El presidente Tabaré Vázquez entró este lunes al Consejo de Ministros visiblemente molesto y con una decisión tomada. La información que se había divulgado el sábado en El Observador no le había gustado para nada y el aire en el piso 11 de Torre Ejecutiva se cortaba con un cuchillo cuando el presidente comentó su decisión de dar un sacudón en la conducción del Ministerio de Defensa.
Aunque su firma había quedado estampada avalando el fallo del Tribunal de Honor que juzgó la conducta de José Nino Gavazzo y Jorge "Pajarito" Silveira, el presidente –según le comentaría después a su entorno– no sabía que las actuaciones incluían una cruel confesión de Gavazzo, en la que admitía haber arrojado al río Negro el cuerpo del tupamaro Roberto Gomensoro, así como una declaración de Silveira que lo culpaba de esa muerte. Esa información, en tanto, estaba contenida en el expediente de lo actuado por el Tribunal de Honor que recibió Presidencia en febrero.
El mandatario vio en el ministro interino Daniel Montiel –que firmó junto a él la resolución– el principal responsable del culebrón. En plena sesión del Consejo de Ministros, Vázquez le pidió que firmara su carta de renuncia allí mismo, según contaron a El Observador participantes del encuentro.
Pero la señal de Vázquez no podía quedarse ahí. Por eso también le pidió la renuncia a Jorge Menéndez –titular del ministerio, actualmente fuera de funciones debido a un cáncer que lo tiene peleando contra la muerte–, removió a los tres oficiales del Ejército que integraron el tribunal –entre ellos el comandante en jefe del Ejército José González, al que Vázquez había designado tan solo dos semanas atrás– y solicitó al Parlamento el pase a retiro de los tres generales del Tribunal de Alzada que validaron el fallo.
Menéndez había puesto su cargo a disposición en diciembre debido a sus problemas de salud pero en ese entonces Vázquez no se la había aceptado, señalaron fuentes políticas. Este lunes, volvió a ofrecerle su renuncia y esta vez el mandatario la tomó.
Después de la sesión del gabinete, el mandatario se contactó directamente con el presidente del Frente Amplio Javier Miranda, para informarle su decisión, y éste replicó sus palabras en el Secretariado Ejecutivo de la coalición.
Miranda transmitió a los presentes en la Huella de Seregni que Vázquez se había mostrado “muy molesto” con el incidente, que no estaba en conocimiento de lo que decían las actas y que por ello removería a los jerarcas de Defensa y a los generales involucrados. Varios dirigentes frenteamplistas que habían ido a la sesión con el cuchillo entre los dientes se sorprendieron gratamente al escuchar la noticia, dijeron participantes de la reunión.
Pero mientras en el Frente Amplio (FA) llovían elogios a la actitud del presidente, los involucrados fueron tejiendo versiones diferentes acerca de cómo se sucedieron los hechos y, por lo tanto, de las responsabilidades que les cabía a cada uno.
En la tarde, Presidencia difundió un comunicado de redacción confusa en el que insinúa que el Poder Ejecutivo ya estaba al tanto de la confesión de Gavazzo cuando el 12 de marzo decidió destituir al entonces comandante Guido Manini Ríos. Según el comunicado, “como consecuencia de los actos administrativos dispuestos el 12 de marzo por el Poder Ejecutivo”, el Ministerio de Defensa “tenía en curso varias acciones, entre las que se encontraba pendiente la puesta en conocimiento de los hechos a la Fiscalía General de la Nación”.
El relato de Presidencia sostiene que en esa fecha Vázquez le solicitó a las autoridades de Defensa que elevaran el tema a la Justicia, pero que la cartera “demoró” en cumplir la orden. Esa versión fue ratificada a El Observador por jerarcas de Presidencia y una fuente del Ministerio de Defensa, que señaló que dos abogados de la cartera se encontraban “analizando” la posibilidad de enviar los antecedentes a la Justicia antes de que el tema tomara estado público.
Sin embargo, ese relato contrasta con lo que dijo Miranda ante el Secretariado Ejecutivo y también difiere del informe que dio la vicepresidenta Lucía Topolansky este lunes en la reunión de bancada del Senado. Allí Topolansky explicó que el tema Gavazzo fue asunto “excluyente” en el Consejo de Ministros y contó que Vázquez transmitió al gabinete que no había tomado conocimiento del contenido de las actas cuando firmó la homologación. En el Consejo de Ministros, Vázquez dijo que “había cosas que no sabía” pero que pudo corroborar a partir de lo que salió en la prensa, según dijeron fuentes políticas.
Además, siguiendo la línea de Presidencia, cuando Vázquez designó a José González ya conocía la actuación del tribunal que él integró, y que no vio una deshonra en las declaraciones de Gavazzo y Silveira. Presidencia informó que este lunes, y “como consecuencia de la difusión pública de las declaraciones vertidas al Tribunal de Honor”, se solicitó “con carácter urgente al Ministerio de Defensa Nacional los antecedentes de las actuaciones de dicho Tribunal”.
Fuentes políticas indicaron que "es posible" que Vázquez estuviera enterado de que había elementos para comunicar a la Justicia, pero que no tuviera todo el "detalle" de las declaraciones.
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