Economía y Empresas > seguridad social
Director de BPS plantea amnistía para más de 60 mil deudores que quieran pagar para poder jubilarse
Hay miles de unipersonales que por algún motivo incumplieron pagos y mantienen deudas ante el Banco de Previsión Social (BPS). También hay ejemplos de otras que son deudoras sin saberlo. Lo que las une es que sus titulares no podrán jubilarse por esa razón. Frente a eso, un director del BPS planteó una propuesta de amnistía para subsanar el inconveniente.
El representante de los empresarios en el Directorio del organismo, Jose Pereyra, solicitó el año pasado un listado con la cantidad de unipersonales con deudas. Eran aproximadamente 60 mil. Pero la cantidad crecer cuando se agregan sociedades de responsabilidad limitada (SRL).
Pereyra ya tenia conocimiento de ese problema. Había realizado recorridas por todo el país en momento de pandemia y también cuando se comenzó a salir de la emergencia sanitaria. En una de ellas encontró a un trabajador de la construcción que no podía ser enviado al seguro de paro. “En un momento tuvo una barraca chica para venderle productos de obra a sus vecinos en un barrio obrero. Pero llegó la baja de actividad de la construcción y no pudo ponerse al día (ante el BPS)”, contó a El Observador.
En resumen, ese trabajador no podía ir al subsidio ni tampoco jubilarse cuando llegara el momento. “Quería pagar, pero las multas y moras eran tan altas que no podía”, agregó Pereyra.
También conoció una situación compleja en Treinta y Tres. Una viuda no podía cobrar la pensión porque había quedado una deuda en la empresa del marido. Entonces, para poder acceder al subsidio debía hacerse cargo de la deuda.
Con esos ejemplos y el listado de deudores comenzó a mantener reuniones con algunos senadores y también economistas. Finalmente el intercambio lo realizó con el contador Gustavo Viñales del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve).
Viñales elaboró una propuesta de régimen de facilidades de pago para contribuyentes.
Amnistía
El estudio indica que una amnistía tributaria es una oportunidad excepcional y transitoria, para regularizar obligaciones tributarias sobre períodos anteriores o deudas vencidas, con una condonación, en general, de los intereses y multas y recargos. Esa amnistía, incluso, puede contener una condonación parcial en el monto de la deuda tributaria original.
El documento expone tres argumentos para otorgar la amnistía. El primero se ubica dentro de las causas por desastres naturales, como la reciente pandemia de covid-19. El segundo por causas económicas y políticas, en este caso vinculadas a la reciente sanción parlamentaria del Sistema de Seguridad Social, en particular del régimen jubilatorio.
El tercero se relaciona a aspectos tributarios. En ese sentido explica que el BPS podría recuperar deudas con alta morosidad y regularizar un número importante de personas físicas y de empresas perteneciente a un amplio abanico de sectores de actividad con morosidad, incluso con juicios iniciados. Añade que la regularización de esos contribuyentes resulta imprescindible para mejorar la productividad de las mipymes y para ofrecerles una oportunidad de continuar aportando esfuerzo productivo.
El estudio concluye que el diseño de la implementación de una amnistía fiscal debería cuidar aspectos que, en sustancia, pueden determinar el cumplimiento de sus objetivos deseados. En caso contrario, un diseño inadecuado podría contribuir a desprestigiar el sistema tributario, lo que traería costos importantes de reputación y de credibilidad del sistema. Por ese aspecto, resalta, es importante que la amnistía se proponga en términos de excepcionalidad y temporalidad acotada, para que la cancelación de deudas se realice en un corto período, sin contemplar ampliaciones de los plazos previstos originalmente.
Pereyra resaltó que no se busca un sistema para perdonar deudas. “Hay gente que quiere pagar. Que tiene una unipersonal, que puso todo a su nombre y arriesgó todo; no el que quiere hacer una estafa”, afirmó.
Actualmente, el BPS no permite financiar toda la deuda al contribuyente y solo puede hacerlo con un porcentaje menor por concepto de aportes patronales. Otro aspecto que mencionó Pereyra es la proporción que tienen las multas y los recargos en el total. Ejemplificó con una empresa que en 2008 tenía una deuda por $ 260.000. A mayo de este año la suma asciende a $ 5,3 millones.
“Uno se puede olvidar del cumpleaños de la madre, pero no de la fecha de vencimiento de BPS”, señaló.
