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De trabajar en Compras para el sector automotriz a dirigir una ONG sobre reciclaje
Hace tres meses que Marisa Cirillo asumió como directora Ejecutiva de Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre Uruguay), la organización sin fines de lucro que desde hace 25 años promueve la reducción y el reciclaje de residuos de la mano de un grupo de empresas asociadas.
Cirillo se acercó a las temáticas del cuidado del medioambiente cuando hacía su tesis de grado sobre reutilización de neumáticos para la carrera de Administración de Empresas de la Universidad Nacional de San Martin.
En ese momento trabajaba en Groupe PSA Peugeot Citroën en el sector de Compras y Marketing, y luego de recibirse se alejó de las temáticas medioambientales hasta que en 2013 ingresó a la compañía Salus, de Danone, como gerenta de Circularidad y Cadena de Suministros, y líder de BCorp. “Grupo Danone entiende que en todo lo que tiene que ver con compras y decisiones de compra uno define en qué mundo quiere vivir y ahí volvió mi interés”, dijo Cirillo a El Observador.
Cursó una maestría en Sostenibilidad e Innovación en la EADA Business School de Barcelona para intentar disminuir el impacto en el medioambiente de todos los materiales que gestionaba desde su puesto dentro de Salus y se embarcó en el proceso de certificar a la compañía como Empresa B, hito que alcanzó este año, junto al lanzamiento de la Eco Botella, un envase elaborado 100% con plástico de botellas recicladas y último proyecto de Cirillo en la compañía.
En junio de 2021, luego de ocho años de trabajo en Salus, la ejecutiva se sumó al equipo de Cempre como directora de la organización y participará en representación de esta como jurado del premio EmprendO Sustentable 2021 de El Observador.
¿Qué la impulsó a asumir el rol de directora de Cempre y cuáles son los desafíos que enfrenta?
Entendí que el desafío es tan grande en todo lo que tiene que ver con mejora de impacto medioambiental y de cadena de valor que difícilmente puedan lograrse cambios desde una empresa sola. Se intentan hacer, hay mucha gente dentro de las empresas que crean proyectos, pero entendí que si quería hacer algo que realmente generara un impacto positivo necesitaba salir de una mirada individual de una empresa y estar en un lugar donde hubiera varias miradas, inclusive la del sector público.
Cempre tiene una pata que tiene que ver con los desafíos de las empresas socias que después pueden ser escalables, pero los ejes más importantes tienen que ver con el apoyo al desarrollo de políticas públicas, con apoyar la formación técnica en Economía Circular.
¿En qué proyectos puntuales está trabajando ahora Cempre?
Tenemos un proyecto que se llama Dónde Reciclo, que es una aplicación y una página web en donde damos información a la ciudadanía para que tenga una participación activa en temas de reciclaje. Vemos cuáles son los problemas que hay detrás de la gestión de residuos y a partir de los reclamos tenemos conversaciones con las diferentes intendencias. Ahora nos postulamos a ANDE y estamos intentando llevar el proyecto a otras dimensiones de la economía circular, agregar Dónde Composto y Dónde Reparo, además de llevar la app a nivel nacional.
También estamos dando talleres en escuelas y en cuanto a políticas públicas, participamos de las conversaciones que se dan en el Plan Nacional de Gestión de Residuos, donde estuvimos en cuatro subgrupos y también tenemos varios convenios con intendencias.
¿Qué cosas se han logrado en los últimos años en Uruguay en cuánto a sustentabilidad y en cuáles hay que seguir trabajando?
En estos últimos años, a nivel público, las nuevas normativas como la ley 19829 de gestión integral de residuos, el Plan Nacional de Gestión de Residuos, la conformación de un ministerio de Ambiente, entre otras iniciativas, muestran un interés por parte del gobierno.
A nivel privado, hay ciertos temas que hace diez años en las empresas se trataban pero no había áreas específicas analizando la problemática. Creo que, al menos en las conversaciones que voy teniendo con socios de Cempre, el tema está en agenda.
Me gustaría que se acelere más la transición, con proyectos concretos. Necesitamos reforzar el ecosistema emprendedor, entender dónde están las barreras, visibilizarlas y a partir de ahí trabajar en ellas. Son dinámicas que les cuestan mucho a las empresas. Pedirle a las empresas que se expongan y digan cuáles son sus problemas internos habla de un desafío grande a nivel cultural en el mundo.
¿Expectativas sobre el EmprendO Sustentable 2021?
Cuando vi las bases del premio me pareció que estaba buenísimo. Me gustaría realmente que haya proyectos que, con ayuda y con incubación, sean escalables.
Al momento de jurar, voy a evaluar más que nada el impacto, qué mejora ofrece a nivel medioambiental y social. La cuestión del triple impacto es importante y creo que siempre puede hacerse posible si uno tiene la mirada en ello cuando está gestionando los proyectos.
