Como Hiroo Onoda –aquel soldado japonés que, sin enterarse de que la guerra había terminado, se ocultó durante 30 años en la selva– Martín y otros operarios arroceros aguardaban este martes con su maquinaria al borde de la ruta 19, entre Cebollatí y el Chuy, a que alguien diera la señal de cortar el paso.
Pero la orden nunca llegó a Rocha. Tampoco a Melilla, en la intersección de la 102 y la 5, ni en la rotonda de la ruta 11 por Canelones. "Estoy solo acá, nadie me apoya", recriminó un camionero a uno de los grupos de Whatsapp que nuclea a ruralistas indignados con el gobierno.
Martín, un trabajador arrocero de 40 años, recibió de su capataz la orden de estar pronto para cortar la ruta. "En esto estamos juntos", dijo a El Observador. Sin embargo, con el paso de las horas se dio cuenta de que no tendría compañía. "Los que levantaron el revuelo desaparecieron. Los capitanes del barco se tiraron al
agua", agregó. Otro trabajador del transporte envió un audio al grupo anunciando la falta de quórum. "Si querés te mando una foto. Acá no hay nadie", contó.
Este lunes por la noche, unos 500
productores agropecuarios se juntaron en Paysandú y decidieron esperar hasta el 23 de enero para resolver alguna medida. Sin embargo, en los más de diez grupos de Whatsapp formados para difundir las protestas, los mensajes eran contradictorios, y llevaron a muchos trabajadores a aprontarse para alguna maniobra radical, como cortes de ruta o "tractorazos" que enlentecieran el tránsito.
Las reiteradas confusiones derivaron en reclamos de una voz de mando. "Perdón, gente, ¿pero no se iban a coordinar acciones conjuntas? Cada uno por la suya no se hace nada", reprochaba Álvaro, un abogado de Montevideo, en el grupo este martes por la tarde. "Tiene que aparecer la cabeza del equipo porque estamos a la deriva. No sabemos quién es el hombre", se quejó otro trabajador, y señaló que "todo esto se va en amagues".
"Acá hay que organizarse y hacer las cosas despacito. Si vamos a hacer las cosas a lo loco, uno por su lado y otro por otro, uno parando el camión allá sin avisar a nadie, ahí estamos en el horno", concluyó el abogado.