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El camino de María José Siri al premio Stella della Lirica
Un repaso a los puntos más destacados de su carrera en Uruguay y Europa
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04 de julio de 2017 a las 10:29
La cantante uruguaya María José Siri fue anunciada el domingo como la receptora del Stella della Lírica a Mejor soprano de la temporada 2016/2017, un premio que es presentado por sus organizadores como "el Oscar del canto lírico". El galardón marca la consolidación de la soprano uruguaya como una de las voces más reputadas de la música clásica en Europa, pero también marca un punto clave en su carrera que se inició en Montevideo y que fue ganado su espacio en el viejo continente.
El inicio
Nacida en 1976, el vínculo de Siri con la música comenzó en su ciudad de origen, Tala, en el departamento de Canelones. El piano fue primero, y lo que la llevó a estudiar a la Escuela Universitaria de Música en Montevideo, pero fue cuando llegó a la capital que se produjo el cambio que alteraría su trayectoria. Las dificultades para memorizar las lecciones la llevaron a comenzar en paralelo estudios de saxo tenor en Audem (Asociación Uruguaya de Músicos), pero por accidente acabó en una clase de canto, donde comenzó su relación con esa disciplina artística.
A los 21 años superó la prueba de ingreso al Coro Nacional del Sodre, que solo daba un lugar para sopranos (la voz más aguda dentro del registro humano). El Coro fue su primera plataforma, de la que solo se alejó cuando fue madre. Con su vuelta al canto, profundizó sus estudios en la Escuela Nacional de Canto Lírico.
El salto a Europa
Luego de participar en algunos concursos de canto lírico en Uruguay, decidió probar suerte en Europa, el territorio más fértil para su disciplina. Allí también participó en competencias y comenzó a estudiar en lecciones puntuales como con la soprano rumana Ileana Cotrubas, y en conservatorios de París, Viena y Niza.
Tras varios trabajos en Uruguay y Argentina, incluyendo su actuación en la reapertura del teatro Solís en 2004, tuvo su primer rol en Europa en 2008, interpretando a Leonora en la obra El trovador en Génova. Dos años antes de eso, se trasladó junto a su hija a la ciudad italiana de Verona, donde reside desde entonces.
A ese rol como Leonora se suman rápidamente papeles en La Bohème en la ciudad alemana de Desde y en La Traviata en Austria.
La consolidación
El Teatro La Scala de Milán es uno de los escenarios históricos de la ópera. Allí debutó Siri en 2009, en el rol del título en la obra Aida, al que considera como su papel preferido.
Desde entonces, ya afirmada en Europa, comenzó una seguidilla de roles y trabajos que la llevaron a recorrer todo el continente y compartir escenario con figuras como Plácido Domingo.
Barcelona, Berlín, Roma, Montecarlo y Torino son algunas de las ciudades que ha recorrido Siri, quien ya tiene en su agenda presentaciones para el próximo año en diversas ciudades del continente europeo.
Siri ha regresado periódicamente a Uruguay, y en 2014 fue parte de las celebraciones por el décimo aniversario de la reapertura del Solís.
El galardón
El premio Stella della Lírica llega luego de una temporada destacada, que tuvo como punto alto su trabajo en Madama Butterfly bajo la dirección de Riccardo Chailly en La Scala. Además de eso incluyó en su currículum presentaciones en el Bolshoi de Moscú; en Berlín junto a la Filarmónica de esa ciudad, y junto a la sinfónica de la India en Bombay.
