Dovat sobre la regulación del teletrabajo en las zonas francas: “Estamos desconcertados respecto a cuál es la posición del Poder Ejecutivo”

Según dijo a Café & Negocios, Dovat tiene un interés particular en Colombia. De hecho, cuando la zona franca que preside —Zonamerica— empezó a planear su internacionalización en 2010 apuntó a este país. Actualmente, esta zona franca lleva adelante un ambicioso proyecto en el país cafetero que, tal como lo define una nota de El Observador publicada en 2016, es una de las “mayores inversiones” de una empresa uruguaya fuera de fronteras. 

La instalación de Zonamerica Colombia se inició en 2016 y en 2019 se inauguró el primer edificio, donde ya trabajan más de mil empleados. Se están construyendo dos edificios más. 

En entrevista con Café & Negocios el empresario habló de las posibilidades de negocio que hay en Colombia, el desarrollo de la Cámara de Comercio entre los dos países y el posible interés de las zonas francas de instalarse allí por las complicaciones que tienen en Uruguay, como consecuencia de la no regulación del teletrabajo.

¿Cómo surgió la Cámara de Comercio Uruguay-Colombia?

La iniciativa de crear la Cámara fue de algunos empresarios que apostaron por Colombia y ya tienen comercios allí, y también de la embajada del país en Uruguay. Ellos se acercaron a preguntarme si aceptaba la candidatura a presidencia y me pareció importante darle impulso a la propuesta.

¿Qué lo llevó a apostar por esta iniciativa?

Dos motivos. Por un lado, tengo mucho interés en el desarrollo del comercio de productos y servicios entre Uruguay y Colombia por la inversión que hicimos con Zonamerica Colombia en la ciudad de Cali. Por otro lado, porque el país es una potencia a nivel regional —de lo que fuimos conscientes cuando llevamos a cabo el período de investigación antes de la inversión de Zonamerica en Colombia— y puede potenciar los negocios de Uruguay, actualmente muy enfocados en Argentina, Brasil y, eventualmente, en Chile.

¿De cuánto es el comercio con Colombia? 

Uruguay exporta US$ 80 millones e importa US$ 35 millones anuales. Fundamentalmente, exporta concentrados de bebidas —como el caso PepsiCo— y farmacéutica, dos categorías que arman casi el total de la cifra de exportación de Uruguay. Después hay otro tipo de elementos pero con pequeños porcentajes de venta, por ejemplo: productos lácteos y del mar. En importación, los destacados son los farmacéuticos, los productos de tipo agropecuario, como margarina y aceite, y la vestimenta. 

Si bien la balanza comercial es favorable, es muy pequeña. Hay que hacerla crecer.

¿Cuánto puede crecer con la creación de esta nueva institucionalidad? 

Enormemente. Colombia tiene un nivel de precios muy aceptable a nivel internacional y una industria muy desarrollada, por lo que Uruguay puede importar muchísimo. En cuanto a la exportación, creo que el foco va a estar principalmente en productos lácteos y cárnicos. Por ahí va a empezar, pero nunca se sabe hasta dónde puede ir porque cuando se desarrollan relaciones comerciales empieza el interés de los empresarios que comienzan a investigar y encontrar contrapartes en cada uno de los sectores.

Aún tenemos que conocernos con el sector empresarial colombiano, y ese es el trabajo que va a hacer la Cámara.

¿Cuántos socios tiene actualmente la Cámara? 

Las empresas fundadoras están por arriba de 30. Este número responde al inicio del proceso, de aquí en adelante va a haber que hacerlo crecer.

Un punto fundamental para su ingreso a la Cámara fue Zonamerica Colombia, ¿cuál es el trabajo de la zona franca en el país cafetero?

Es una zona franca de servicios orientada a la búsqueda de personal calificado, que escasea en Uruguay. Fuimos a Colombia para buscarlo y llegamos a la región de Cali, que es una zona de desarrollo universitario muy interesante. Instalarnos allí significó estar al lado de gente joven que está estudiando; encontramos la materia prima que buscábamos.

Es complementario al desarrollo de las actividades y a la absorción de personal en nuestro país.

Colombia es fuerte en términos de zonas francas, ¿lo considera un competidor para Uruguay?

Competencia no hay porque las empresas buscan regiones de influencia con las zonas francas. Puede haber empresas que estén en Uruguay y que estén en Colombia simultáneamente, como puede haber empresas que tengan interés en Colombia y otras en Uruguay.

Uruguay atrae a compañías internacionales que quieren operar fundamentalmente en el mercado local, en Argentina y en Brasil. También capta el interés de las empresas que quieren trabajar para el este de Estados Unidos, porque la zona horaria coincide con Uruguay. Colombia atrae compañías que apuntan a otras partes de la región o a la costa oeste de Estados Unidos.

A raíz del fin de la emergencia sanitaria se terminó la excepción que permitía habilitar el teletrabajo en las zonas francas en Uruguay, ¿considera que esto puede implicar un mayor interés de las empresas por Colombia?

En Colombia ya está reglamentado el porcentaje de tiempo que se puede trabajar en un lugar y en el otro y esa es la tendencia a nivel mundial. Lo que es una preocupación para las zonas francas locales es la reglamentación del teletrabajo por parte del gobierno uruguayo para saber si los empleados van a poder trabajar en horario completo desde su casa, si se va a hacer un modelo híbrido o uno completamente presencial. No parece razonable prohibir trabajar desde la casa a las empresas de las zonas francas, pero por ahora no hay reglamentación. 

El presidente de la Cámara de Zonas Francas, Diego Licio, hizo referencia a un decreto que firmaría el Poder Ejecutivo para permitir el trabajo remoto, ¿en qué está ese tema?

En este momento estamos en una pausa. El Ministerio de Economía y Finanzas le hizo una propuesta al Poder Ejecutivo que las zonas francas aceptaban a regañadientes, pero el Poder Ejecutivo no llevó adelante esa propuesta. 

Estamos desconcertados respecto a cuál es la posición efectiva por parte del Poder Ejecutivo, y es lo que estamos esperando que nos digan. No sabemos en qué difiere con la presentación que le hizo el Ministerio de Economía y Finanzas.

¿Cree que el gobierno uruguayo va a respaldar a las zonas francas ahora que están bajo la lupa por los requerimientos de la OCDE?

El Poder Ejecutivo está alineado con las zonas francas, y considera que son un instrumento muy válido que ha contribuido al desarrollo de Uruguay. Sin embargo, sabemos que el país ha hecho sus deberes con cambios en el régimen de zonas francas —incluso cambió la ley—, para adecuarnos a los requerimientos de la OCDE. 

En este momento nos estamos enfrentando a una nueva situación, porque los países que conforman la organización están exigiendo una nueva consideración en cuanto al impuesto a la renta mínima a las empresas de las zonas francas. Exigirían un impuesto del 15% sobre el impuesto a la renta mínima en el país de origen, o un pago sancionatorio en los países de destino del producto o servicio. Esto, porque los países desarrollados no quieren que las empresas que están contribuyendo en sus fiscos se trasladen. 

Creó cierta conmoción el hecho del impuesto a todo lo que generara diferencias de precios en territorios que no sean los de origen de los productos y servicios. De todas formas veo que esto se ha demorado porque hay otras preocupaciones en Europa, y no sé si esta nueva consideración va a terminar siendo en el corto, mediano o largo plazo.