Esta madrugada llovió, una noticia que se espera desde principios de este mes, cuando las autoridades dieron cuenta de que se estaban agotando las reservas de agua dulce para abastecer de agua potable a Montevideo y la zona metropolitana.
Estaba previsto que las lluvias pronosticadas para estos días no fueran suficientes para terminar con la crisis. Desde principios de mayo, OSE decidió empezar a suministrar agua con contenidos más altos de sodio y cloruros, debido a que está mezclando agua dulce reservada en la represa de Paso Severino con una toma que tiene aguas abajo de la potabilizadora de Aguas Corrientes, que es más salada por estar cerca al Río de la Plata.
Según el reporte de Inumet, en las últimas horas cayó un promedio de 5,2 milímetros de agua si se toma en cuenta la cuenca del río Santa Lucía. Donde más llovió fue en San José, donde se llegaron a registrar 22,2 milímetros de agua.
Sobre el río Uruguay cayeron en promedio 12 milímetros; unos 6 mm en el Atlántico y el Río de la Plata; 0,2 en la Laguna Merín, y 0,5 en la cuenca del río Negro.
Si bien cada vez que llueva aportará agua a las cuencas, para terminar con el déficit se necesitarían al menos 50 milímetros de agua por unos 10 días seguidos, según estimaron varios expertos en meteorología, algo que no se dará así de seguido. De este modo, para volver a tener las reservas de agua en su estado habitual en Paso Severino, es probable que haya que esperar a las lluvias acumuladas de todo el invierno.
De todos modos, el gobierno tomó medidas que implican la construcción de una reserva precaria, y compró una desalinizadora, que ayudarán a mitigar el impacto de la sequía y a estirar las reservas de agua que hay hoy.
Para la semana que viene se esperan nuevamente al menos dos días de lluvia, que se prevé que sean más abundantes que las de esta madrugada.