado inicia una carrera que habrá que ver hasta donde llegará cuando pase la ola. Por ahora, hay que conformarse con estos ocho cuentos.

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