Desde su increíble fuga de la prisión de alta seguridad en Almoloya en julio de 2015 hasta su tercera captura a comienzos de este año, Joaquín "El Chapo" Guzmán, fue uno de los personajes que más atención generó en los medios, para las autoridades y también para el público en general.
Su figura, sus excentricidades y las circunstancias casi cinematográficas de su escape, persecución y captura lo convirtieron además en uno de los favoritos de guionistas y escritores, como es el caso del colombiano Andrés López López, quien centró en él su libro más reciente, El Chapo Guzmán, el varón de la droga.
El texto narra la vida del narcotraficante mexicano gracias al diálogo con sus parejas, socios, familiares y enemigos, aunque novelados para generar una lectura más similar a la de una obra de ficción que a un libro periodístico o histórico.
Sin embargo, el foco principal está ubicado en las mujeres del Chapo: sus esposas, amantes, y también la agente de la DEA estadounidense que fue amiga en su infancia y que, con el tiempo, se convirtió en una de sus perseguidoras más peligrosas.
Así, se narra el camino de Guzmán desde sus orígenes humildes, sus inicios en el mundo del crimen como sicario y traficante de marihuana, hasta convertirse en el jefe del cartel de Sinaloa y en uno de los narcotraficantes más poderosos y millonarios del mundo después de Pablo Escobar.
Si bien el autor asegura que no intenta defenderlo ni glorificar su figura, en el texto se percibe un respeto y un cierto elogio a algunas actitudes de Guzmán. Por otra parte, López intenta meterse en la cabeza de su personaje principal, mostrando cómo algunos traumas de su infancia, o instancias de su crianza repercutieron en sus actitudes y miedos cuando se convirtió en uno de los criminales más poderosos e influyentes de México. El autor demuestra que a Guzmán no le interesa asustar, sino convencer, ya sea a sus enemigos, a las autoridades, o a los ciudadanos mexicanos de clase baja que lo consideran un héroe.
Igual de interesante que la del personaje principal es la historia del autor. Exnarcotraficante y fundador del Cartel del Norte del Valle en su Colombia natal, López se entregó a la justicia estadounidense en 2001 y permaneció en prisión hasta 2006, cuando salió por buena conducta y por colaborar con las autoridades. Desde entonces se ha dedicado a la literatura, siendo autor de El cartel de los sapos y El señor de los cielos, dos textos que fueron adaptados a televisión.
Ahora, El varón de la droga va por el mismo camino, con una serie en camino, que se estrenará este año en la cadena estadounidense Univisión, canal dedicado al público hispano de ese país.
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