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Descenso en cifras de femicidios, pese a diferencia entre datos oficiales y de organizaciones sociales
En Uruguay, cada nueve días se mata o intenta matar a una mujer por su condición de género. Ese indicador ha permanecido estable a lo largo de los años, pese a la mayor visibilidad del tema de la violencia de género y a una disminución de las cifras oficiales.
Las denuncias por violencia doméstica descendieron un 5,6% el año pasado respecto a 2019. Se registraron 14 femicidios en 2020, según datos oficiales del Ministerio del Interior, mientras que el año anterior habían sido 24 y en 2018 se reportaron 30 casos.
Esas cifras marcan un descenso de los femicidios consumados, una tipificación que se añadió en la aprobación del nuevo Código del Proceso Penal (CPP) en noviembre de 2017, mediante la Ley Nº 19.538, como agravante de homicidio para aquellos actos de “extrema violencia” contra una mujer “por motivos de odio, desprecio o menosprecio, por su condición como tal”.
Los reportes que maneja el Ministerio del Interior son diferentes a los que difunden las organizaciones sociales, que incluyen otros homicidios de mujeres como parte de los femicidios.
Es así que, por ejemplo, en lugar de las 14 muertes en 2020 del Ministerio del Interior, desde la Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual (Rucvds) se contabilizaron 21 asesinatos, y mientras que en lo que van del año ya consignaron seis casos, la cartera de seguridad registró cuatro.
Según las cifras de la Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual, en 2019 hubo 35 femicidios y en 2018 fueron 40.
La socióloga Victoria Gambetta realizó su tesis de maestría sobre femicidios íntimos, y explicó que las diferencias de las cifras se dan debido al recorte que se hace del tema.
El Ministerio del Interior toma a los femicidios en base a la tipificación que realiza la Justicia. En cambio, las organizaciones sociales incluyen los casos de odio contra las mujeres, entre los que se pueden incluir los homicidios de personas trans y otros casos que se analizan según el vínculo entre víctima y victimario y el motivo.
Además de los íntimos, hay otros tipos de femicidios que se incluyen en el conteo de la sociedad civil como los no íntimos (muerte de una mujer cometida por un desconocido), infantil (menor de 14 años), familiar, por conexión (muerte de una mujer por un hombre que intenta matar a otra), sexual sistémico (de mujeres que son previamente secuestradas, violadas o torturadas), por prostitución o por ocupaciones estigmatizadas, por trata, tráfico transfóbico, lesfóbico y racista.
Gambetta explicó que la leve baja en este delito no permite extraer conclusiones que expliquen por qué hubo menos casos. "Son muy volátiles, suben y bajan. Todos los homicidios en general, si se dan entre personas conocidas, se disparan en fin de año. Después no tienen una causa que puedas observar que se repita a lo largo del año", mencionó.
Por otra parte, dijo que cuando se compara es necesario asegurar que el dato "se construya de la misma manera", es decir, comprar los mismos tipos de casos.
De todas formas, desde el Ministerio del Interior aseguraron que no cambió el criterio para clasificar, y que se contabilizan los casos que confirmó la Justicia.
Clyde Lacasa, vocera de la Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual, contó que en las estadísticas del año 2020 la sociedad civil incluyó el homicidio de los dos niños que fueron asesinados por su padre en Cebollatí, y otro caso en el que un hombre iba a matar a su pareja y el hermano de la víctima se interpuso y murió.
"El Ministerio del Interior esas cosas no las toma, son homicidios pero no femicidios. Nosotras hacemos el análisis del femicidio, si hubo historia previa de violencia y cuando la acción es para que afecte a las mujeres", como en estos casos, informó.
Para Lacasa, no se puede concluir que los femicidios hayan disminuido. "El año pasado cerramos con 21, en lo que va del año vamos seis. El tema de la pandemia afectó muchísimo, sobre todo el mensaje de quedarse en casa. Las mujeres no tenían oportunidad de pasar por una institución que la pueda guiar, denunciar o pedir ayuda", agregó.
Del mismo modo, explicó que el femicidio es "la última etapa" y para evitarlo es necesario que se activen otros mecanismos. "La mujer tiene que estar preparada para denunciar. quizás se toman los cuidados o recaudos, se va a la casa de un familiar, a algún refugio. Eso tiene su parte buena, pero también pensemos que esa mujer no puede tener contacto con nadie", explicó.
Para Lacasa, el mecanismo ideal para que la mujer pueda "hacer una vida lo más normal" que pueda es la tobillera electrónica, ya que la custodia policial "no siempre es conveniente aplicar", ya que en algunos barrios puede perjudicar más a la mujer en la convivencia con los vecinos.
Mecanismos estatales
La directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Mónica Bottero, dijo este lunes a radio Montecarlo que el indicador de la cantidad de femicidios por días "se mantiene invariable", pese al aumento de servicios de apoyo y contención para mujeres víctimas de violencia.
Bottero explicó que más de un centenar de personas son asistidas en los centros 24 horas de Inmujeres, y 3.500 por año son asistidas mediante los programas que incluyen el servicio habitacional de emergencia, destinado a víctimas de violencia física.
