La previsión de resultados para las elecciones presidenciales de mañana en
Argentina es tan ajustada que la vuelve imprevisible. Y por esa razón, las certezas sobre los votos depositados en las urnas demorarán en llegar, tal vez varias horas o días.
Los sondeos de intención de voto ubican al candidato del oficialismo,
Daniel Scioli, cerca de los 40 puntos porcentuales que necesita para evitar una segunda vuelta que podría ser difícil contra su escolta, el liberal
Mauricio Macri, al que debería superar por diez puntos.
"Con los números que tenemos, la verdad es que ninguno creo que vaya a aceptar la derrota a las 12 de la noche", dijo esta semana Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit, en una charla con la prensa extranjera.
"Sin duda se va a buscar un escrutinio definitivo", agregó, en referencia a que los perdedores dudarán de los números del escrutinio provisorio, cuyos primeros resultados estarán disponibles horas después del cierre de la votación.
El lunes, el director nacional electoral, Alejandro Tullio, dijo que el conteo definitivo de los votos tardaría entre cinco y siete días, lo que podría generar una tensa espera si los resultados del comicio son tan ajustados como se prevé.
En esa línea, el diputado del PRO Pablo Tonelli adelantó ayer que su candidato Macri no aceptará el resultado del escrutinio provisorio porque será una votación "extremadamente reñida" donde uno o dos puntos pueden marcar que haya o no segunda vuelta.
"Imaginemos que Scioli está teniendo en el escrutinio provisorio el 39,8% y que Macri está en el 29,9% y que falta escrutar un 4% de las mesas: es evidente que no se puede tomar el escrutinio provisorio como algo definitivo", explicó el diputado. "Aferrarse al escrutinio provisorio es peligroso", abundó.
Ese escrutinio provisorio estaría listo en torno a las 23 horas, indicó ayer Tullio.
Las dudas sobre los resultados podrían aumentar en medio de las denuncias de los referentes de la oposición, que mostraron temor respecto a la posibilidad de fraude.
En un año electoral en el que la mayoría de las provincias renuevan sus gobernadores, ya hubo un caso de denuncias de irregularidades en Tucumán –donde ganó el oficialismo–, que derivó en una batalla judicial en la que la Corte Suprema local terminó validando el resultado.
"Va a ser un escrutinio complejo. No digo violento ni nada por el estilo, sino complejo, de discusión", consideró el analista Ricardo Rouvier, quien agregó que habrá disputas sobre el resultado en la provincia de Buenos Aires, un distrito clave que representa más de un tercio de la población del país.
No se presentó ante la CIDH
Los representantes del Estado de Argentina no se presentaron ayer en la sesión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dedicada a tratar la situación de la independencia judicial del país. Poco antes de que se celebrara la única audiencia a la que el país estaba convocado, los representantes enviaron una petición formal donde pidieron la suspensión debido a las elecciones. La Comisión lamentó no haber recibido antes el pedido.